Así como la década de 1960 dio la bienvenida a la Nueva Ola en el campo de la literatura de CF, también marcó el comienzo de un renacimiento musical que duró hasta bien entrada la década de 1970 y en el que los músicos integraron las visiones que les inspiraron sus lecturas tanto de CF como de Fantasía. La cultura popular estaba muy comprometida con el advenimiento de la Era Espacial. Los gurús de aquella generación leían a Tolkien, Asimov, Herbert y Heinlein, y la iconografía tanto de epopeyas antiguas como de galaxias futuristas impregnó sus esfuerzos creativos. Por no hablar, claro, del LSD, que fluía libremente y que también inspiró muchos trabajos extraños y alucinantes.
Uno de los álbumes conceptuales más ambiciosos de la época fue "In The Court of the Crimson King" (1969), el álbum de debut de la banda británica de rock progresivo King Crimson. Este LP altamente influyente es una diatriba contra la guerra que camufla sus críticas recurriendo a las alegorías del Bien contra el Mal y mezclando un drama desorbitado con un sonido psicodélico. El periodista y crítico Graham Fuller, en un artículo para “The Guardian” sobre el lanzamiento en 2009 de una versión remasterizada del 40 aniversario, calificó "In The Court of the Crimsom King" como "la obra maestra que lanzó el rock progresivo". El grupo y el álbum inspirarían a otras bandas como Mars Volta… y también a Stephen King, quien cogió el nombre del Rey Carmesí para su serie de fantasía épica "La Torre Oscura".
En 1972, David Bowie lanzó el que posiblemente sea el mejor álbum conceptual de ciencia ficción de todos los tiempos: "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars". Esta ambiciosa ópera glam-rock cuenta la historia de Ziggy Stardust, una estrella de rock bisexual de apariencia sobrenatural, con un carisma magnético y conectado con una civilización extraterrestre.
Ziggy Stardust es el mesías enviado por unos alienígenas para liberar a la especie humana del egoísmo, la violencia y la codicia. Bowie era un gran admirador tanto de William Burroughs como de Stanley Kubrick, ambos creadores muy inventivos y experimentales dentro de sus respectivos medios, y el cantante se inspiró en su trabajo. En su libro, "Strange Stars: David Bowie, Pop Music, and the Decade Sci-Fi Exploded" (2018), Jason Heller describe cómo el uso de técnicas de collage y deconstrucción literarios que utilizaba Burroughs alimentó el trabajo de Bowie: "Pionero del pastiche de ciencia ficción posmoderno, así como de la técnica del corta-pega literario, cuyos fragmentos de texto se reorganizaban aleatoriamente para formar una nueva sintaxis, Burroughs se encontraba a caballo entre la ciencia ficción pulp y la vanguardia, exactamente el mismo espacio que ocupaba Bowie".
Burroughs y Bowie se reunieron en 1974 para mantener una conversación publicada en la revista "Rolling Stone", una especie de entrevista mutua entre dos grandes mentes. Durante esta conversación, Bowie esbozó su propia interpretación de Ziggy Stardust: "Faltan cinco años para el fin de la Tierra. Se ha anunciado que el mundo terminará por la falta de recursos naturales. Ziggy se encuentra con una situación en la que todos los jóvenes tienen acceso a las cosas que creían desear. Los mayores han perdido el contacto con la realidad y los jóvenes se quedan a su aire para hacer lo que quieran. Ziggy estaba en una banda de rock'n'roll y los niños ya no quieren tocar rock'n'roll. No hay electricidad para interpretarlo"
Es un álbum increíblemente influyente, sobre todo porque, al asumir la personalidad de Ziggy Stardust, David Bowie se convirtió en referente para toda una generación de niños inquietos y alienados por su condición sexual, que cayeron rendidos ante su extravagante personalidad, su androginia y su abierta bisexualidad. Bowie no sólo inventó a Ziggy a través de su música: lo vivió mediante la moda y el estilo.
El trágico fallecimiento de David Bowie víctima del cáncer en enero de 2016 propició una manifestación global de duelo y conmemoración, lo que llevó a muchos a revisitar sus mejores obras. Varios de sus álbumes volvieron a entrar en las listas de Billboard, incluido “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars", que alcanzó el puesto 21, cuarenta y cuatro años después de su lanzamiento inicial. "Blackstar", su último álbum, salió a la venta apenas dos días antes de su muerte y debutó en el nº1.
Poco después llegó "The Dark Side of the Moon" (1973) de Pink Floyd, el apogeo del rock progresivo, un clásico hippie y uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos. Explora temas relacionados con el Espacio, el Tiempo y la experiencia humana. Cualquiera que naciera en los años 70 u 80, es muy probable que entrara en contacto con este álbum, por sí mismo o a través de sus padres o hermanos mayores. Tampoco fue el único trabajo de Pink Floyd influenciado por la ciencia ficción. Por ejemplo, en su primer álbum, “The Piper at the Gates of Dawn” (1967), se incluía “Interstellar Overdrive”; y en el segundo, “A Saucerful of Secrets” (1968), encontramos "Set the Controls for the Heart of the Sun".
En 1975, eluniverso dio la bienvenida a la "Mothership Connection”, de Parliament. Más allá de la prolongada influencia que tuvo sobre el funk, "Mothership Connection” marcó un hito importante en la narrativa de ciencia ficción al popularizar el afrofuturismo, sentando sus bases en todos los géneros artísticos, no sólo en la música del siglo XXI (con innovadores como Deltron 3030 y Janelle Monae) sino también trabajos especulativos de importancia que aparecen hoy en cine o comics. Con letras como "Años luz en el Tiempo, en el futuro, libera tu mente y ven a volar conmigo", Mothership Connection invitó a sus oyentes a emprender un viaje hacia un mañana diferente en una historia épica en la que la música funk era la clave para construir un mundo mejor y cuyos héroes y heroínas eran de piel negra.
En 1976, Rush lanzó uno de los últimos álbumes conceptuales de la época: "2112". La historia se cuenta en el tema principal, de 20 minutos, que ocupa una cara completa de ese álbum experimental. La grandilocuente narrativa está punteada por cortes y transmitida a través de un muro de sonido muy intenso a la vez que dinámico y volátil, cambiando con frecuencia de ritmo para acompasar los altibajos emocionales de la historia que cuenta.
Naturalmente, el drama transcurre en el año 2112, cuando el mundo ha pasado a estar gobernado por la opresiva Federación Solar. El arte y la música están regulados por los sacerdotes. Hasta que un muchacho encuentra una vieja guitarra y descubre los placeres de lo prohibido. Los sacerdotes de los Templos de Syrinx no pueden permitirlo y destruyen el instrumento, lo que, a su vez, provoca el suicidio del joven en señal de protesta. Se desata el caos antes de que dé comienzo una nueva era. La revista especializada on-line "Consequence of Sound" describe el álbum como una "historia clásica del individuo versus una entidad opresiva y colectivista", comparando el mundo de 2112 con el de Winston Smith en "1984" (1949) o el de John el Salvaje en "Un Mundo Feliz" (1932).
“2112” se cuenta, junto a "Ziggy Stardust" y "Crimson King", entre los mejores álbumes conceptuales de la CF. En discos futuros, Rush continuó explorando temas del género, por ejemplo, narrando un viaje interestelar a través de un agujero negro en los extensos temas "Cygnus X-1" y "Cygnus X-1 Book II", que se encuentran respectivamente en "A Farewell to Kings" (1977) y "Hemispheres" (1978).
Así como los músicos que crearon estas obras se inspiraron en sus novelas de ciencia ficción favoritas (a menudo disfrutadas cuando fueron niños), las vastas mitologías que se dejaban entrever en estos álbumes inspiraron a su vez a una nueva generación de escritores, que encontraron en determinados pasajes melódicos o letras unos sentimientos que propiciaron la génesis de sus propias historias. El intercambio y la interacción entre músicos y escritores continúa.
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