jueves, 31 de agosto de 2017

2008-ULTIMÁTUM A LA TIERRA – Scott Derrickson


“Ultimátum a la Tierra” (1951) es uno de los clásicos imprescindibles de la Edad de Oro de la CF. Se estrenó seis años después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki y reflejó con acierto los temores que dominaban a los estadounidenses de esa nueva era dominada por la energía atómica. En lugar de plantear la llegada de un alienígena como una amenaza invasora, se presentó a un ser superior que había viajado desde muy lejos para avisarnos de forma muy directa y clara: o la Humanidad desistía de su proliferación atómica o seríamos aniquilados. Es sobre todo por ser un perfecto representante del sentir de su época por lo que este film ha pasado a la historia del cine.

martes, 29 de agosto de 2017

2002- INFILTRADO - Gary Fleder


“Infiltrado” llegó a las pantallas en 2002 tras una serie de considerables retrasos. Su rodaje se llevó a cabo nada menos que en 1998 con la intención de ser uno de los tres segmentos, de unos cuarenta minutos cada uno, de una película compuesta por tres de ellos y titulada “Light Years”. Ahora bien, por algún motivo el proyecto se malogró y los ejecutivos de Dimension Films pensaron que el material ya filmado de uno de ellos era suficientemente bueno como para alargarlo y convertirlo en una película independiente (los otros segmentos acabaron desembocando en “Mimic” de Guillermo del Toro, y el corto “Alien Love Triangle” de Danny Boyle).

jueves, 17 de agosto de 2017

1972- QUENA Y EL SACRAMÚS – Gos


No es fácil encontrar ciencia ficción de calidad apropiada para los niños. Los libros pueden resultar un material algo pesado y muchas películas y series de televisión son o bien demasiado complejas o bien excesivamente violentas para los espectadores más jóvenes. Otros productos que utilizan un contexto de CF son, sencillamente, una birria que insulta a la inteligencia de adultos e infantes. Por eso me parece interesante comentar aquí una obra en viñetas, salida de una de las mejores factorías de entretenimiento para lectores de todas las edades: la revista belga “Spirou”, en cuyas páginas y a lo largo de su dilatadísima trayectoria (debutó en 1938 y sigue publicándose en la actualidad) han nacido multitud de personajes que figuran entre lo más granado del comic mundial.

jueves, 10 de agosto de 2017

1996- INDEPENDENCE DAY - Roland Emmerich


Entre 1990 y 2001, las historias de invasiones alienígenas tomaron sobre todo la forma de ataques en masa en lugar de discretas infiltraciones puntuales. Naturalmente, películas como “Species” (1995) aún seguían presentando amenazas individuales, aunque incluso en ese caso los extraterrestres no eran sino la avanzadilla de una invasión a mayor escala. De igual forma, “Expediente X” o “The Faculty” se concentraban en aliens solitarios que trataban de fusionarse con la sociedad humana antes de que la horda llegara para completar la tarea de conquista.

domingo, 6 de agosto de 2017

1952-MERCADERES DEL ESPACIO - Frederick Pohl y C.M.Kornblunth (y 2)



(Viene de la entrada anterior)

Naturalmente, la Tierra de “Mercaderes del Espacio” ya ha sido rehecha de esa forma, pero la novela deja muy claro que para todos excepto para una élite de ricos y poderosos, el mundo de ese futuro capitalista por antonomasia dista de ser un sueño. Pohl reconoció haberse inspirado en la distopia capitalista de Aldous Huxley, “Un Mundo Feliz” (1932), si bien en muchos sentidos –aunque no en el aspecto de tiranía política- se parece más al “1984” de Orwell.

viernes, 4 de agosto de 2017

1952-MERCADERES DEL ESPACIO - Frederik Pohl y C.M.Kornblunth (1)



Dos de las preocupaciones existenciales que dominaron la segunda mitad del siglo XX fueron el holocausto nuclear y la integridad humana ante la amenaza cibernética. Pero al mismo tiempo, hoy se mira la década de los cincuenta con cierta nostalgia como la última época en la que reinó cierta seguridad económica, cohesión social y efecto benigno de la tecnología sobre la vida cotidiana. Símbolo de ese optimismo y bienestar son esas aletas que adornaban las carrocerías de los automóviles americanos de entonces, un detalle que sugería audacia, velocidad y modernidad. Los propios coches, a su vez, fueron el elemento característico y prominente de toda una sociedad convencida de su papel de baluarte de la libertad y motor económico y tecnológico del mundo. El gasto en armamento y los grandes proyectos de infraestructuras constituían las bases de ese edificio ideológico conocido como American Way of Life, el cual aprovechaba incluso los movimientos críticos con él –la abstracción modernista, el rock and roll, los beatniks…- para fortalecerse, aduciendo que esas corrientes no eran sino prueba de la Sociedad Libre que les había acogido en su seno; manifestaciones contraculturales culturales que, por otra parte, no tardaba en incorporar al sistema, debidamente diluidas, eso sí.