La década de los años setenta del pasado siglo fue un periodo de transición en el que la sociedad y cultura norteamericanas iniciaron su tránsito de las fantasías de amor fraternal y paz universal hijas de los sesenta a la mentalidad regida por la máxima “La Codicia es Buena” de los ochenta. Por supuesto, la CF se hizo eco de esos cambios, adoptando un discurso admonitorio sobre los peligros que podían aguardar en el futuro si persistíamos en tal deriva. Y lo hizo adoptando un enfoque satírico y violento que ofrecía una visión subversiva del statu quo.