A mediados de la década de 1970, una joven de la localidad inglesa de Brixton llamada Marianne Elliot-Said pasó por una experiencia profundamente transformadora. Asistió a un concierto de Sex Pistols y se sintió energizada al darse cuenta de que el punk significaba expresarse como cual deseara. Poco después, vio un OVNI de color rosa ardiente flotando sobre los cielos de Doncaster. En 1976, adoptó el nombre de Poly Styrene y formó una banda de punk llamada X-Ray Spex, cuyos sencillos "Oh Bondage Up Yours", "Identity" y "World Turned Day-Glo" funcionaron bien en las listas de éxitos (teniendo en cuenta que se trata de un estilo mayormente marginal, claro). Aunque X-Ray Spex sólo lanzó un álbum, "Germfree Adolescents" (1978), la banda sí tuvo un profundo efecto en el punk rock, la moda feminista y la ciencia ficción.
Calificándose orgullosamente como "artificial" y "farsante", Poly cantó sobre un futuro de humanos genéticamente modificados, droides de consumo, apocalipsis medioambiental y alucinantes exploraciones del espacio exterior. Ataviada con moda retro mezclada con bisutería dorada, cantaba canciones que combinaban elementos de ska, punk y los sintetizadores new wave. En 1977, le dijo a un entrevistador de televisión australiano que su sonido y apariencia no se debían al LSD, sino a una fantasía futurista: "Quería escribir algo usando todo tipo de palabras plásticas y cosas artificiales y crear una especie de fantasía en torno a ello. Trata sobre el mundo moderno".
"Germfree Adolescents" debe escucharse como parte de la tradición que en la literatura marcaron Samuel Delany, Octavia Butler o Joanna Russ, añadiendo algunos toques sarcásticos de Philip K. Dick. En la canción "Genetic Engineering", nos habla de un futuro gobernado por biólogos en el que un "clon trabajador" es un "esclavo subordinado" que funciona en base a "experiencia y competencia". Pero en la canción "Plastic Bag", ella misma se convierte en un clon llamando a su mente "bolsa de plástico que responde a todos esos anuncios".
Las letras de Poly eran a menudo absurdas y surrealistas, casi como si estuviera canalizando el estilo de "Dhalgren" (1975) de Delany. Pero la suya no era simplemente una pose intelectual porque de ningún modo podía obviarse su rabia existencial. Al igual que Russ y Butler, cuyos personajes a menudo son tratados como extraterrestres y monstruos por los hombres que los rodean. Poly quería que el mundo supiera lo que se sentía al ser una mujer mestiza (porque su madre era de ascendencia irlandesa y escocesa y su padre somalí) en una industria dominada por hombres blancos.
Su canción "Identity" aborda esto directamente preguntando: "¿Te ves en la pantalla del televisor?... Cuando te ves a ti mismo, te dan ganas de gritar?". Es un tema que trata el problema de la representación identitaria en los medios. Como muchos de los artistas y grupos de punk y ska que la inspiraron, desde los Specials hasta Bikini Kill, a Poly le encantaba vestirse con atuendos que llamaban la atención por desafiar lo establecido. En la canción "Highly Inflammable", habla sobre una persona que es a la vez hombre y mujer y que "quiere unirse al clan hermafrodita".
Más de una década después, las feministas interseccionales (que critican el que, cuanto más se aleje un sujeto de la “norma”, definida como mujer blanca, heterosexual y de clase media o alta, más prejuicios deberá afrontar) explorarían este tema, subrayando cómo las mujeres de color son demonizadas o invisibilizadas en los medios de comunicación. En sus letras, Poly llama a la identidad una "crisis que no puedes ver".
Al principio de su carrera, Poly explicó que su obsesión por la artificialidad provenía de la moda punk femenina, recordando que comenzó a escribir "Oh Bondage Up Yours" después ver en un concierto de los Sex Pistols a "dos chicas esposadas". A Poly le gustó la forma en que "llamaban la atención sobre el hecho de que estaban esclavizadas en lugar de fingir que no lo estaban". Para Poly, el bondage o la atadura no era sólo una cuestión de identidad. Se trataba de un futuro regido por el consumismo. "Oh Bondage Up Yours" describe una falsa utopía consumista con juegos de palabras: "Chain-store, chain-smoke...chain-gang, chain-mail (Cadena de tiendas, fumador compulsivo, cadena de presidiarios, cadena de correos)”. Ella, por su parte, se libera de su esclavitud abrazándola por completo. "Los consumo a todos", grita en el estribillo.
La ciencia ficción de X-Ray Spex se adelantó a su tiempo. Poly no sólo fue una feminista interseccional en una época en la que ese concepto no tenía ni nombre sino que describió un futuro ciberpunk mucho antes de que ese subgénero se hiciera popular. Su música dio voz a una generación para la que la autenticidad era artificialidad y el futurismo parecía un callejón sin salida.
Luchando contra la depresión que a menudo la mantenía al margen de la actualidad, Poly continuó escribiendo canciones inspiradas en el género hasta el final de su vida. Su último álbum, "Generation Indigo", fue lanzado en 2011, un mes antes de morir a los 54 años por un cáncer de mama. Como todos sus trabajos, éste también fue ecléctico: contiene una sátira new wave de la cultura MySpace titulada "Virtual Boyfriend"; y una canción post-punk con tintes oníricos, "Ghoulish", sobre criaturas que parecen monstruosas pero que en realidad son amables.
En el vídeo de "Ghoulish", nos ofreció un último vistazo al mundo futuro alternativo que Poly hizo realidad para tantos jóvenes que nunca se vieron en la televisión. Vemos cómo se desarrolla una versión surrealista de American Idol. Jóvenes y adultos de diferentes razas actúan y bailan para unos jueces cínicos que anotan comentarios hirientes. Finalmente, un imitador de Michael Jackson ilumina el escenario con unos pasos asombrosos que entusiasman a los jueces. Han encontrado al ganador, la sala se llena de bailarines, varios de ellos mestizos y andróginos, y se enfoca al ganador. Éste levanta el rostro desde debajo de su fedora blanco para revelar que este clon de Michael Jackson ha sido todo el tiempo una mujer. Se vuelve hacia la cámara, su rostro se ilumina de alegría y sincroniza los labios con Poly Styrene mientras canta: "No soy tan tonto como para tener miedo".
Ese instante resume perfectamente el legado de Poly Styrene: una narrativa conceptual y musical que critica la sociedad sin renunciar a una alegría que mantiene a raya los horrores del mundo. Pero también es una promesa. Quizás algún día, en un mundo sin clones esclavos, nos veamos en las pantallas del móvil y no nos den ganas de gritar.
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