“Ghost in the Shell” (1995) es uno de los animes de CF más justificadamente famosos y apreciados de todos los tiempos, habiendo inspirado películas como “Matrix” (1999) e influido durante años a una inmensa cantidad de obras y autores del género en todos los formatos. Se trata de una película muy cerebral (tanto, de hecho, que mucha gente la considera excesivamente densa, aburrida y/o difícil de seguir), pero tiene una textura, una imaginación y una atmósfera maravillosas que aguantan perfectamente el paso de los años y las múltiples revisiones. Un cuarto de siglo después de su estreno, no se ve como un producto caduco o excesivamente anclado en su tiempo y sigue planteando cuestiones muy vigentes sobre nuestra relación con la tecnología.