lunes, 27 de julio de 2009

1854-Los Libros Starianos - C.I.Defontenay


La ciencia ficción anglosajona y concretamente norteamericana tiende a ensombrecer las obras de otras nacionalidades. En el caso que nos ocupa no se les puede reprochar, porque tras su aparición y a pesar de algunos comentarios laudatorios de personalidades de la época, Psi Cassiopea (o Los Libros Starianos según el título español) se deslizó hacia la oscuridad más absoluta en poco tiempo. Defontenay, que murió prematuramente a los treinta y siete años de edad, es más conocido hoy en el campo de la cirugía plástica, ya que en otra de sus obras, ésta de carácter científico, anticipó la importancia que tendría dicha disciplina en la sociedad. Ni siquiera sus compatriotas franceses se acordaron de su obra de ficción hasta que gracias a la labor de algunos entusiastas fue reeditada en Francia en 1972.

Y es que mucho antes de que los escritores de CF soñaran con viajes interestelares, razas alienígenas y colonización de otros planetas, en 1854, en la antesala de la guerra de Crimea, once años antes de que Julio Verne hiciera despegar su cohete hacia la Luna, cuarenta años antes de la máquina temporal de H.G. Wells y casi un siglo antes de que TolkIen diera vida a su compleja mitología, el doctor francés Charlemagne-Ischir Defontenay imaginó la historia de todo un sistema solar localizado en la lejana constelación de Casiopea.


Se trata de la segunda novela de ciencia ficción espacial tras "La Historia Verdadera", escrita por Luciano de Samosata en el siglo II y en la que se narraba una gigantesca batalla espacial con criaturas extraterrestres, llegadas desde los propios confines de la galaxia para ayudar a los selenitas en su contienda con los solarianos.


Los Libros Starianos es una obra pionera asombrosamente audaz en el que se describen el sistema solar de Psi Casiopea y las diferentes razas que viven en uno de sus planetas, su historia de ascenso y decadencia, costumbres, mitología, tecnología, arte (incluyendo ejemplos de poesía y teatro), códigos morales, filosofría, arquitectura y su proceso de colonización de otros planetas. Es un modelo perfecto de la ciencia-ficción: un relato sin precedentes situado tan lejos en el tiempo de nuestro mundo como podamos imaginar pero, aún así, basado en el racionalismo, extraño pero inteligible. Ciertamente incurre en imposibilidades astronómicas de bulto en la configuración de su sistema solar pero esas faltas resultan insignificantes ante ideas tan fascinantes como la del planeta Lessur, que hace el amor a su población entera. Sólamente Olaf Stapledon, muchos años después, podría llegar a igualar tan desbordante imaginación.

Muchos de los temas que toca pasarían con el tiempo a formar parte del sustrato de la rama más romántica de la ciencia-ficción: el antigravitador (un ingenio utilizado por las naves espaciales de forma ovoide para escapar de la atracción gravitatoria); la simbiosis entre razas, el caracter nefasto de la religión (el propio Defontenay era un convencido ateo) o la divinización del hombre como filosofía definitiva de la edad cósmica. A lo largo de los miles de años que comprende la historia stariana se nos presentan civilizaciones con cultos primitivos a la guerra, utopías de corte socialista, matriarcadas consagrados a la búsqueda de la belleza, humanoides hermafroditas que se convierten en los progenitores perfectos, razas de starianos que viven miles de años convirtiéndose en depositarios de todo el saber del mundo, plagas que matan saturando los centros de placer del infectado, ... Tenemos aquí ya un auténtico libro de CF moderna. Después de todo, Julio Verne no fue el inventor del género.


A pesar de que los expertos la consideran como una joya de la CF del siglo XIX, no existe edición reciente en español. La última data de 1977, por parte de Andrómeda, una editorial argentina. Se puede intentar conseguir a través de librerías de lance, descargarlo por internet o bien en alguna edición en inglés.

lunes, 20 de julio de 2009

1838-La narración de A.Gordon Pym-Edgar Allan Poe


The Narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket es la única novela escrita por Edgar Allan Poe. Dado que no conseguía alcanzar el éxito literario deseado con sus narraciones cortas, el escritor norteamericano intentó la serialización de esta historia en las páginas de la revista Southern Literary Messenger a lo largo de 1837. Lo cierto es que tampoco logró demasiada repercusión por parte de crítica y público, ni siquiera cuando al año siguiente el editor Harper la recopiló en un volúmen.

La historia comienza como una aventura marinera bastante convencional, la búsqueda de aventuras en el mar del protagonista, para ir evolucionando de una manera extraña hasta el punto de que resulta difícil encuadrarla claramente en un género determinado. El autor, en la línea de lo que fueron muchos de sus más famosos relatos cortos, convierte la primera mitad de la narración en un rosario de episodios macabros y morbosos: encierros claustrofóbicos, tormentas devastadoras, sangrientos motines, naufragios, escenas de canibalismo, barcos cargados de cadáveres, hambre y sed...


De repente, el protagonista es rescatado por otro barco y la narración se transforma en un relato propio de las novelas de mar, viajes y exploraciones, con largas descripciones de las islas que se encuentran entre el Cabo de Buena Esperanza y el Polo Sur, su geografía y fauna. La circunstancia de que Poe no fuese un experto en navegación marítima ni alguien particularmente interesado por los descubrimientos geográficos hace que esta parte del libro resulte fría y aburrida, con largos trozos plagiados de otros diarios de viaje y obras contemporáneas del género marino (como Address on the Subject of a Surveying and Exploring Expedition to the Pacific Ocean and the South Seas de Jeremiah Reynolds) muy popular entonces y con el que Poe pretendía ganarse sus buenos dólares imitando aquel estilo concreto.

Se ha escrito mucho sobre este extraño trabajo de Poe, sobre sus elementos autobiográficos, el sesgo racista que contienen algunos pasajes o su extraño final. Pero lo que a nosotros nos interesa en cuanto a su relación con los primeros momentos de la CF moderna, es la tercera y última parte de la novela, en la que el navío llega a las regiones antárticas para encontrar una especie de Mundo Perdido tropical en una isla habitada por malignos isleños de alguna manera conectados con una civilización más antigua y avanzada. Se trata de una variación de la teoría de la Tierra Hueca de John Cleves Symmes, que gozó de un amplio predicamento en el siglo XIX. Como en la novela de Symmes, cuanto más próximo al polo sur se viajaba, más cálido era el clima. El relato termina de manera desconcertante y abrupta cuando Pym halla un horrible monstruo blanco en un entorno marino extraño e imposible.

"La narración de A.Gordon Pym" ha sido objeto de una estimación literaria muy discontinua. Hasta tiempos recientes se le prestaba escasa atención al considerársela obra menor, escrita por encargo y poco significativa dentro del conjunto de la producción de Poe. En su momento, los críticos emitieron opiniones bastante negativas, argumentando que el relato era demasiado grotesco, que se apoyaba en exceso en otras obras (por no decir plagiar) y que tenía un argumento incoherente (en parte debido a los fallos de continuidad que comete). Incluso Poe quedó descontento con el resultado.

Pero el caso es que este libro ejerció más influencia de la que cabría esperar, por ejemplo en el "Moby Dick" de Herman Melville o en algunas obras de Julio Verne ("La Esfinge de los Hielos"), Charles Baudelaire ("Viaje a Cythera") o H.P.Lovecraft ("En las montañas de la locura"). Jorge Luis Borges o H.G.Wells escribieron comentarios laudatorios sobre la novela y hoy, a pesar de que pocos críticos la consideran una obra perfecta, es motivo de interés creciente para una nueva generación

Los auténticos aventureros del siglo XIX van dejando cada vez menos rincones del mundo por descubrir, pero Edgar Allan Poe consigue encontrar en la Antártida un rincón para un Mundo Perdido, una Tierra Hueca. La CF sigue siendo, no obstante, un género algo siniestro: en las esquinas inexploradas de la Tierra o en el ignoto futuro que aguarda al cabo de unas décadas, todo parece más oscuro.
Nota: existen bastantes ediciones de esta obra y no debería ser muy difícil encontrar una de ellas en cualquier librería. De todas formas, se puede descargar gratis aquí.

martes, 14 de julio de 2009

1836-Napoleón y la conquista del mundo -Louis Geoffroy


Louis Geoffroy (1803-1858) era el seudónimo de Louis-Napoleón Geoffroy-Château, un escritor fancés que firmó una de las primeras novelas de historia alternativa: Histoire de la Monarchie universelle: Napoléon et la conquête du monde. En ella, Napoleón conquista Rusia en 1812, invade Inglaterra en 1814 y acaba convirtiéndose en una especie de emperador planetario.

El libro detalla con precisión la historia de la conquista del mundo por el emperador y los logros técnicos y científicos que el planeta, ahora ya unido políticamente, va consiguiendo bajo la ilustrada guía del pequeño corso: dirigibles movidos por electricidad, control de los fenómenos meteorológicos, automóviles voladores, máquinas de escribir (llamadas "pianos escritores"), curas milagrosas, desalinización del agua del mar e incluso el descubrimiento de un nuevo planeta, al que el autor bautiza como Vulcano. ¿Quién dijo que la Ciencia Ficción es un género que nació con Julio Verne?

Desgraciadamente, esta curiosidad no es fácil de encontrar y, desde luego, está descatalogado. Se puede conseguir aqui aunque el precio es elevado. Lo mismo se puede decir del ejemplar disponible en esta pagina

martes, 7 de julio de 2009

1835-LA INCOMPARABLE AVENTURA DE UN TAL HANS PFAALL - Edgar Allan Poe


Poe es sobre todo conocido por sus relatos de misterio y terror sobrenatural. Aun cuando no carece de detractores en lo que se refiere a su calidad literaria, nadie le puede negar su originalidad temática y su papel de pionero en el relato de detectives. Alcohólico y depresivo, su mente divagaba por sofisticados escenarios de muy diverso tipo en el que se mezclaba la vertiente más oscura del alma humana y lo esotérico, pero también lo científico.

Los relatos cortos de Poe son difíciles de catalogar como CF, pero éste es uno de los que más se aproximan. Hans Pfaall es un holandés de extracción humilde, remendador de fuelles, quien, cansado de la vida que lleva pero no de vivir, decide emprender una gran aventura lo más lejos posible de su infeliz matrimonio y sus insistentes acreedores. Inspirado por un libro que encuentra por casualidad, construye un globo, lo equipa adecuadamente y comienza a ascender hacia la Luna. Las teorías astronómicas y físicas que maneja Poe en su relato son en su mayoría incorrectas o directamente risibles y sus ideas descabelladas según los conocimientos científicos de que disponemos hoy: los efectos de la ascensión sobre los organismos vivos; la atmósfera que, aunque enrarecida, se alarga hasta la Luna; las temperaturas soportables en el espacio exterior; la ausencia de velocidad de escape, vacío o ingravidez; la débil atmósfera de la Luna; los volcanes activos en su superficie -que vomitan meteoritos hacia la Tierra- e incluso una forma de vida inteligente.

Pero no estamos ante un cuento fantástico. El autor describe con minunciosidad la fabricación de la cabina y el globo así como el equipo que transporta, detalla las observaciones que van recogiendo sus instrumentos y cómo resuelve problemas como la supervivencia en una atmósfera pobre en oxígeno. Esta orientación claramente científica lo aparta de narraciones anteriores en las que los viajes fuera de la Tierra eran tratados como si de un cuento infantil se tratara, un mero trámite a cubrir como antesala a aventuras en escenarios exóticos y alienígenas. Resulta por otra parte curioso leer sobre la idea que se tenía entonces -puesto que Poe, en no poca medida, recoge visiones contemporáneas- de cómo se vería nuestro planeta desde el espacio. Hoy, la imagen de la gran bola azul terrestre fotografiada desde satélites y lanzaderas espaciales es algo cotidiano, incluso familiar: Pero no nos damos cuenta de lo extraordinario que es tal hazaña hasta que repasamos el paisaje imaginado por el escritor, tan ingenuo como ajeno a la realidad. Poe quiso reflejar la maravilla de un viaje extraordinario. Jamás hubiera podido imaginar que la experiencia auténtica resultaría incluso más fantástica que su ficción.

Existen en las librerías muchas ediciones de los relatos y cuentos de Edgar Allan Poe. La edición revisada para esta reseña es la de la editorial Alianza, con traducción de Julio Cortázar. La podéis encontrar aqui o bien descargarlo gratis de internet aquí.

jueves, 2 de julio de 2009

1827- ¡LA MOMIA! O UN CUENTO DEL SIGLO XXII - Jane C. Loudon


Jane C. Webb Loudon (1807-1858) fue un caso extraño y probablemente único. Aunque se la suele citar como una pionera del género de la ciencia ficción antes de que este término se inventara, también se la incluye dentro de las categorías de novela gótica, fantasía o terror. En realidad, el trabajo por el que fue más conocida fueron sus manuales populares de jardinería, que supusieron una bienvenida alternativa a los voluminosos estudios de horticultura que se utilizaban hasta entonces.

Tras la muerte de su padre y necesitada de dinero, decidió retomar una idea que había tenido tiempo antes acerca de una novela en la que la acción transcurría en el siglo XXII y donde se pretendía predecir el estado en el que se encontraría Inglaterra.

La campaña napoleónica en Egipto y las investigaciones de los sabios que acompañaron a la expedición a finales del siglo XVIII despertó en la sociedad británica un enorme interés por la misteriosa cultura egipcia. Jane Loudon no fue ajena a ello y probablemente asistió cuando era niña a la apertura pública de los vendajes de unas momias en un teatro londinense en 1821. Por otra parte, es muy posible que tomara como referencia la novela de Mary Shelley "Frankenstein", publicada en 1818, a la hora de crear a su redivivo faraón Keops..

Pero "La Momia" es un libro muy diferente a Frankenstein. A diferencia de la criatura de Shelley, su momia no va de un sitio a otro sembrando el terror y la muerte, sino dando certeros consejos sobre política o la vida a aquellos que se han ganado su amistad. De hecho y hasta cierto punto, "La Momia" puede interpretarse como una reacción a ciertos temas presentes en "Frankenstein": Keops afirma que en último término le debe su vida al favor divino y no a un experimento científico por mucho que la resurrección de la momia se describa en términos técnicos -un shock eléctrico- en lugar de recurrir a encantamientos y misticismos.

Por otra parte y a diferencia de otros tempranos trabajos de ciencia ficción (como el ya reseñado "El Último Hombre" de Shelley) Loudon no se limitó a pintar un futuro que fuera básicamente igual a su propia época con algunos cambios políticos menores, sino que avanzó novedades en tecnología, sociedad e incluso moda. Sus damas de la corte llevan pantalones, los cirujanos y abogados eran autómatas accionados por vapor... incluso describe vagamente una especie de antepasado de Internet.

The Mummy!: Or a Tale of the Twenty-Second Century apareció publicada de forma anómina en 1827 en tres volúmenes (costumbre de la época que permitía llevar cada librito cómodamente) y desde el principio recogió críticas favorables. Hasta donde se, no hay edición en español, pero se puede conseguir la inglesa a través de Amazón en http://www.amazon.com/Mummy-Twenty-Second-Century-Arbor-Paperbacks/dp/0472065742