El origen de este álbum se encuentra casi veinte años antes de su publicación, cuando el guionista Benoit Peeters colaboró con el distinguido director de animación belga Raoul Servais en un corto documental titulado “Servaisgraphia” (1992), acerca del peculiar estilo y técnica de este cineasta, que podía integrar actores de carne y hueso en una película de animación. Para entonces, Servais ya había contactado con Schuiten en 1987 para que realizara el diseño conceptual de una película, “Taxandria”, que llevaba preparando desde los años setenta.