sábado, 23 de julio de 2011

1979- ALIEN - Ridley Scott (2)



(Continúa de la entrada anterior)
El buen ojo de Scott no se limitó a la elección del diseñador de la criatura extraterrestre, sino que se extendió también a otro aspecto igualmente importante y que se convertiría en elemento regular en las siguientes entregas de la serie: la representación que los artistas conceptuales –en este caso Ron Cobb y Chris Foss- hicieron de la vida en el espacio: una aproximación más realista que la de los entornos asépticos, limpios y brillantes propios de la CF cinematográfica y televisiva hasta entonces. El Nostromo es una nave oscura, gastada, con aspecto industrial, con muy poco glamour y aún menos épica. Es una nave aparentemente realista (su aspecto exterior, con esas grandes torres que se asemejan a catedrales góticas, no parece muy práctico) que tiene vida propia y que participa en el drama como un actor más.

Y no hablamos solamente del entorno físico. Los personajes en nada se parecen a los heroicos navegantes del espacio a los que el público estaba acostumbrado. “Star Wars” se había estrenado dos años antes y la película de Star Trek aún tardaría unos meses en llegar a las pantallas (aunque la serie de televisión seguía reponiéndose con éxito). A diferencia de Luke Skywalker o el capitán Kirk, la tripulación del Nostromo no está en absoluto interesada en salvar ningún imperio o federación galácticos ni descubrir nuevas civilizaciones; sólo quieren terminar el trabajo, llegar a casa y cobrar la paga.

El dinero es, precisamente, lo que inicia el drama. Y es que algunas veces, los alienígenas simbolizan no tanto una amenaza externa como nuestros peores defectos. El mensaje de la película parece ser muy claro: si te encuentras una criatura insectoide diseñada por H.R.Giger, sal gritando en dirección opuesta. Sin embargo, una segunda reflexión nos podría revelar que es la codicia corporativa, el dinero, lo que resulta ser la sentencia de muerte para todos los implicados.
“Alien” comienza con la tripulación despertando de la hibernación. Su conversación refleja perfectamente lo que tienen en la cabeza: “antes de llegar, creo que deberíamos hablar sobre las primas”, dice Parker (Yaphet Kotto). Parker y Brett (Harry Dean Stanton) trabajan en el mantenimiento de la nave y, a diferencia del resto de sus compañeros, no tienen derecho a una parte completa de los beneficios. La tripulación del Nostromo no quiere perder las bonificaciones salariales si se niega a acudir a la llamada de auxilio, así que deciden ir a investigar. Cuando descubren la nave alienígena, la primera reacción de Parker y Brett es preguntarse si ello les hará merecedores de una paga entera.
Las condiciones a bordo no son ideales. En el Nostromo, la única zona que proporciona cierta serenidad es la zona comunal del comedor, en la que varias veces nos informan de lo mala que es la comida. Parker revuelve su desayuno mientras pregunta al capitán Dallas (Tom Skerritt): “¿Puedo terminarme el café? Es lo único bueno a bordo de esta nave”. Más tarde, justo antes de que al alien salga de su interior, Kane subraya “Lo primero que voy a hacer cuando regrese es tomar una buena comida”.
Si las condiciones son duras y las motivaciones no precisamente elevadas, ¿quiénes son estas personas que deciden internarse en el espacio para ganarse la vida? La película nos dice poco sobre el pasado de los personajes. Se puede imaginar que tienen pocos lazos emocionales con la Tierra. Han viajado más allá del sistema solar y pasado la mayor parte del tiempo hibernados. Habrán transcurrido muchos años entre su salida de la Tierra y su regreso. No hay tampoco indicaciones de ningún romance a bordo (el guión incluía una escena de amor entre Dallas y Ripley pero no llegó a rodarse).

Así que, alien terrorífico aparte, la película nos está sugiriendo que aquellos que estén a favor de la exploración y colonización espacial, van a tener que encontrar a candidatos muy motivados, capaces de soportar durante años unas condiciones muy malas; y no parece que esos candidatos vayan a parecerse a los sabios filósofos de túnicas blancas que aparecían en “La vida futura” (1936). Más bien se parecerán a los endurecidos y cínicos currantes de “Alien”.

Este tema y sus variaciones en las otras películas (los chulescos soldados de “Aliens”, los
mugrientos convictos de “Alien3” o los contrabandistas de “Alien Resurrección”) ensombrece el misticismo del espacio y lo aproxima a la vida cotidiana. Tiene éxito porque resulta más terrorífico que el alien se coma a un tipo normal con una gorra de béisbol en vez de a un sabio con una brillante túnica futurista. Además, es una forma de profundizar en la idea de que la gente corriente es prescindible en el juego de poder de los imperios corporativos.
El film apunta como posible solución la utilización de robots, pero los resultados dejan mucho que desear. El oficial científico Ash (Ian Holm), añadido a la tripulación en el último momento, resulta ser no sólo un androide sino un espía de la compañía cuya misión es llevar el alien a la Tierra, aunque para ello haya que sacrificar al resto de la tripulación. El ordenador de a bordo, MADRE, es igualmente un enemigo de los desesperados tripulantes, al frío servicio de la corporación y con el mismo desapego hacia la vida humana (ambos elementos, androide y ordenador, así como la conspiración de la compañía, estaban ausentes del guión original de O´Bannon, siendo introducidos más adelante por los productores).

Afortunadamente, Ridley Scott se dio cuenta de que ninguna de estas innovaciones tendría
demasiada relevancia si no era capaz de hacer que el espectador sudara de miedo. Y su talento estaba a la altura: “Alien” está repleto de sobresaltos, incluido uno de los más terroríficos de la historia del cine, el ya comentado del nacimiento del extraterrestre de las entrañas de John Hurt. Es conocida la anécdota de que al rodar, los actores no sabían cómo se iba a llevar a cabo el efecto, y el realismo fue tan perfecto que se asustaron de verdad: sus caras de sorpresa son auténticas. Scott puso en escena una elaborada fotografía de luces, sombras y texturas, que se convertiría en su carta de presentación, alcanzando su perfección en “Blade Runner”. Además, sabía que lo que más asusta es lo que no se ve y ocultó a la magnífica criatura de Giger entre las sombras durante la mayor parte del film –aparece muy poco y en planos muy rápidos-, mostrándolo sólo fugazmente cuando atacaba a otro miembro de la tripulación del Nostromo.
El reparto, construido a base de actores sólidos pero sin el perfil de estrellas, fue también un aspecto clave en el éxito de la película: Tom Skerritt (Dallas) había participado, entre otras, en el “M.A.S.H.” de Robert Altman; Veronica Cartwright (Lambert) era la hermana mayor de Angela Cartwright (protagonista de la serie de CF televisiva “Perdidos en el Espacio”) y llevaba muchos años actuando en la televisión; Ian Holm ya tenía una gran reputación como actor teatral; John Hurt había actuado en una veintena de películas desde la década de los sesenta ... Todos ellos, con excepción de Sigourney Weaver, eran actores experimentados por lo que Scott pudo centrarse más en el aspecto visual que a darles consejos e indicaciones. Y, sin embargo, sea mérito del director o de los propios actores, el monstruo y los efectos especiales no sepultan a los personajes. Desde el principio, éstos aparecen claramente diferenciados en su temperamento, comportamiento y lenguaje; no son ni héroes arquetípicos ni mera carne de cañón para las fauces babeantes del alien.

Por cierto, un personaje de la película que a menudo se pasa por alto es Jones, la mascota felina
del Nostromo. No sólo provoca con sus desapariciones y malhumorada actitud gatuna escenas y giros de la historia que hacen morderse las uñas por la tensión, sino que también ofrece una pista del instinto maternal de Ripley, un tema que se explorará en las secuelas de la película. Otra memorable escena es ese plano de la cabeza del gato con los gritos de fondo del desgraciado humano mientras es devorado por el Alien. El gato parece mezclar en su felina expresión la indiferencia con la aceptación del nuevo compañero a bordo. Por suerte, Jones conseguirá sobrevivir a la ordalía.

Las películas y series televisivas de ciencia ficción han hecho tradicionalmente bastante poco por
dotar de peso a los personajes femeninos. Eso sí, hay que reconocer a los productores el mérito de haber creado la figura de la heroína de acción (en el guión original de O´Bannon todos los tripulantes eran hombres). La encargada de interpretarla bajo el nombre de Ellen Ripley fue una joven Sigourney Weaver en su primer papel para una película. Tras Ripley vendrían otras heroínas armadas de mala leche y pistolones de gran calibre, como la Sarah Connor de Terminator 2 (1992) o la Trinity de Matrix (1999) así como las protagonistas, ya en el ámbito televisivo, de Battlestar Galáctica, Dark Angel o la Mujer Biónica. Weaver volvería a encarnar al mismo personaje en las tres secuelas de la franquicia –aunque fue evolucionando en cada una de ellas, de resuelta científica sumergida en el terror a cínica guerrera curtida por las cicatrices- al tiempo que paralelamente seguía una carrera profesional de éxito que la alejó del encasillamiento.

Las siguientes películas de Alien –que iremos revisando en sus respectivas entradas- contaron con un elenco ciertamente espectacular de directores. Cada uno de ellos realizó una aproximación temática y estilística diferente y única sin dejar por ello de incluir una serie de características y lugares comunes a la franquicia, todos ellos con origen en esta primera entrega de la serie.

Para terminar e hilando con el comienzo de este análisis, vuelvo a resaltar el marcado contraste existente entre “Alien” y las películas de CF con alienígenas inmediatamente anteriores en el tiempo. En estas, la curiosidad que los humanos mostraban hacia el visitante de otros planetas en, por ejemplo, “Encuentros en la Tercera Fase”, obtenía recompensa: los extraterrestres compartían su conocimiento con el protagonista invitándolo a su nave. En “Alien”, esa curiosidad se transforma en estupidez y peligro. Cuando Kane se acerca al huevo, acaba siendo el anfitrión de una forma de vida que los matará a todos. Es esta diferente aproximación hacia la curiosidad lo que distingue las películas de ciencia ficción de las de terror. En las primeras, la sed de
conocimiento es lo que amplía el intelecto del individuo y hace evolucionar y crecer a la Humanidad; en el terror, en cambio, se hace buena la máxima de “hay cosas que es mejor no saber” y el empeño en conocerlas lleva por mal camino. El film de Scott subrayaba su conexión con el terror gótico a través de la afirmación de Lovecraft: “La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido." A partir de “Alien”, se sucedieron un buen número de películas que explotaban, a través de terroríficos seres, ese nuestro miedo hacia lo desconocido.

En resumen, “Alien” es una película imprescindible, un clásico, no por su historia –de
la que se pueden encontrar precedentes, desde “El Enigma de Otro Mundo” hasta “Diez Negritos”-, sino por su innovadora y siniestra personalidad, por unos diseños que marcaron la CF e influyeron en obras posteriores, y por el talento cinematográfico de Ridley Scott. Consiguió ser tan rompedora en su representación de la vida en el espacio como “2001: Una Odisea del Espacio” de Kubrick, y tan rentable en el campo del merchandising como el “Star Wars” de Lucas. No es ciencia ficción de grandes ideas o visiones utópicas, sino un thriller terrorífico rodado con un estilo único.

10 comentarios:

  1. Mi película favorita de Ridley Scott, de pequeño esa película hizo que tuviera muchas pesadillas y cuando la volví a ver de grande sólo pude decir que es un señor peliculón.

    Por otra parte busque una entrada de DUNE y nada, busque una entrada de Charles Scheffield y nada, y luego de John Brunner y tampoco. Vale hay muchas entradas y luego me paso a leerlas, pero siempre que entro en un blog de CF son las entradas que busco.

    Excelente Blog Saludos!!!

    ResponderEliminar
  2. Disculpa por no incluir algunos de tus autores u obras favoritos... todavía!! Pero esto es el trabajo de una sola persona y la cosa va todo lo rápido que puede. Con el tiempo, Sheffield, Brunner y Dune acabarán asomando por aquí... mientras tanto, estoy seguro de que podrás encontrar comentados otras obras y autores de igual calidad.

    Un saludo y gracias por comentar

    ResponderEliminar
  3. En eso estoy totalmente de acuerdo, tienes novelas de autores de renombre reseñadas y me paso a leer las de Chrichton, La amenaza Andrómeda que me gusto mucho.

    Te paso una lista de CF que encontré hace unos años en el internet, en donde trataron de estipular los 100 mejores libros de CF, y a la cual yo apode como: "Los supuestos 100 mejores libros de CF", y que hoy día trato de leer unas pocas novelas al año.

    http://comentariosdenovelas.blogspot.mx/2010/12/los-supuestos-100-mejores-libros-de.html

    Saludos!!!

    ResponderEliminar
  4. Todas las listas son siempre por un estilo. Hay algunos nombres que cambian, pero en general los títulos se repiten una y otra vez. Por supuesto, todos esos títulos están en mi biblioteca y poco a poco intentaré ir dándoles salida...
    Un saludo y gracias por el comentario.

    ResponderEliminar
  5. No comprendí tu referencia con "10 negritos". Algo que me ha gustado mucho de esta película es la fotografía. Por otra parte el hecho de que el Alien sólo salga en pequeñas dosis aumentaba el miedo. También había escuchado de la escena en la que Scott no les dijo a los personajes que iba a suceder, y cuando salió el pequeño Alien del estómago del actor, una de las actrices se desmayó, eso fue algo que en alguna ocasión vi a Sigourny narrar en una entrevista.
    Por otra parte, estaba muy entusiasmado por ver una precuela de Alien, y sobretodo porque Riddley la iba a dirigir, pero si bien Prometeo me agradó bastante, y cumplió con mis expectativas, yo esperaba una película donde las dosis del Alien hubieran sido más, pero en fin, por ese lado me quedé con las ganas, pero el filme fue muy bueno.

    Saludos!!!

    ResponderEliminar
  6. La referencia a "Diez Negritos", la novela de Agatha Christie viene de que el argumento de ésta consiste en una serie de personas atrapadas en un entorno cerrado y que van muriendo misteriosamente uno a uno.
    Te recomiendo la edición especial de "Alien" en DVD, con muchos documentales en los que se explican pormenores del rodaje,uno de ellos, precisamente, la ignorancia de los actores no tanto hacia la escena del surgimiento explosivo del alien del estómago de John Hurt cuanto de la cantidad de sangre que iba a salir en todas direcciones.
    En cuanto a Prometheus, creo que es un poco pronto para hacer una valoración. Me gusta dejar pasar un poco más de tiempo y ver cómo resiste el paso del idem y su influencia sobre el género.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  7. Alien es realmente una gran película, como dices, argumentalmente puede hablarse de "El enigma de otro mundo", "La Galaxia del Terror", "Vampiros del Espacio" y muchas otras películas como precedentes de "Alien". Es realmente su admósfera, su cuidado e inquietante diseño y su capacidad de generar miedo y suspenso lo que la hace única.
    Aunque "La Guerra de las Galaxias" fue una de las primeras películas en mostrar a la conquista del espacio como algo "cotidiano" (muchas de sus naves y estructuras mostraban óxido, arañazos, pintura resquebrajada, etc.) es verdaderamente "Alien" la que logra una representación eso que llamas visión proletaria de la astronáutica.
    En cuanto al subtexto sexual de la película, recuerdo haber leído en cranked.com que el mismo Dan O´Bannon reconoció que "Alien" era en cierto sentido una metáfora de la violación, que uno de sus objetivos era "asaltar sexualmente al público" (según la página de humor y curiosidades esas fueron sus palabras exactas). Y prueba de ello es que a lo largo de la saga la principal forma de matar de los aliens es atravesar (penetrar) a sus víctimas con su cola; es más, en youtube se puede ver la escena eliminada en la que Lambert muere en la película de Ridley Scott; en esa escena ella está escondida y asustada en un rincón, la criatura se le acerca caminando sentada y con la cola hacia el frente, como si de un gran falo erecto se tratara.

    ResponderEliminar
  8. Resulta curioso -e inquietante- esa imaginería sexual relacionada con una criatura tan desagradable como Alien. Pero desde luego, ahí está... Gracias por tu aportación.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Una cinta clásica, bien filmada con uno de los seres malvados más perturbadores e inquietantes dentro de la rama de la CF. Una maravilla de película, igual prefiero la segunda parte con una Ripley mas "guerrera", cuestión de gustos. Gran aporte y mil gracias por la reseña

    ResponderEliminar
  10. Dos películas diferentes la primera y la segunda. Tienen puntos en común, pero la primera es claramente terrorífica y en la segunda predomina la acción. Efectivamente, cuestión de gustos. Y aunque ambos directores son excelentes, yo me quedo con Scott -eso sí, cuando estrenaron la segunda y la vi en el cine, con edad de adolescente, me dejó boquiabierto y mi elección entonces hubiera sido diferente-. Un saludo

    ResponderEliminar