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jueves, 14 de diciembre de 2017
2011- DESTINO OCULTO – George Nolfi
Philip K Dick es uno de los autores literarios más llevados al cine, lo cual no deja de ser sorprendente habida cuenta de lo complejas y extrañas que suelen ser sus novelas y cuentos. En cambio, otros autores clásicos incluso más conocidos, como Isaac Asimov, Robert Heinlein o Arthur C.Clarke, han sido trasladados a la pantalla muy esporádicamente. El nombre de Dick, por su parte, figura en los créditos de películas como “Blade Runner” (1982), “Desafío Total” (1990), “Asesinos Cibernéticos” (1995), “Infiltrado” (2001), “Minority Report” (2002), “Paycheck” (2003), “A Scanner Darkly” (2006), “Next” (2007) o “Radio Free Albemuth” (2010) así como el documental “El Evangelio según Philip K.Dick” (2000), sobre la extraña vida del escritor.
Podría pensarse que la razón de esta proliferación de películas basadas en sus relatos cortos reside en lo fascinante que resulta la mirada de Dick sobre la realidad: seres artificiales indistinguibles de los auténticos, sofisticadas ilusiones que se manipulan con oscuros fines, la capacidad para alterar el propio tejido de la existencia… son conceptos que dan forma a un tipo de ciencia ficción eminentemente psicológica mucho más barata de recrear en la pantalla que aquellas obras que requieren la construcción de mundos futuristas o entornos extraterrestres. “Destino Oculto” es un buen ejemplo de ello (por cierto, poco acertada la traducción del título en la versión española. El original, “The Adjustment Bureau” –“La Oficina de Ajustes”- se ciñe mucho más al espíritu de la película).
David Norris (Matt Damon) es un joven político de Nueva York cuya carrera hacia el Senado parece prometedora…hasta que el día clave pierde las elecciones. Cuando se refugia en el cuarto de baño del hotel donde se congregan sus seguidores para ensayar su discurso de derrota, se encuentra con Elise Sellas (Emily Blunt), que se esconde allí de los guardias de seguridad que la buscan por haberse colado en una boda. Los dos sienten una conexión instantánea antes de que ella salga corriendo. Inspirado por la joven, cuando David pronuncia su discurso, éste resulta ser de todo menos políticamente correcto.
Algún tiempo después, vuelve a encontrarse con Elise en un autobús y ésta le entrega su número de teléfono. Pero un grupo de misteriosos hombres con sombrero lo han estado siguiendo y uno de ellos, al que se había encargado impedir el reencuentro de ambos, se queda dormido. Estos hombres no tienen otra salida que capturar a David y explicarle que su misión consiste en intervenir leve y secretamente en la realidad para que ésta se ajuste al Plan, el cual dicta que él y Elise no deben estar juntos. Queman el número de teléfono de la chica y le dicen que si vuelve a verla o si cuenta algo de todo esto a alguien, se verán obligados a freírle el cerebro.
A pesar de los riesgos, David siente una conexión íntima e irreprimible con Elise y coge el mismo autobús todos los días durante los siguientes tres años con la esperanza de coincidir con ella. Hasta que un día, por fin, la ve por la calle, salta del autobús y la convence para tener una cita. El “equipo del sombrero” hace todo lo que está en su mano para impedir el encuentro, pero David es lo suficientemente astuto como para burlarlos. Entonces entra en juego un veterano agente del Plan, Thompson (Terence Stamp), que le explica a David que si sigue el destino trazado para él, se convertirá en presidente de Estados Unidos y Elise llegará a ser una de las mejores bailarinas del mundo; pero si se dejan llevar por sus impulsos románticos, se condenarán a una vida de mediocridad.
“Destino Oculto” es el debut como realizador de George Nolfi, que anteriormente había ejercido como guionista de títulos como “Timeline” (2003), “La Sombra de la Sospecha” (2006), “Ocean´s Twelve” (2004) y “El Últimatum de Bourne” (2007), los dos últimos protagonizados también por Matt Damon. La película está coproducida por Electric Shepard Productions, la compañía fundada por las dos hijas del escritor, Isa Dick Hackett y Laura Leslie, para coordinar y controlar las adaptaciones al cine de la extensa obra de su padre.
Como suele ser habitual en la traslación a la pantalla de los cuentos de Dick, “Destino Oculto” se toma amplias licencias con el relato original, “Equipo de Ajuste”, publicado en la revista Orbit Science Fiction, en 1954. En éste, el héroe no es un joven y prometedor político, sino un vendedor de seguros de lo más ordinario. Más importante aún: no hay historia de amor alguna ni ningún personaje equivalente a Elise. La trama versa sobre los trastornos que sufre el desarrollo de un misterioso plan a causa de los inoportunos ladridos de un perro, resultando que el protagonista toma conciencia de lo que se esconde tras lo que él percibe como realidad. Se lo cuenta a su esposa y es entonces arrastrado fuera del tiempo, donde le explican lo que ocurre (en una escena similar a la que vemos en la película) antes de devolverlo al mundo “real” y que convenza a su mujer de que ha sufrido un lapso psicótico. No hay ningún elemento de suspense relacionado con su lucha por escapar a los dictados del destino ni revelación de los grandes planes que han preparado para él. Solamente que el ladrido del perro en el momento preciso propiciará de alguna forma no especificada la paz entre el Este y el Oeste (eran los tiempos de la Guerra Fría). Tampoco se dice nada de puertas dimensionales o sombreros.
Algunas de las adaptaciones de obras de Dick que he mencionado más arriba prescinden casi totalmente del material original o bien lo amplían hasta elaborar algo totalmente diferente, como fueron los casos de “Desafío Total”, “Paycheck” o “Next”, que convirtieron cuentos cortos en largos thrillers repletos de acción y persecuciones. “Destino Oculto” puede que sea una de las mejores traslaciones a la pantalla de un relato de Dick aun cuando introduzca muchos cambios en el mismo. Es uno de esos raros films de ciencia ficción (aunque bien podría ser interpretado como una historia de fantasía) que funciona a un nivel puramente conceptual. La campaña promocional de la película puso el acento en la huida de los personajes, lo que hizo temer a los aficionados que se encontrarían ante otra cinta de acción más que se aprovechaba injustificadamente del nombre de Dick. Pero no es el caso. De hecho, y tratándose de un film de CF, “Destino Oculto” mantiene un perfil sorprendentemente bajo en lo que se refiere a los efectos especiales: éstos se reducen a una serie de puertas que llevan a otras estancias o partes de la ciudad como si de un laberinto se tratara (quizá inspirándose en la miniserie televisiva “Habitación Perdida” (2006); y la “tecnología” futurista se limita a unos humildes sombreros y unas agendas digitales en las que se visualiza el cambiante Plan.
No han sido pocos los comentaristas que, reconociendo que el tema tratado –el libre albedrío- es interesante, su resolución es demasiado gris, carente de energía, criticando además las elipsis temporales que se intercalan o la ausencia de misterio dado que todo (los agentes, el Plan, el destino de David) se revela en los primeros veinte minutos, siendo el resto del metraje “sólo” la reacción de los personajes a esa información.
Ahora bien, hay que apreciar la valentía del planteamiento, porque no son muchas las películas de ciencia ficción que apelen al intelecto del espectador. La dirección de Nolfi es sobria en oposición a la ostentación y forzada espectacularidad a la que suelen recurrir directores más mediocres y/o egocéntricos; y, sin olvidar su trayectoria previa como guionista, prefiere dejar que sean la historia y los personajes lo que haga avanzar el film por encima de los efectos especiales. Lo que no quiere decir que las dos escenas de acción que contiene -¡Ojo! Acción en este caso no equivale a violencia- no sean dinámicas y estén bien resueltas: la secuencia en que David trata por todos los medios de llegar al estudio de danza de Elise mientras el equipo de ajuste le va frustrando sus intentos; o el clímax en el que el protagonista –acompañado luego de su amante- va atravesando puertas y más puertas huyendo de sus perseguidores. El rodaje en auténticos exteriores ayuda a sostener la ilusión de que los personajes se están moviendo de verdad por la ciudad.
Igualmente acertada es la forma que elige Nolfi para articular la idea central (de hecho, lo hace mejor que el propio Dick en su cuento). Para asegurar el cumplimiento del plan, los agentes no interfieren directamente en las mentes de las personas, sino que manipulan sutilmente la realidad para dirigir nuestros actos y opiniones. El libre albedrío, por tanto, no es más que una ilusión.
Es cierto que hay aspectos que se dejan sin explorar: el propósito último del Plan, la auténtica naturaleza de los agentes (¿Son extraterrestres?,¿Seres de otra dimensión? ¿Ángeles?) o si fueron responsables de la trágica muerte de los padres de David. Pero al fin y al cabo, el director y guionista ha tomado una decisión que me parece respetable y que es centrarse en la peripecia romántica de los dos protagonistas en lugar de tratar de pintar un cuadro de mayor envergadura en la que el héroe desvele algún gran misterio universal. Esa decisión tuvo que ver también, por ejemplo, en que todos los agentes de la Oficina de Ajustes sean varones. Esto puede resultar algo sexista si se ignora que el guión original contemplaba en el clímax la aparición del Presidente, la inteligencia tras el Plan, y que éste sería una mujer (o al menos tendría la forma de una). No sólo se eligió a la actriz correspondiente –el director no ha desvelado su nombre- sino que tal escena se llegó a filmar. Pero Nolfi no estaba muy satisfecho. Prefería dejar a los espectadores con el misterio sin resolver y meses después de terminar la producción rodó un nuevo final y cortó dicha escena.
Decía más arriba que no se descubría la auténtica naturaleza de los agentes, pero sí se apunta a un contexto religioso, con los sombreros “mágicos” representando el halo de los ángeles; el enigmático Presidente que siempre lanza sus órdenes desde “arriba” remite a algún tipo de deidad y la Biblioteca hace el papel de Cielo. Aunque a priori parecería difícil llevar a la pantalla estas ideas, Nolfi lo consigue con acierto gracias entre otras cosas a que la propia película no se toma demasiado en serio a sí misma. Hay chispas de humor dispersas por toda la película, pero no tantas como para condicionar el tono general ni socavar la esencia dramática de la trama.
Pese a las discusiones sobre si categorizarla como película de CF o Fantasía, “Destino Oculto” es en el fondo y sobre todo una historia de amor. La idea de mezclar la sustancia paranoica de los relatos de Philip K.Dick con el drama romántico parece a primera vista algo contra natura. Muchas de las mejores historias del escritor, como he mencionado, tienen que ver con la disolución de las barreras de la realidad, con el descubrimiento de que lo considerado “normal” es una mentira. Pues bien, los dramas y comedias románticos se basan precisamente en la restauración de la normalidad, esto es, que dos amantes encuentren juntos la felicidad.
En la ficción, las grandes sagas de amor eterno siempre han tenido un trasfondo fatalista: son historias en las que se crea la sensación de que todo el universo conspira para mantener separados a los amantes. A menudo ese universo toma la forma de enemistades familiares, presión social, distancia geográfica o malentendidos de todo tipo. Si quieren hallar la felicidad, los amantes deben superar todos esos obstáculos y reencontrarse. Y, en este sentido, me parece que Nolfi, además de un planteamiento inteligente, es honesto. No oculta ni arrincona en ningún momento la naturaleza romántica de la historia pero tampoco cae en el sentimentalismo fácil. Simplemente, sustituye al destino por hombres trajeados y con sombrero. Cierto, no es el tipo de relato que hubiera salido de la mente de Dick, pero tampoco otras adaptaciones de su obra han sido fieles a su espíritu y sí resultan mucho más convencionales y menos inspiradas que esta.
Dado que “Destino Oculto” no es una película que se apoye en el diseño o los efectos visuales, una parte importante de su éxito o fracaso recae sobre los actores. Matt Damon realiza un buen papel como tipo carismático que no ha perdido todavía sus raíces. Aunque es Emily Blunt la que más destaca del reparto por su construcción de una mujer fuerte e inteligente y al tiempo sensible. La química entre ellos funciona bien, lo que resulta fundamental para economizar metraje en las escenas puramente “románticas” dado que hay bastante que contar en los 106 minutos que dura la película. En este sentido, su primera escena conjunta, la del baño del hotel, es clave. No es larga, pero Damon y Blunt consiguen establecer una clara conexión; y dado que la mayor parte del film consiste en mantenerlos separados, es notable lo bien que ambos sintonizan en los segmentos que comparten.
Asimismo hay que mencionar la magnífica intervención de Terence Stamp, dando vida a un frío y eficiente agente que transmite una auténtica sensación de peligro. El veterano John Slattery en el papel de burócrata de bajo nivel superado por las circunstancias y un más joven Anthony Mackie como agente atormentado y en desacuerdo con sus superiores (además e intencionadamente, es el único agente negro), ofrecen unas interpretaciones sólidas y contenidas.
“Destino Oculto” es una película original e inteligente que funciona tanto como drama romántico como aventura de ciencia ficción basada en una idea y no en la estética o la acción. La idea del libre albedrío y si podemos madurar lo suficiente como para ejercerlo, es muy atractiva. Sería fácil lastrar a la trama con debates existencialistas, pero Nolfi consigue introducir materia para la reflexión y el debate y, al mismo tiempo, ofrecer un entretenimiento sencillo y elegante.
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He visto casi todas las adaptaciones de las obras a PKD al Cine y, naturalmente exceptuando a Blade Runner, todas son bastante malas (bueno la de Verhoeven no pero sólo es entretenida). No he visto Infiltrados y después de lo que escribiste sobre ella moriré así. Las 2 últimas ni me sonaban, esperaré a leer sobre ellas. Tengo para ver la de Scanner que la han puesto buena. A ver qué tal. Esta también la vi y me parece bastante mala.
ResponderEliminarEvidentemente no soy su target así que no es sorprendente. Yo conozco a PKD y por tanto no me espero ver un relato suyo convertido en una boba y convencional historia de amor con un trasfondo cristiano light. Me aburrí muchísimo porque lo romántico no me interesa, pero la peli también es muy mediocre. No tiene nada atractivo. Es una peli "para señoras" camuflada de otra cosa.
Me gusta lo de la peli para señoras... :-)
ResponderEliminarLa idea de los sombreros me causó gracia, es casi lo único que recuerdo de la película, además de a Emily Blunt...
ResponderEliminarSaludos,
J.