(Viene de la entrada anterior)
De repente, Baker se encontró literalmente expulsado de su propio estudio. Sus notas, bocetos y esculturas fueron confiscados, junto con todo su material preparatorio para "Un Hombre Lobo Americano en Londres. "Steven se llevó todas esas cosas", recordaría más tarde. "Creo que terminaron en manos de Carlo Rambaldi. De hecho, sé que lo hicieron porque un tipo que conozco muy bien y que terminó haciendo labores de pintura en “E.T.” se encontraba presente y tenían mis cosas allí. Y Steven las señalaba diciendo: "Haz esto, hazlo como esto, haz esta parte de esa misma forma".
No es de extrañar, por tanto, que la indignación de Baker subiera
varios enteros cuando apareció un artículo sobre Carlo Rambaldi en el número de
mayo de 1982 de la revista "Time" en el que se refería a un equipo de
efectos especiales no especificado que "intentó hacer el hombre del espacio (E.T.) y fracasó, gastándose unos
700.000 dólares". Tal y como dijo Baker a "Cinefantastique",
"Si Spielberg y Rambaldi dicen que
lo que hice no era bueno, ¿por qué no me autorizan a publicar fotografías? Me
gustaría tener la oportunidad de demostrar que lo que hice no sólo no fue malo
sino muy excepcional... Creo que hice para esa película uno de mis mejores
trabajos, y el agradecimiento que obtuve fue la insinuación de que no era
alguien competente".
Pero Baker no fue el único que se opuso al giro de
Spielberg en relación a “Night Skies". "Tuvimos una o dos reuniones con Steven al respecto", comentó
el presidente de producción de Columbia, John Veitch, al biógrafo de Spielberg,
Joseph McBride: "Steven no estaba
muy seguro de querer contar esa historia. Supongo que menos cuanto más pensaba
en ello, y con la participación de Melissa, todo cambió". El
departamento de sondeo de mercado de Columbia realizó encuestas demográficas
sobre el nuevo enfoque familiar propuesto por Spielberg y concluyó que no era
viable gastar ni siquiera 10 millones de dólares en lo que el propio estudio,
en privado, describió como "una
película floja de Walt Disney". Después del fracaso de
"1941", Spielberg ya no parecía una apuesta tan segura. En febrero de
1981, seis meses después de compensar a Spielberg lanzando "Encuentros en
la Tercera Fase: Edición Especial" (una versión remontada con varias
escenas nuevas), Columbia dio carpetazo al proyecto de “Night Skies”.
El presidente de Columbia, Frank Price, culpó de todo ello
a la decisión de Spielberg de dirigir la película en lugar de limitarse a producirla,
señalando que, "aunque Steven tenía
el proyecto en desarrollo con nosotros, no había decidido si quería dirigir o sólo
producir. Cuando al final decidió que
quería dirigir, resultó que tenía con Universal la obligación contractual de
dirigir con ellos su próxima película (después de "En Busca del Arca
Perdida)".
Sid Sheinberg, presidente de Universal y viejo amigo de
Spielberg, lo recordaba de otra manera: "Steven no tenía ninguna obligación de darnos ese proyecto, ni
contractualmente ni por ninguna otra razón", aseguró, "Es muy sencillo: Steven nos trajo el guion y
dijo que pensaba que podíamos comprárselo a Columbia". Y así lo
hicieron, reembolsando el millón de dólares que Columbia había pagado por
desarrollar "Night Skies" / E.T. y ofreciendo un trato en virtud del
cual Columbia se quedaría con el 5% del beneficio neto de la película. Como
recordó posteriormente Veitch: “Creo que
ese año ganamos más con esa película que con cualquiera de las nuestras".
Y así, en octubre de 1981, sólo dos meses después de que
Mathison entregara el borrador final del guión, arrancó el intenso calendario
de rodaje de “E.T.”, de dos meses de duración y durante el cual recibió el
título falso de "A Boy´s Life", siendo descrita por Universal con
cierto desdén igualmente falso como una "comedia sobre las travesuras y el estilo de vida de los niños modernos
del sur de California". Apenas un año después, “E.T.” suplantaría a
"Star Wars" como la película con más éxito de la Historia, honor que
conservaría durante más de una década.
Mientras tanto, sin embargo, "Night Skies" se
negaba a morir. Spielberg pensó que el proyecto se había transformado tanto en
su conversión en “E.T.” que la idea original -una familia asediada por
alienígenas malvados- mantenía su validez. El rechazo de Columbia a “E.T.”
había agriado la relación de Spielberg con el estudio y con Frank Price en
particular. Cuando este ejecutivo pasó a Universal, parece que Spielberg
insistió en no cruzarse nunca con él. Lo que sí hizo fue llevarse "Night
Skies" a MGM, con una condición: como se había previsto inicialmente, él
ejercería de productor, puede que incluso participara en el guion, pero no la
dirigiría. Además, para evitar cualquier conflicto de intereses con
"E.T.", las entidades malignas que victimizaban a la familia ya no
serían extraterrestres sino fantasmas. Acababa de nacer
"Poltergeist".
Al menos así lo cuenta Spielberg. Según Tobe Hooper -quien
fue, recordemos, uno de los directores elegidos por el propio Spielberg para
encabezar "Night Skies" y que finalmente sería quien tomara el timón
de "Poltergeist- fue idea suya, no de Spielberg, convertir "Night
Skies" en una película de terror sobre una familia de los suburbios aterrorizada
por invisibles espíritus malignos. Hooper afirmó haberse inspirado en un libro
sobre poltergeists que encontró en su escritorio de Universal, en una oficina
que, según se afirma, había estado ocupada anteriormente por Robert Wise,
director de una película de terror no muy diferente: "La Casa Encantada”
(1963). También aseguró que le propuso la idea a Spielberg mientras éste rodaba
en Londres "En Busca del Arca Perdida".
Por otra parte, el afamado escritor de terror Richard Matheson, quien había escrito el guión de "El Diablo sobre Ruedas" (1971) para Spielberg, señaló que, antes de la producción de "Poltergeist", el director le pidió una cinta de vídeo de un episodio de “La Dimensión Desconocida” que había escrito en 1962, "La Niña Perdida”, en el que una chiquilla de seis años se escondía bajo su cama y era engullida hacia otra dimensión.
Spielberg, sin embargo, tenía sus propias ideas sobre cómo
contar esta nueva versión de "Night Skies", y recurrió al ya famoso
escritor Stephen King, cuya primera novela, "Carrie" (1974), había
sido llevada al cine con gran éxito en 1976 por su amigo Brian de Palma. King
salió entusiasmado de su primera reunión con Spielberg, pero cometió la
imprudencia de dejar en manos de su editor la negociación de sus honorarios. Y
éste, como señaló más tarde el autor, "pidió
una increíble cantidad de dinero por hacer el guión, especialmente tratándose
de alguien que nunca había hecho uno". MGM, que veía “Poltergeist”
como un producto dirigido principalmente al nicho de aficionados al terror, se
negó a pagar. “Recibí más tarde una carta
de Spielberg en la que decía que estaba muy insatisfecho de que todo hubiera
acabado así”, dijo King, que luego admitió: “pero, al final, yo habría tenido que contratar ayuda”. Así que Spielberg
contrató a un par de aspirantes a guionistas, Michael Grais y Mark Victor, con
quienes finalmente compartiría créditos en el libreto.
La historia de la producción y rodaje de
"Poltergeist" podría llenar un libro entero. El director acreditado,
Tobe Hooper, tuvo que pasar por la amarga experiencia de tener a Spielberg en
el set de rodaje las doce semanas que duró el rodaje excepto tres días. Pero en
lugar de sentarse discretamente a observar –al fin y al cabo era el productor
ejecutivo y tenía derecho a hacerlo- marginó a Hooper tomando todo tipo de
decisiones. Tan escandalosa era la situación que menos de un mes después de
iniciada la producción, "Los Angeles Herald-Examiner" informó de que
Hooper "ya no estaba realmente dirigiendo
la película", lo que llevó a éste a responder que la participación de
Spielberg "abarca todos los aspectos
de esta película y no difiere de aquellas funciones que normalmente desempeña
el productor ejecutivo". El agente de Spielberg, que hizo un cameo en
la película, lo interpretó de otra manera: "Cuando regresé del set, me dije: "Bueno, ahora ya sé lo que hace
el productor ejecutivo: prepara la cámara, les dice a los actores lo que deben
hacer, retrocede y deja que el director diga: "¡Acción!".
Varios meses después, el Directors Guild of America (DGA),
en nombre de Hooper, interpuso con éxito una demanda contra MGM por lanzar un
tráiler de la película en el que las palabras "UNA PRODUCCIÓN DE STEVEN
SPIELBERG" figuraban a un tamaño dos veces mayor que las de la leyenda
"UNA PELÍCULA DE TOBE HOOPER", lo cual suponía una violación de las
normas del sindicato de directores. A MGM se la multó con 15.000 dólares y se
le ordenó colocar anuncios de disculpa en tres publicaciones de gran tirada, así
como rehacer los trailers.
Respondiendo a las acusaciones generalizadas de que había
sido él quien a todos los efec
tos había dirigido la película, Spielberg declaró
al “Los Angeles Times”: "Mi
entusiasmo por hacer "Poltergeist" habría resultado complicado para
cualquier director que hubiera contratado. La película provenía de mi
imaginación y mis experiencias, y salió de mi máquina de escribir",
añadió, olvidando aparentemente las contribuciones de los coguionistas Grais y
Victor. "Creí que podría ceder
'Poltergeist' a un director y mantenerme al margen. Me equivoqué". La experiencia le enseñó una valiosa lección. “En el futuro”, dijo: "si la escribo yo, la dirigiré yo mismo. No
haré que nadie pase por lo que le hice pasar a Tobe, y seré más honesto en
cuanto a mis contribuciones a una película".
A pesar de todas estas dificultades, "Poltergeist"
se convirtió en un fenomenal éxito en el verano de 1982, estrenado prácticamente
al mismo tiempo que "E.T", ramas gemelas pero idénticas de esa idea
original nunca materializada que fue "Night Skies". Aunque posteriormente
"Poltergeist" fue acosada por demandas de plagio –algo que también le
ocurrió a "E.T." y que continuó persiguiendo a las producciones de
Spielberg durante muchos años-, el parecido con la visión primigenia de
Spielberg para "Night Skies" es obvia a pesar de la sustitución de
entidades extraterrestres por fenómenos paranormales.
Además, como luego observaría John Sayles: "La última escena de “Night Skies” era la de
un simpático alienígena abandonado en la Tierra por sus compañeros, y el último
plano era el de la sombra de un halcón pasando sobre él mientras se encogía de
miedo… que es, básicamente, el comienzo de “E.T.”. La escena inicial
escrita por Sayles, en la que el extraterrestre conocido como Cicatriz mataba
los animales de la granja tocándolos con un dedo largo, fino y huesudo que
emitía una luz espeluznante, también recuerda el de E.T. Sin embargo, Sayles
insiste en que hay pocas similitudes, si es que hay alguna, entre el guión de
Mathison y el suyo propio, el cual describió generosamente como "más un punto de partida que algo saqueado en
busca de material". Melissa Mathison
hizo un trabajo increíble", añadió. "El Sindicato de Guionistas me envió su guión porque sabían que yo aparecía
en algún lugar de la cadena, pero no tenía nada que ver con lo que yo escribí".
Hay ciertos elementos de la abortada "Night
Skies" que también pueden vislumbrarse en el tratamiento de guion para una
secuela de "E.T." titulada "E.T.II: Nocturnal Fears",
aparentemente escrito por Spielberg y Mathison en julio de 1982. Ambientada
durante el siguiente verano al de la marcha de E.T. al final de la primera película,
"Nocturnal Fears" comienza con la llegada de una nave nodriza llena
de extraterrestres hostiles –una versión carnívora y albina de E.T.- que bien
podrían ser los parientes cercanos de los concebidos para "Night
Skies", sobre todo por las mutilaciones de ganado que cometen al poco de aterrizar.
Resulta que estos malvados alienígenas están buscando a un compatriota
abandonado, Zrek y, para ello, secuestran, interrogan y examinan a Elliott,
Michael, Gertie y los compañeros roleros del primero. Elliot, gritando de
dolor, llama a su amigo E.T. antes de perder el conocimiento. Su súplica vuela hacia
las estrellas, pero ¿será escuchada?
Sí, lo es. E.T. envía un mensaje a la Tierra -"ET Help
Elliott Soon"- y aparece en persona, rescatando a los niños de la
"jaula de luz" en la que están cautivos y desviando la nave de los
malvados alienígenas hacia un rincón remoto de la galaxia. El tratamiento
concluye cuando Elliott y sus amigos se reúnen una vez más para despedirse de
E.T.
"E.T. II: Nocturnal Fears" no progresó más allá
del tratamiento de nueve páginas, fechado, como he apuntado, el 17 de julio de
1982. Evidentemente, Spielberg pensó que una secuela "no haría más que robarle la virginidad al original" y decidió
no seguir adelante con el proyecto. Sin embargo, sí autorizó a William
Kotzwinkle, autor de la novelización oficial de la película, para escribir una continuación
titulada "E.T.: The Book of the Green Planet”, basada en una historia del
propio director. Éste también se involucró en la creación de la atracción de “E.T.”
que se inauguró en el parque temático de los Estudios Universal en 1991 con un
coste de 40 millones de dólares. Una década más tarde, cuando el interés por el
alienígena revivió en al menos un país de habla inglesa gracias a su
utilización para una campaña publicitaria del gigante británico de las
telecomunicaciones BT, Universal, reestrenó la película con motivo de su 20º
aniversario. En esta ocasión, sin embargo, el evento distó de repetir el éxito
del lanzamiento original.
Entre ambos estrenos, mientras tanto, a Spielberg
continuaría acosándole la polémica sobre los orígenes de E.T. aun cuando la
única acreditada en el guion era Mathison y que el aspecto de la criatura se
atribuía exclusivamente a Carlo Rambaldi. Sin embargo, siete años después del
estreno, Mathison ganó un arbitraje del Sindicato de Guionistas, otorgándole un
porcentaje de los lucrativos ingresos por merchandising, después de que el
árbitro Sol Rosenthal considerara que la guionista había "detallado ampliamente a su personaje
principal en sus dos primeros borradores, antes de que estuviera hecha la
maqueta de Carlo Rambaldi". A pesar del convencimiento de Rick Baker
de que el personaje del italiano tenía un sospechoso parecido con sus propios
conceptos, y de la insistencia de Universal en que Spielberg y Sayles habían
descrito el personaje antes de la entrada de Mathison en el proyecto, Rosenthal
concluyó que, si bien “Night Skies”
contenía "algunas referencias similares al extraterrestre... una revisión
de la descripción de Sayles (de un personaje con boca en forma de pico y
ojos como los de un saltamontes) demuestra
que E.T. no fue copiado del guión de Sayles".
A pesar del fallo, el abogado de Spielberg, Bruce Ramer,
escribió más tarde al "Daily Variety" que, "como la señora Mathison sin duda confirmaría, el señor Spielberg le
transmitió sus puntos de vista y conceptos sobre E.T. con el más mínimo
detalle, tanto antes como durante el proceso de escritura", lo que
implica que, dado que Baker también estuvo involucrado en esa temprana etapa de
diseño conceptual, sus dibujos y esculturas casi con certeza influyeron decisivamente
en la imagen que adoptaría finalmente E.T. Durante mucho tiempo, Baker creyó
que, si se publicaran sus bocetos, todo el mundo podría ver lo obvio del
plagio. "Hacía mucho tiempo que no
miraba mi material de “Night Skies” porque me resulta algo doloroso",
declaró a “Cinefantastique”, "pero
recientemente coloqué las fotos una al lado de la otra, y hay una increíble cantidad
de cosas copiadas de mi diseño. Algunos de los mecanismos están exactamente en
el mismo lugar, y puedo señalar arrugas en exactamente los mismos sitios. Solo que
el de Rambaldi no está tan bien esculpido como el mío".
Hoy, gracias a internet, esas imágenes están disponibles para que quien lo desee pueda comprobar la veracidad de las aseveraciones del genial artista de efectos especiales. Algunas de ellas ilustran este artículo.
La amargura de Baker fue ido perdiendo intensidad con el
paso del tiempo y acabó afirmando que sus diferencias con Spielberg eran cosa
del pasado: "Hablamos sobre ello y
él me expuso su punto de vista y yo el mío. Se enojó porque yo no me había
entusiasmado con el cambio, pero que podía entenderlo. Ya es agua pasada”.
En las décadas transcurridas desde sus fallidos esfuerzos en "Night
Skies", Baker ha contribuido con sus increíbles efectos de maquillaje al
éxito de algunas de las películas más importantes del género fantacientífico,
ganando siete Oscars en su larga carrera. Y, sin embargo, nunca ha vuelto a
trabajar con Spielberg, excepto, de forma indirecta, a través de la productora
de aquél, Amblin, como en "Harry y los Hendersons" (1987) o "Men
in Black" (1997).
Con todo, Baker admite: "Me hubiera encantado "Night Skies", y también a la gente a la que le gusta la ciencia ficción y el terror. Pero dudo que hubiera atraído a tanta gente como "E.T.", así que creo que Steven tomó la decisión correcta”.
Muchas gracias por estos artículos, están sabrosísimos. Asomarse a la elaboración que hay detrás de estos míticos productos ultrarrefinados es a la vez sorprendente y desmitificador ¡la de crueldad que hay oculta tras la ñoñería!
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