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A medida que avanzaba la preproducción y la fecha de inicio original, octubre de 1997, llegaba y se traspasaba, las múltiples reescrituras de guion no habían producido todavía una versión con la que Scott y el estudio pudieran ponerse de acuerdo, aun cuando cada nuevo borrador a menudo incorporara un enfoque distinto que obligaba a los artistas y técnicos ya implicados a repensar y rediseñar muchos elementos ya realizados.
Una de las versiones, por ejemplo, empezaba la historia en un punto previo a que Neville hubiera encontrado al primer Hemocito, "Durante mucho tiempo ni siquiera te das cuenta de qué historia es", recordaría Despretz, "Comienza con Neville como una especie de Jeremiah Johnson loco, con una larga barba, riendo y dinamitando edificios. Y durante un tiempo no sabe que tiene competencia. La historia nos muestra el momento en el que se enfrenta a lo que cree que es otro superviviente, solo para darse cuenta de que no es así. Y es entonces cuando desciende al infierno, porque una vez que lo han descubierto y es identificado, se convierte en un objetivo. Él los caza de día y ellos lo cazan de noche".
John Logan recuerda la idea que había detrás de esta versión. "Una de las decisiones más valientes que tomamos, más allá del silencio omnipresente, fue la de crear un pseudo interés amoroso en la forma de una Hemocito hembra a la que él capturaba. Y al usar su propia sangre como suero o antioxidante, ella, de alguna manera, deshacía el cambio y regresaba a un estado humano. Habíamos rechazado completamente la idea de mostrar a cualquier otro ser humano, pero pensamos: si no hay humanos, ¿cómo va a funcionar esto? Y fue Ridley a quien se le ocurrió la idea de capturar a uno de estos Hemocitos salvajes y feroces, y hacer que Neville experimentara con la criatura, descubriera que era una mujer y, finalmente, la transformara a una forma casi humana, para así convertirla en su compañera durante la historia. Funcionó muy bien".
Kunitake recuerda a Scott describiendo una escena en la que la Hemocito femenina, después de haber comenzado su transformación, extiende la mano para tocar el cuadro de un amanecer colgado en la pared de la casa de Neville y quemándose acto seguido con un rayo de sol que atraviesa el lienzo. "Muchas de estas cosas no fueron escritas específicamente", señala el artista, "pero como el enfoque de Ridley era extremadamente visual, añadía estas pequeñas imágenes pictóricas y poéticas".
La introducción de este "pseudo interés amoroso" contribuyó a apaciguar al estudio, comprensiblemente nervioso por la ausencia de presencia humana en la película. Logan dijo: "Enviamos seis borradores en el curso de cinco meses, rehaciéndolo constantemente. Fue el trabajo más intenso que he hecho en mi vida, y fue absolutamente emocionante, porque lo retomábamos, lo revisábamos y asumíamos decisiones muy valientes. Warner Bros. se mostró muy abierta a dejarnos probar cosas y experimentar con el material tanto como fuera posible", agrega, "pero ciertamente hubo resistencia a la absoluta severidad de lo que Ridley y yo hicimos. Porque, aunque contaba con grandes escenas de acción y un maravilloso sentido del humor, era un tanto duro en cuanto a que presentaba a un hombre que no habla durante una hora y cuyo interés amoroso es una mujer que nunca se vuelve del todo humana y que siente la llamada de lo salvaje de sus hermanos Hemocitos". Logan califica este enfoque como "muy sombrío y extremo". Al fin y al cabo, dado que Neville no encuentra a otros supervivientes, no hay un tradicional final feliz. "Encuentra algo en sí mismo y había un atisbo de esperanza en cuanto a que captaba una transmisión de radio emitida desde algún otro lugar, pero al final era una tragedia: una historia intensa e implacable sobre un hombre que reacciona a un entorno hostil".
El estudio no estaba dispuesto a arriesgarse gastando más de 100 millones de dólares en esta versión de la historia, sobre todo porque nadie parecía saber bien qué tipo de película tenían entre manos. "La gente analizaba el guion", explicaba Despretz, "y se hacían preguntas sobre de qué trataba la película, qué contaba, qué sentimientos dejaba y cuál era el mensaje. Querían hacer una película que le dejara el mensaje claro a todo el mundo”. En otras palabras, no querían hacer el film si pensaban que existía otro posible borrador del guion que fuera mejor. "Era una cuestión de legado", recuerda Despretz. "Si se va a hacer, tiene que convencer de ser la versión definitiva. Todo el mundo pensaba que tenía que ser realmente genial, y nadie estaba seguro de que fuera a serlo". Despretz, además, creía que el estudio veía a Arnold Schwarzenegger sobreviviendo en el Los Angeles del futuro como algo parecido a su papel en "Terminator" (1984) de James Cameron, mientras que Scott veía la película desde una perspectiva completamente diferente. "Siempre iba a haber acción", dice, "pero sobre todo iba a ser atmosférica y, en el ideal más elevado de Ridley, una historia emotiva y melancólica sobre la memoria y el recuerdo de la vida. Así que, por un lado, se intentaba repetir otra cosa y, por el otro, de crear algo sumamente original”.
Finalmente, Warner Bros. "prácticamente insistió" en retirar a Logan del proyecto y darle otra oportunidad al guionista original, Mark Protosevich. "Por lo que oí", dice Protosevich, "los borradores de John Logan fueron considerados un desastre. El estudio creyó que se habían desviado y perdido el foco, así que lo siguiente que supe fue que estaba de nuevo en la oficina de Ridley recibiendo un trato elogioso. Básicamente, me dijeron: "Hemos cometido un terrible error. Por favor, vuelve. Todo está perdonado". Enviaron a Protosevich los guiones de Logan para que los leyera y no tardó mucho en entender los reparos del estudio. "Cuando los leí, me quedé con la boca abierta", dice, "porque vi que habían borrado todo lo que yo había hecho excepto el mundo y la sensación general. Me pareció increíblemente aburrido, bastante sombrío y muy pretencioso. Habría sido una película de arte y ensayo bastante aburrida que, por casualidad, era muy violenta. Tengo un gran respeto por John Logan como guionista, pero no creo que fuera el adecuado para este proyecto en concreto y pensé que, cualesquiera que fueran sus ambiciones, no funcionó".
Scott y Protosevich pasaron diez días resolviendo algunos de los problemas de los borradores antes de que el segundo se sentara y comenzara desde cero. Esta versión, en la que Neville pasa gran parte de la película solo (porque su perro -llamado Stoker como guiño al autor de "Drácula"- moría al principio a causa de los Hemocitos salvajes), se inspiró claramente en algunos de los desarrollos realizados durante la colaboración Scott-Logan. "Redujimos la voz en off", explica Protosevich, "y los Hemocitos no hablaban, se volvieron mucho más animales. Y Ridley tenía una localización que quería usar para la casa de Neville", en concreto, el Centro Deportivo y Recreativo del Departamento de Policía de Los Ángeles. "Pero, aparte de algunas cosas en las que Ridley se mostró muy firme en relación a algunas localizaciones y escenas de acción específicas, era una película completamente nueva".
Estructuralmente, el nuevo borrador de Protosevich combinó el primer y el segundo acto de su primera versión con el tercero del escrito por Logan, en el que Neville utiliza su propia sangre para transformar en humana a una mujer Hemocito. El guion terminaba con una nota positiva: Neville escapaba de un asalto masivo a su hogar fortificado, huyendo a un aeródromo abandonado, donde, en los momentos ya finales, se sorprende al divisar a otro superviviente: un niño pequeño, igualmente pasmado al verlo, que grita "Mamá" antes de correr al interior de un hangar. A Protosevich no le gustó ese final, pero, con todo, fue este borrador el que estuvo más cerca de ser realizado por Scott, en no poca medida por el final moderadamente optimista. “Comenzaron a rodar pruebas de maquillaje, consiguieron por fin vincular a Arnold y me felicitaron por ser el tipo que escribió el borrador con el que la película obtuvo luz verde”.
El presupuesto siguió siendo el mayor impedimento para que el proyecto despegara. Warner Bros tuvo que ajustarse el cinturón tras los costosos fracasos de "Esfera" (1998), "Batman y Robin" o la también postapocalíptica "El Cartero" (1997), lo que llevó a los copresidentes del estudio, Bob Daly y Terry Semel, a reevaluar todos los proyectos pendientes de comenzar a producirse. Y “Soy Leyenda”, sobre un individuo que perdía la cabeza en un desierto urbano, no tenía las mejores cartas. El 7 de diciembre de 1997, “Variety” confirmó las especulaciones que ya corrían por el mundillo en el sentido de que “Soy Leyenda” se encontraba entre las películas a las que se aplicaría un recorte de presupuesto, intentando que éste no superara las ocho cifras. De acuerdo con Tani Kunitake, el guion, con la llegada de Ridley Scott, había superado la ambición original del proyecto, elevándolo a una escala que, a tenor de los mencionados fracasos, asustaba a los ejecutivos del estudio. Protosevich fue despedido otra vez, si bien él culparía a un par de productores de Scott, que presionaron para contratar a otro guionista, Neil Jimenez, cuyo borrador, que se esperaba ajustado a las nuevas limitaciones presupuestarias, fue a la postre también rechazado.
En marzo de 1998, "Hollywood Reporter" fue una de las publicaciones especializadas que informó que Warner Bros había cancelado oficialmente la película. Al parecer, el estudio se había mostrado reacio a archivar definitivamente el proyecto en tanto en cuanto Ridley Scott siguiera vinculado al mismo, prefiriendo esperar a que renunciara. Al final, así lo hizo y se llevó consigo a varios de sus colaboradores de "Soy Leyenda" -incluido el guionista John Logan, el diseñador de producción Arthur Max y el artista conceptual Sylvain Despretz- para trabajar en "Gladiator". Aunque esta historia se ambienta dos mil años en el pasado, sus temas subyacentes parecen reflejar la visión que Scott tenía de "Soy Leyenda" como "una pieza emotiva y melancólica sobre la memoria y el recuerdo de la vida", con un protagonista superviviente nato, emocionalmente insensibilizado tras haber sufrido una tragedia personal pero decidido a seguir adelante hasta su amargo final.
Además, dice Kunitake: "Creo que muchos de los esquemas de iluminación exterior al comienzo de "Gladiator" y parte de la iluminación interior de (la siguiente película de Scott) "Hannibal", están muy influenciados por la planificación de "Soy Leyenda". "Gladiator" también tomó prestada una secuencia del guion de "Soy Leyenda" en la que Anna limpiaba la pierna infectada de Neville utilizando unos gusanos, un momento que en “Gladiator” se recupera con Maximo y Juba.
Aunque muchos fueron los que lamentaron la marcha del director, pocos se sintieron más desanimados que los artistas que habían pasado meses interpretando e ilustrando la visión de Scott para la película. "Si Ridley hubiera podido hacer lo que quería, habría sido una película estupenda", dijo Despretz a SFX, "con una atmósfera impresionante, diferente a todo lo que nadie hubiera esperado o que se hubiera estrenado anteriormente". Y, sin embargo, como muchos de los que trabajan en películas que nunca llegan a producirse, Despretz cree que la cinta terminada jamás podría haber alcanzado su auténtico potencial. "Fueron los mejores dibujos que he hecho nunca, y había tanta energía en el ambiente, y todos estábamos tan metidos en ello que todavía la considero mi mejor experiencia en la mesa de dibujo trabajando para una película. Si se hubiera hecho, probablemente no habría sido tan gratificante, porque no hay forma de que nada de lo que hubiera sucedido después se hubiera acercado a lo que se hizo durante esos meses. Fue el paraíso". ¿Habría sido el éxito que Warner Bros necesitaba tan desesperadamente? Kunitake, por su parte, no lo tiene claro. "No creo que hubiera sido tan exitoso como "Gladiator", admite, "pero lo que Ridley hizo con un monstruo en una nave (en "Alien"), lo habría hecho para películas de vampiros y zombis. Habría sido bastante espectacular".
Sin embargo, a pesar del aparente hundimiento del proyecto en la primavera de 1998, "Soy Leyenda" resurgió poco después, en julio del mismo año, cuando un nuevo productor, Steve Ruther, se hizo cargo de una versión más actualizada, más ágil… y más ajustada en la relación coste-beneficio. Una vez más, fue Protosevich el encargado de producir otro borrador del guion e, increíblemente, demostró que todavía no había exprimido del todo su creatividad. "Ruther quería de verdad que volviera para reactivar el proyecto. Me dijo: "He leído todos los borradores, y el tuyo original era el mejor, y queremos volver a él. ¿Estás interesado?". Y por supuesto que lo estaba; Sentía una enorme afinidad por el proyecto, así que volví a participar por tercera vez, con Arnold todavía a bordo y entendiendo que querían hacer la película no por 100 millones, sino tal vez por 70”.
La otra cosa que querían era un nuevo director, alguien con quien tanto Ruther como Warner Bros pudieran sentirse cómodos y que estuviera ansioso por trabajar en una película para un gran estudio en lugar de un profesional ya bien asentado como Ridley Scott. Evidentemente, el estudio había aprendido de su experiencia de contratar a un director de primera línea que, en lugar de recibir un guion y acceder a dirigirlo sin discutir, quisiera desarrollarlo por su cuenta. Un director de menor categoría no se mostraría tan exigente. Protosevich reflexionó: "Lo que Warner Bros no hizo con Ridley fue decirle: 'Mira, aquí hay un guion que nos encanta, queremos que lo dirijas'. Entonces Ridley llegó y cambió el guion que querían hacer. No lo detuvieron. Le dejaron hacer lo que quería, y lo que hizo fue escribir un guion que ellos no querían hacer". La elección del estudio, según "Hollywood Reporter", fue Rob Bowman, un veterano director de CF televisiva que había debutado en pantalla grande con la película "Expediente X" (1998).
Protosevich aprovechó esta nueva oportunidad para leer el borrador de su inmediato antecesor, Neal Jiménez, el cual le pareció aún más esotérico que el de Logan. "Sus borradores eran como películas oscuras de arte y ensayo: reflexiones lentas, atmosféricas, serpenteantes, sobre cómo reaccionaría una persona en esas circunstancias, junto a todas esas escenas de confrontación violenta. No eran satisfactorios ni parecían en absoluto comerciales". Bajo la dirección de Ruther y en colaboración con Rob Bowman, Protosevich se embarcó en la escritura de otro nuevo borrador, reimaginando la historia a una escala más reducida, casi sin voz en off, con más escenas de interior y un número limitado de localizaciones. Esta versión, fechada el 30 de diciembre de 1998, estaba mucho más orientada a la acción e introdujo a Anna y a su sobrino (en lugar de su hermano), Ethan, como personajes principales. "Tengo mucho cariño por ese borrador", admitió Protosevich, "pero, por alguna razón, nunca despegó".
Una posible explicación es que la popularidad de Arnold Schwarzenegger, aún vinculado al proyecto, había comenzado a decaer. Sus dos últimas películas para el estudio, "Eraser" (1996) y "Batman y Robin" (1997), no habían recaudado lo que era habitual en él. En una entrevista para "Los Angeles Times", Schwarzenegger propuso una teoría alternativa: que la cirugía cardiaca a la que se sometió a finales de 1997 lo había convertido en un candidato arriesgado para una película de cierto presupuesto por la que él cobraría 20 millones de dólares. "Tenía varios proyectos en marcha, entre ellos "Soy Leyenda". De repente, se volvió imposible. El guion era demasiado caro; el director demasiado lento. Todo estaba mal, cuando nada lo estaba. Podía sentir cómo la gente, centímetro a centímetro, iba retirándose. Ya sabes, ya no devuelven tus llamadas telefónicas de la misma manera que antes. Era como, "Quizás ahora no podamos venderlo como una estrella de acción". Ahora ya no es el tipo de superhombre que los niños creen que es".
Si bien Scott había encontrado interesante la perspectiva de trabajar con Schwarzenegger, éste había expresado en privado sus temores respecto a su capacidad para soportar en solitario el peso una película con un perfil más intelectual de lo habitual en su cinematografía. Sylvain Despretz habló en nombre de muchos compañeros del departamento artístico cuando expresó sus propias reservas sobre Schwarzenegger como Neville: "Cuando escuchamos que Arnie iba a estar en la película, ninguno de nosotros podía verlo en ese papel, pero cuando terminamos, no podíamos imaginar a nadie más".
Con Schwarzenegger fuera del proyecto, el siguiente nombre que se tuvo en cuenta fue el económicamente más accesible Kurt Russell, una cara muy conocida para los aficionados a la CF gracias a su trabajo en “1997:Rescate en Nueva York” (1981) o “La Cosa” (1982). Pero cuando el siguiente film que el actor protagonizó para Warner, “Soldier” (1998), se hundió en taquilla, Russell se convirtió en el último hombre sobre la Tierra que el estudio elegiría para “Soy Leyenda”. Buscar al actor más idóneo teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias ya era de por sí complicado, pero es que a eso hubo que añadir otra dificultad financiera. Según varias fuentes, el acuerdo que Schwarzenegger había firmado con Warner, obligaba al estudio a compensarle con una cifra considerable si la película se hacía sin su participación. Más coste todavía antes siquiera de empezar la auténtica producción. A esas alturas, lo que hacía falta para que la película viera la luz del día era un “salvador”, un actor o director con mucho poder en la industria y gran tirón de taquilla que se interesara por el proyecto.
Para 2001, “Soy Leyenda” tenía no uno sino dos posibles salvadores, auténticos pesos pesados de Hollywood. Uno era Michael Bay, director de “Armageddon” (y, más tarde, “Transformers”), cuyo interés en la película no acabó de cuajar en un compromiso firme. El otro fue Will Smith, una cara muy conocida gracias a su participación en la serie “El Príncipe de Bel-Air” (1990-96), pero que en el cine ya había protagonizado éxitos como “Independence Day” (1996) y “Men in Black (1997) además de ser nominado al Oscar por “Seis Grados de Separación” (1993). Smith, cuyos músculos interpretativos habían quedado patentes en la entonces reciente “Alí” (2001), de Michael Mann –recibiendo otra nominación al Oscar- orientó a Protosevich para escribir un nuevo guion más acorde con su estilo. Smith estaba interesado en representar a Neville como un hombre al borde de la locura que aplicaba para sobrevivir técnicas y habilidades aprendidas en el ejército –una idea que ya se había apuntado en “El Último Hombre…Vivo”-.
Por fin la producción parecía encarrilada…y entonces se estrena “28 Días Después” (2002). Smith acusaría al guionista Alex Garland de haber plagiado del guion de “Soy Leyenda” la idea de los zombis frenéticos. Desconozco si esto fue así, pero en cualquier caso la película dirigida por Danny Boyle bebía claramente de la historia de Matheson. Smith dijo: "Siempre lo he visto con una escala mayor. Esa no era la visión que yo tenía de la novela. "28 Días Después" es una especie de versión más pequeña de nuestra historia".
Aunque Smith convenció a Warner Bros para que no abandonase "Soy Leyenda", lo cierto es que pasó a un segundo plano hasta que el actor incorporó al influyente guionista Akiva Goldsman, cuyos diversos créditos incluían "Una Mente Maravillosa" (2001, por la que ganó un Oscar) y "Batman y Robin" y quien, en colaboración con Smith, había rescatado a "Yo, Robot" (2004) del limbo. Goldsman, admirador desde hacía mucho tiempo tanto de la novela como de las adaptaciones cinematográficas anteriores, creyó que la historia abordaba cuestiones todavía relevantes, especialmente en el contexto posterior al 11-S: "¿Somos la víctima o el agresor? Esa es una pregunta realmente interesante. ¿Cuándo está bien luchar por tu supervivencia y cuándo está bien rendirse? Eso todavía importa. Todavía nos equivocamos mucho con eso".
El presidente de producción de Warner Bros, Jeff Robinov, dio la bienvenida al interés de Goldsman en el proyecto, pero guionista y productor pronto se dieron cuenta de que el estudio ya había renunciado a la versión de Protosevich. Lo que necesitaba, razonó Goldsman, era un nuevo esquema, uno que relocalizara la historia una vez más, esta vez de Los Ángeles a la Nueva York natal de Goldsman. "Los Ángeles parece vacío a las tres de la tarde", dijo Goldsman a "Empire", "Nueva York nunca está vacía. Para mí era una forma mucho más interesante de mostrar la vaciedad del mundo azotado por el viento (...) Nueva York abandonada es muy icónica. Cuenta gran parte de la historia por ti". Goldsman llamó a Protosevich y le preguntó si tenía algún interés en escribir conjuntamente esta versión, pero la respuesta de éste fue negativa.
Goldman ambientó su versión tres años después del estallido vírico y reinventó a Neville como un virólogo que podría haber tenido cierta responsabilidad en la devastadora infección que transformó a la mayoría de la población mundial en unos horrendos híbridos de zombi y vampiro a los que ahora el guion bautiza “buscadores de la oscuridad” y describe de esta forma: “Corren muy rápido, viven en la oscuridad, consumen carne viva, tienen una serie de síntomas basados en la idea de que la glándula suprarrenal está todo el tiempo bombeando". Aunque la inmunidad evidente de Neville sugiere que puede haber otros como él, éste prefiere invertir su tiempo no a buscarlos sino a encontrar una cura para los afectados. Impulsado ya sea por la culpa por su parte en la caída de la civilización, por una soledad que raya en la locura o por ambas, Neville usa su experiencia en el laboratorio para intentar que el reloj vírico retroceda".
Smith espondió positivamente al nuevo borrador. Según dijo, le había ayudado a comprender los aspectos que no terminaban de convencerle de las versiones anteriores del guion. Pero tampoco era exactamente lo que él buscaba. Sugirió crear una historia híbrida que combinara sus partes favoritas de los guiones de Goldman y Protosevich. "Hablamos de ello y nos emocionamos mucho con esta tercera versión de "Soy Leyenda", recordó Goldsman. Los dos guionistas iniciaron una colaboración bastante inusual: nunca llegaron a trabajar juntos, limitándose a enviarse y devolverse borradores con cambios y anotaciones.
A finales de 2005, Protosevich y Goldsman ya tenían un guion con el que Smith y Warner Bros estaban dispuestos a seguir adelante. La primera elección de Smith para dirigir la película fue Guillermo del Toro, pero cuándo éste lo rechazó para dedicarse a “El Laberinto del Fauno” (2006), el estudio contrató a un realizador de videos musicales de origen austriaco, Francis Lawrence, que había conocido a Smith mientras rodaba el video musical “Nod Ya Head”, perteneciente a “Men in Black II” (2002) y cuya película de debut había sido precisamente una con guion de Goldsman, “Constantine” (2005), adaptación del comic de DC “Hellblazer”.
Para cuando las cámaras empezaron a rodar “Soy Leyenda”, la novela había cumplido cincuenta años, su autor ochenta y la tercera versión fílmica llevaba cociéndose diez. Estrenándose en lo alto de las listas de recaudación el 14 de diciembre de 2004, “Soy Leyenda” registró el mejor estreno de fin de semana de ese mes en toda la historia, superando el record establecido por “El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey” a pesar de que la crítica no se mostró muy convencida y el final no era particularmente optimista. La película fue una de las más taquilleras de la temporada 2007-2008 y recaudó sólo en Estados Unidos 250 millones de dólares. En palabras de Protosevich: “Sé que hay gente que la odia. Siempre la habrá. Esta fue sólo esta versión del material original en estos tiempos. Creo que la gente sólo necesita relajarse un poco, porque el libro siempre estará allí”. (Mi comentario sobre la película puede leerse en su propia entrada).
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