sábado, 23 de agosto de 2014

1977- JUEZ DREDD (y 3)



(Viene de la entrada anterior)

En un periodo de ocho años, Dredd había pasado de ser un recién llegado a convertirse en el personaje de comic más famoso de Gran Bretaña, relegando incluso a su heroico predecesor viñetero, Dan Dare. Los tiempos habían cambiado y era Dredd quien más en sintonía estaba con ellos. Paradójicamente, conforme su popularidad se extendía generando el correspondiente merchandising y sus historias se multiplicaban en diversos formatos (tiras de periódico, álbumes, reimpresiones), saltando a otros países e incluso poniendo un pie en Estados Unidos, su interés, frescura y originalidad fueron disminuyendo.



A pesar de ello, de vez cuando siguieron publicándose sagas dignas de interés. Por ejemplo, “Democracia” (1986). En Mega-City Uno aparece un movimiento prodemocrático que se opone al gobierno fascista de los Jueces. La primera mártir de esa lucha es una mujer, Hester Hyman, asesinada por el propio Dredd. Más tarde, se convoca en su nombre una enorme marcha prodemocrática y Dredd recurre a tácticas sucias para sabotearla porque, según él, la democracia fue ya un experimento fallido. La serie siempre había sido una especie de sátira fascista (otras historias relacionadas con la idea democrática en Mega-City fueron “América”, “Carta a un Demócrata” o “Guerra Total”), pero esta saga forzó la situación más que nunca, mostrando sin recato lo horrible que sería vivir bajo un gobierno de jueces. En lugar de a monstruos y supercriminales, el Juez se enfrenta aquí a gente ordinaria. De repente su firmeza y capacidad guerrera ya no parece tan admirable.

Cuatro años después, en el arco argumental “Necrópolis” (1990) Dredd empieza por fin a tener dudas respecto a que los jueces sepan realmente lo que es mejor para el pueblo de Mega-City Uno. Dimite de su puesto como juez y se exilia en la Tierra Maldita. Pero su lugar es ocupado por el Juez Kraken, quien resulta ser un peón de los Jueces Oscuros en su intención de escapar de su realidad y volver a sembrar el terror. Aunque Dredd regresará para salvar a la ciudad, su relación con ella ya nunca será la misma.

En “Mecanismo” (1992-1993), tras el desastre de “Necrópolis”, la ciudad experimenta con la posibilidad de sustituir a los Jueces por robots. Pero éstos demuestran una preocupante propensión a descontrolarse –tal y como sabe cualquier lector de ciencia ficción-. Dredd se ve obligado a infringir la ley para detener a los jueces robóticos y enfrentarse a su antigua aliada, la Juez
McGruder, cada vez más inestable tras su autoexilio a la Tierra Maldita años atrás. Aunque alargada en exceso, es esta una saga interesante por cuanto supone ver a Dredd romper la misma ley que tanto ha luchado por defender.

Con ocasión del 30º aniversario del personaje, sus creadores originales, John Wagner y Carlos Ezquerra ofrecieron una saga, “Orígenes” (2006-2007) en la que se revelan los orígenes de la Tierra Maldita y los Jueces con una aventura en la que Dredd y otros colegas se aventuran fuera de Mega-City para entregar un rescate por el cuerpo desaparecido mucho tiempo atrás del primer Juez Jefe, Fargo. Dredd no solo averigua que él mismo es un clon del Juez Fargo y que tras la creación del sistema de Jueces se esconde una nada despreciable corrupción, sino que a raíz de su experiencia cambiará su actitud ante las leyes antimutantes de Mega-City y despertará en él un destello de empatía hasta entonces inédita.

El siguiente arco argumental relevante fue “Tour of Duty” (2009-2010), en el que Dredd vuelve a sufrir el exilio cuando su postura promutante se enfrenta a la política excluyente del nuevo Juez Jefe. En esta ocasión, se le asigna la protección de cuatro barrios de mutantes de reciente creación. Cuando un asesino en serie llamado P.J.Quizás (que es en realidad el alcalde) siembra la muerte y el pánico en Mega-City, Dredd es el único que puede solucionar el problema.

A este respecto, lo que Wagner creó inicialmente como una figura tan antidemocrática y autoritaria que rayaba en el absurdo, fue, con el transcurso de los años, acercándose a posturas más liberales convertido, como en esta saga, en un defensor de la minoría mutante oprimida. El propio guionista admitió que “era necesario dejar que el personaje evolucionara sin alterar su naturaleza vindicativa o su actitud hacia el trabajo. Ha cambiado, pero nunca cometáis el error de pensar que es un apasionado liberal”.

Como última saga de relevancia citaré “Día de Caos” (2011-2012), una aventura épica de 48
números en la que se retoman y confluyen líneas argumentales de grandes historias de años atrás. Los rusos buscan venganza por la derrota en la Guerra del Apocalipsis y liberan un virus letal en Mega-City Uno; P.J.Quizás escapa, más loco que nunca, y asesina a su sucesor; y, por si eso fuera poco, los Jueces Oscuros se las arreglan para regresar… Tras tantas historias en las que una u otra amenaza a punto estaba de aniquilar Mega-City Uno, John Wagner por fin se zambulle en una orgía de destrucción total en el transcurso de la cual muere el 87% de la población de la urbe y casi todos los cadetes de la Academia de los Jueces. En buena medida, los peores horrores son resultado de la incapacidad de los jueces para adoptar los métodos despiadados y extremos de Dredd. El guionista encuentra por tanto la forma de devolver al protagonista a sus raíces originales.

Me siento incapaz de glosar siquiera someramente más material del que a lo largo de todas estas décadas ha aparecido con el Juez Dredd como protagonista, escrito principalmente por John Wagner. Sería una relación aburrida y poco fructífera por cuanto la mayor parte carece de interés para quien no sea un rendido seguidor del personaje. Personalmente, lo único que recomendaría para quien quiera probar suerte con el Juez Dredd serían las sagas comentadas.

Aunque las entregas de Juez Dredd están estructuradas como historias cortas –en cada número de 2000 AD se incluyen de seis a ocho páginas del personaje- existe una continuidad subyacente –responsabilidad en buena medida de la coordinación editorial de Pat Mills-, y los acontecimientos narrados en algunas de las historias más relevantes tienen consecuencias que se exploran en narraciones posteriores. Elegir al azar cualquier historia de Dredd no impedirá disfrutar de la acción que siempre contienen, pero cuanto más se empape uno de su peculiar universo, mejor podrá apreciar los detalles y comprender la forma en que se ha ido construyendo paulatinamente ese entorno futurista.

Es cierto, no obstante, que en los últimos años el tono de las historias se ha vuelto más
sofisticado a la hora de describir la ética del sistema judicial en el que Dredd opera, así como el panorama político de Mega-City Uno. No sólo eso, sino que en un mundo, el de los héroes de comic, en el que habitualmente parece no pasar el tiempo, el Juez Dredd ha ido envejeciendo en lo que podríamos definir como “tiempo real”. Efectivamente, cuando debutó en 1977, sus aventuras tenían lugar en el año 2099. Hoy transcurren en el 2136 y el protagonista supera los 70 años.

John Wagner admitió en una entrevista que cuando creó al personaje no le dio más de cuatro o cinco años de vida. No esperaba que “2000 A.D.” durara más que eso, lo normal en muchas publicaciones de la época. Hoy, con medio siglo de servicio activo a sus espaldas, no puede extrañar que el temperamento de Dredd se haya vuelto más precavido y reflexivo que en sus primeros años. Hasta sus compañeros lo ven de una forma diferente, como una vieja leyenda cuyos mejores tiempos ya han quedado atrás. Hace unos años, incluso, se le diagnosticó un cáncer benigno en el duodeno, algo que parece haberse dejado de lado en las historias actuales y que puede que en el futuro no sea una dolencia grave habida cuenta de la tecnología disponible, pero que sí abunda en la idea de un personaje capaz de envejecer al mismo ritmo que sus lectores más veteranos. ¿Cuánto tiempo podrán los creadores seguir envejeciendo a este icono de la cultura popular? ¿Quién le reemplazará? Son preguntas que aún tendrán que hallar respuesta.

La fenomenal popularidad de Juez Dredd ha generado desde hace años una proliferación insensata de publicaciones derivadas, incluyendo dos cabeceras mensuales en blanco y negro que reeditan material antiguo: “Best of 2000 AD Monthly”, que no se centra exclusivamente en el Juez Dredd, y “The Complete Judge Dredd”. Desde 1990, se publica mensualmente y a todo color “Judge Dredd, The Megazine”, con historias serializadas, algunas de ellas con continuidad sincronizada con las presentadas en “2000 AD”. Titan Books ha lanzado diversas colecciones recopilatorias, como “The Chronicles of Judge Dredd” (desde 1981) o “Judge Dredd Graphic Paperbacks” (desde 1988). Por no mencionar los diferentes anuales, números especiales, videojuegos, audiolibros, tira de prensa, juegos de mesa y de rol, novelas y, hasta la fecha, dos películas de acción real. Dos personajes femeninos, la Juez Anderson y la Juez Hershey, llegarían también a disfrutar de sus propias series durante un tiempo. Incluso el Juez Muerte obtendría su propia cabecera, así como el Juez Armadura, el equivalente a Dredd en la Brit Cit.

Otra editorial, Eagle Comics, se fundó para explotar la fama del Juez Dredd en los Estados
Unidos, reeditando –coloreadas y adaptadas al formato de comic book- las primeras aventuras publicadas en “2000 A.D.”. Esa labor sería continuada por Quality Comics. Ambas editoriales superaron el problema de la incompatibilidad en los tamaños de página estirando la imagen respecto a la edición inglesa, lo que provocó que los personajes tuvieran un aspecto alto y delgado.

Un salto de gigante en su internacionalización tuvo lugar cuando en 1991, DC Comics y Fleetway publicaron conjuntamente un team-up entre Dredd y Batman, “Juicio en Gotham”, escrito por John Wagner y Alan Grant y pintado por el llamativo Simon Bisley. La misma DC comics publicó su propia serie del Juez Dredd,”Legends of the Law”, entre 1994 y 1995. En 2013, la editorial norteamericana IDW lanzó su propio comic mensual del Juez Dredd, así como el spin-off “Mega-City Dos” y la miniserie “Juez Dredd: Año Uno”. Aunque estos comics se integran dentro de lo escrito por John Wagner durante décadas, en un intento de captar lectores de las nuevas generaciones, los guionistas de IDW sitúan la acción en el año 2100, presentando a un Juez más joven que el actual y tratando de establecer su propia continuidad.

El éxito continuado de Juez Dredd puede responder a dos razones principales. En primer lugar, no hay duda de que la combinación de un estirado y reaccionario defensor de la ley en un entorno futurista resultó ser particularmente atractiva para muchos lectores, algo que Wagner sabía muy bien. El propio guionista declaró: “És un extremista. Los personajes aguados no calan muy bien, pero alguien que es extremadamente malo o bueno es, automáticamente, más interesante. Dredd puntúa aquí doble, porque es tanto bueno como malo: el rígido pilar de la ley, nunca desviándose de su código y, aún así, juzgando de forma que, para los estándares actuales, resulta terrorífico”.

En otra entrevista fue aún más sincero: “Supongo que hay mucho de Dredd en mí mismo, pero,
¿acaso no lo hay en la mayoría de nosotros? Yo describiría mi inclinación política como bastante hacia la izquierda. Cualquier tipo de brutalidad policial me horroriza y, aún así, aún así… admito que a veces fantaseo con que Dredd aparezca y le de a ese o a aquel chorizo una buena tunda con su porra”.

Como curiosidad, recordemos que al otro lado del Atlántico, por aquellas mismas fechas –en realidad un poco antes, en 1974-, surgió un personaje similar y con éxito parecido: Punisher, si bien, de acuerdo a la tradición norteamericana de justicieros individualistas derivada del western, no actuaba como oficial de la ley, sino como agente independiente.

En segundo lugar, el Juez Dredd ha disfrutado normalmente de un nivel creativo bastante más sólido que el de muchos otros personajes, lo que sin duda ha contribuido a mantener una popularidad sostenida en el tiempo.

“Juez Dredd” es, sobre todo, un comic muy británico, tanto en su planteamiento (los futuros distópicos han acompañado a la ciencia ficción británica desde sus inicios) y desarrollo argumental como en su dibujo. Sus páginas están llenas de bromas y guiños dirigidos a un público inglés y tanto su tono satírico como su serialización fragmentada pueden no ser del gusto del lector afín al comic book americano o al álbum europeo.

A menudo criticado injustamente de producto fascista y violento por aquellos que no comprenden su sutil crítica a la figura del vigilante justiciero, se ha convertido, y de esto no hay ninguna duda, en uno de los personajes más conocidos y populares del mundo de la ciencia ficción y del comic en general, trascendiendo su origen viñetero para alcanzar la naturaleza de franquicia multimedia e icono de la cultura popular contemporánea.


4 comentarios:

  1. un dosier realmente currado y entretenido, he matado bastante bien el tiempo en una aburrida guardia, muchas gracias.

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  2. Muchas gracias por compartir toda esta enorme cantidad de datos. Una excelente guía que pienso aprovechar para realizar futuras compras.

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  3. Wow que buenos articulos gracias por publicar

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  4. Gracias a ti por pasarte y comentar. Es difícil hacer un artículo sobre el Juez Dredd, porque es un personaje sobre el que se ha publicado tantísimo, que es complicado seleccionar. Espero que al menos te haya dado una idea de por dónde va la serie y qué te podría interesar. Un saludo.

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