Las narraciones de ciencia ficción de Philip K.Dick han resultado tener una aceptación sorprendentemente buena en el medio cinematográfico. Dick, entre cuya obra se cuentan novelas como “El Hombre en el Castillo” (1962), “Los Tres Estigmas de Palmer Eldritch” (1965), “¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?” (1968), “Ubik” (1969), “Fluyan mis Lágrimas, Dijo el Policía” (1974), “A Scanner Darkly” (1977) o “Valis”, imaginaba futuros en los que se ponía en entredicho la realidad y la identidad personal. El típico protagonista de Dick descubría en el curso de su peripecia que su realidad era una ilusión o una alucinación causada por las drogas, o que era un duplicado androide sin saberlo.
En el cine, las novelas o relatos de Dick han servido de base para películas como “BladeRunner” (1982), “Desafío Total” (1990), “Asesinos Cibernéticos” (1995), “Infiltrado” (2001), “Minority Report” (2002), “Paycheck” (2003), “A Scanner Darkly” (2006), “Destino Oculto” (2011), “Desafío Total” (2012) o “Radio Free Albemuth” (2014); en televisión, podemos mencionar “El Hombre en el Castillo” (2015-19) o la antología “Electric Dreams” (2017- ). Aquellos que sólo se hayan aproximado a la obra de Dick a través de sus adaptaciones cinematográficas, es probable que se hayan hecho la idea –errónea- de que sus relatos están dominados por la acción, las persecuciones y los tiroteos. Es el caso de “Next”, un vehículo para el lucimiento de un Nicolas Cage ya en periodo de decadencia.
Cris Johnson
(Nicolas Cage) es un mago de segunda fila que tiene un espectáculo de poco
lustre en un casino de Las Vegas. Lo que el público no sabe es que su talento
es auténtico: tiene la capacidad de “ver” en su mente lo que va a suceder dos
minutos en el futuro, un don que utiliza para ganar dinero en las mesas de
juego de la ciudad, aunque siempre en cantidades moderadas para no llamar la
atención. Sin embargo, la agente del FBI, Callie Ferris (Julianne Moore) sí se
ha fijado en él y está convencida de que tiene unos poderes precognitivos que
les podrían ayudar a localizar a unos terroristas que han introducido un
explosivo nuclear en el país.
Mientras Ferris
trata de convencer a sus escépticos superiores, Cris acude a su cita diaria en
un café. Desde hace algún tiempo, tiene la vision de una chica a la que
conocerá en ese local un día no determinado a las 9:07 de la mañana. Por fin,
llega ese momento y la muchacha resulta ser Elizabeth Cooper (Jessica Biel), a
la que Cris salva de una situación incómoda con su novio acosador. Elizabeth
accede a llevarlo en su coche (a esas alturas Cris es consciente de que el FBI
lo está persiguiendo para reclutarlo, algo que él no desea de ninguna manera ya
que eso lo pondría en peligro) y de camino se detienen en la reserva india en
la que ella trabaja como profesora. Ambos inician un romance justo cuando las
cosas se complican porque la agente Ferris está más decidida que nunca a
chantajear a Cris para que colabore y, por otra parte, los terroristas,
conocedores también de su poder, están dispuestos a eliminarlo para que no
revele su paradero.
“Next” está basado
en el cuento de Dick titulado “El Hombre Dorado” (1954), cuya acción se
ambienta en un futuro en el que un duo de agentes gubernamentales tiene la
misión de localizar y erradicar a mutantes con poderes peligrosos. Uno de ellos
es Cris, que tiene la piel dorada. En el curso de su interrogatorio, se
descubre que puede ver el futuro. También utiliza sus habilidades para seducir
a la agente femenina, dejándola embarazada al final de la historia. Como puede
verse, “Next” se parece bien poco a “El Hombre Dorado”. Ya no hay ambientación
futurista; los mutantes no existen y Cris es tan solo un mago con poderes de
clarividencia; tampoco tiene ya el protagonista la piel dorada ni su habilidad
para seducir mentalmente –Elizabeth se pregunta en un momento dado si Cris ha utilizado
sus poderes para manipularla, pero no hay pistas que sugieran tal cosa-. Y como
sucedió con otras adaptaciones de obras de Dick, sobre todo “Desafío Total” y
“Paycheck”, “Next” ha transformado el cuento original en una historia de acción
aun cuando, como apuntaba al principio, no la hay en aquél (Por cierto, que uno
de los tres guionistas involucrados en este proyecto, Gary Goldman, ya había
escrito años atrás “Desafío Total”).
De hecho, “Next” se
parece tan poco a “El Hombre Dorado” que es mejor verla y comentarla como si
fuera una historia original. Y es que hay poco aquí que nos recuerde a una obra
característica de Philip K.Dick, como la realidad falsa, las confusiones o engaños sobre la identidad o
las dudas y paranoias alrededor de lo que es real y lo que no. Es más, la mayor
parte del argumento parece un popurrí de elementos plagiados de otras películas
entonces recientes: el protagonista con poderes auténticos que se oculta tras
la fachada artística de un mago lo habíamos visto en “El Ilusionista” (2006) y
“El Truco Final” (2006); la trama sobre alguien con conocimiento sobre el
futuro que viaja en el tiempo para detener una amenaza terrorista, salvando de
paso a la chica, es similar a lo que aparecía en “Deja Vu” (2006).
“Next” estuvo dirigida
por el neocelandés Lee Tamahori, un profesional que empezó siendo muy
prometedor pero cuya irregular filmografía nunca acabó de confirmar su
potencial, oscilando entre lo interesante y lo mediocre. Su título de debut,
“Guerreros de Antaño” (1994), una mirada a la vida de los maories modernos en
entornos urbanos, es un clásico del cine de su país. Después, Tamahori ha ido
desarrollando una carrera en la que se cuentan títulos como el confuso film de
género negro “Mulholland Falls” (1996), la sólida película de aventuras “El
Desafío” (1997), un thriller banal como “La Hora de la Araña” (2001), la eficaz
“Muere Otro Día” (2002) para la franquicia de James Bond y la universalmente
ridiculizada “xXx 2: Estado de Emergencia” (2005). Cuando lo hace bien (las
escenas de acción de “Muere Otro Día”, por ejemplo, se cuentan entre las
mejores del Bond de los noventa y dos mil), Tamahori puede ofrecer momentos muy
emocionantes; cuando no, le sale “xXx”.
En el caso de
“Next”, el director coreografía una excelente secuencia en la que Cris huye de
sus perseguidores colina abajo utilizando sus poderes predictivos para evitar
una avalancha de carromatos y troncos y rescatando a la agente Ferris de morir
aplastada por un coche. El comienzo de la película también es prometedor, con esa
escena en el Casino en la que Cris se sirve de sus capacidades para esquivar la
seguridad del local escondiéndose a simple vista. Está dirigida con mucho pulso
y ritmo, si bien la premisa ya había sido utilizada en la escena de la huida
con la Precog de “Minority Report”. Sin embargo, la subsiguiente persecución en
coche no funciona igual de bien debido a la confusa superposición entre lo que
está ocurriendo en el presente y lo que Cris predice que va a suceder.
Esto es algo en lo
que tropieza continuamente el director. Hay varias escenas que acaban
culminando en la revelación de que lo que se acaba que ver no ha sucedido sino
que era una “visión” de Cris, retrocediendo acto seguido a un punto temporal
anterior para retomar la trama desde allí. Estos flashes de premonición podrían
haberse ejecutado mejor porque, pretendiendo ser innovadores, terminan por
hacer que el espectador se sienta engañado y que lo que se está haciendo sea
rellenar metraje. Además, la sorpresa por este recurso se acaba pronto y si
nunca se introduce algún tipo de pista visual sobre si lo que está apareciendo
en pantalla es real o no, el espectador acabará distanciándose del
protagonista.
Una vez planteada la
intrigante premisa en la primera media hora, “Next” fracasa en el resto de su
metraje a la hora de sostener el interés o aportar algo verdaderamente
interesante. De hecho, tras exprimir y agotar el cuento de Dick, hay poco que
diferencia a la película de otros thrillers con protagonistas clarividentes
como “Los Ojos de Laura Mars” (1978), “Agente Oculto” (1990), “Asesino del Más
Allá” (1995), “Dentro de Mis Sueños” (1999) o “Premonición” (2000). Hay algunos
momentos rescatables durante los minutos en los que Cris y Elizabeth están rodeados
en el hotel y el FBI trata de burlar los dos minutos de visión futura del
primero para atraparlo y que dan una pista de por dónde podría haber discurrido
el guión para explotar todas las posibilidades de la premisa; pero el resto de
la trama va siguiendo un camino predecible, uniendo escenas en las que Cris va
siguiendo las pistas que le llevarán al paradero de los terroristas.
Y, para colmo, todo se remata con un giro tan torpe y sobado (ATENCIÓN: SPOILERS) como que todo lo que hemos visto en la segunda mitad de la película no era más que una larga visión precognitiva de Cris. No es extraño que muchos espectadores se sintieran estafados. (FIN SPOILER).
Además, abundan los
agujeros de guión: los terroristas, de origen europeo, no parecen tener
ideología o causa alguna que defender; sólo intervienen porque la trama
necesita de un enemigo que la ponga en marcha. Nunca averiguamos cómo obtienen
tanta información de Cris y sus movimientos, o por qué creen que éste puede
frustrar sus planes cuando incluso los mandos superiores del FBI piensan que la
agente Callis está malgastando tiempo y recursos con él. Aún peor, quedar en
evidencia matando a Cris y cruzando su camino con el de decenas de agentes del
FBI no parece el mejor modo de mantenerse en la sombra. Tampoco está nada claro
por qué es tan crucial la ayuda de Cris a la hora de “ver” una detonación
nuclear inminente ya que el artefacto podría estar en
cualquier lugar del país
y un margen tan breve de tiempo como dos minutos no serviría para localizar y
desactivar el explosivo. Teniendo en cuenta la cantidad de operativos que están
asignados a perseguir y capturar a un mago de segunda en Las Vegas, cabe
preguntarse si queda alguien en el FBI haciendo algo más realista para
neutralizar una amenaza de tales dimensiones. Por no hablar de la conveniente
ruptura de la “regla de los dos minutos” cuando se trata de Elizabeth y sobre
lo que no se da explicación alguna.
Ni siquiera resulta
creíble la forzada relación sentimental que el guión establece entre Cris y
Elizabeth. Nicolas Cage y Jessica Biel no tienen ni pizca de química cuando
aparecen juntos en pantalla. En parte, el problema reside en haber seleccionado
a Biel, una actriz sexy y de gran belleza física que hasta entonces había
explotado sus atributos en películas como “Blade: Trinity” (2004) o “La Amenaza
Invisible. Stealth” (2005), donde destacaba por sus interpretaciones de mujeres
intensas, duras y atléticas. Sin embargo, en “Next” se requería a una actriz
con un aspecto más corriente que pudiera ganarse el afecto del público
transmitiendo timidez o indefensión, algo que está más allá de las capacidades
de Biel. En cuanto a Nicolas Cage, se deja llevar haciendo de sí mismo y
Julianne Moore se limita a mantener una actitud odiosa durante toda la historia.
En el mejor de los casos, “Next” es una película que puede ofrecer una moderada dosis de entretenimiento al espectador poco exigente pero que para el aficionado a la CF –no digamos ya a los amantes de la obra de Dick- resultará insatisfactorio y frustrante no sólo por traicionar el espíritu de sus ficciones sino por fracasar estrepitosamente a la hora de explotar la interesante premisa inicial. De no haber sido por los nombres de los actores implicados y el dinero gastado en la producción, “Next” habría terminado saliendo directamente en DVD.
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