viernes, 14 de junio de 2024

1986- LOIS MCMASTER BUJOLD Y LA SAGA DE MILES VORKOSIGAN (1)

 


En 2012, cuando cumplió 63 años, Lois McMaster Bujold comentó que su vida había estado extrañamente equilibrada: permaneció soltera durante 21 años, casada durante 21 años y divorciada durante otros 21. Aunque señaló, sin embargo, que "no todos los tercios parecen tener el mismo peso", lo cierto es que, en términos de su carrera como escritora, cada tercio tiene la misma pero diferente importancia. En el primero, sentó las bases de su carrera; en el segundo, se consagró como escritora profesional; y, desde entonces, ha consolidado su posición como una de las autoras de ciencia ficción y fantasía más populares en todo el mundo.

 

Lois McMaster nació en Columbus, Ohio, el 2 de noviembre de 1949, tercer vástago y única hija de Robert Charles McMaster y Laura Gerould McMaster. Sus padres se habían graduado en la misma escuela secundaria en Wilkinsbourg, Pennsilvania, en 1930, aunque no comenzaron a salir hasta más tarde. Bob obtuvo su primer título en ingeniería eléctrica de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, en 1936 y luego pasó a graduarse también en el Instituto de Tecnología de California (CalTech), en Pasadena, donde obtuvo un master en Ciencias en 1938 y el doctorado en 1944. Se mudó a Ohio en 1945, donde inicialmente ocupó un puesto como supervisor de ingeniería eléctrica en los laboratorios del Battelle Memorial Institute en Columbus. Desde 1955 hasta su jubilación en 1977 fue profesor en la Universidad Estatal de Ohio, especializándose en ingeniería de soldadura. En su tiempo libre era “hombre del tiempo” de la televisión, uno de los primeros del mundo, transmitiendo boletines meteorológicos dos veces al día en la WBNS-TV en Columbus, de 1950 a 1964. La casa familiar donde crecieron Lois y sus dos hermanos mayores estaba en Upper Arlington, una población suburbana justo al oeste del campus universitario, cuyo origen había sido el desarrollo de una ciudad jardín iniciada en 1913, un ambiente de clase media tranquilo y seguro.

 

El obituario de Bob McMaster, escrito por Robert I. Jaffee, en los "Memorial Tributes" de la Academia Nacional de Ingeniería, destaca que fue un excelente profesor cuyas pizarras cuidadosamente impresas y su voz retumbante siempre permanecerían en la memoria de sus alumnos. También señala que era tan meticuloso profesor de inglés como de ingeniería: si un estudiante presentaba un escrito con errores gramaticales, se lo devolvía "con un comentario conciso" para corregirlo antes de la presentación final. El hermano de Lois, Jim, también publicó sus propios recuerdos de su padre, con quien estudió en el curso de cinco años de Ingeniería de Soldadura. "Doc", como lo llamaban en el departamento, solía tener una caricatura de un hombre recogiendo una enorme bola de hilo en la puerta de su oficina, con la leyenda "Hagas lo que hagas, hazlo lo mejor que puedas".

 

El padre de Lois fue, claramente, una figura crucial en su desarrollo vital. Como muchos ingenieros de la época, era lector de ciencia ficción. Fue suscriptor de "Astounding Science Fiction", la principal revista mensual de ciencia ficción desde finales de la década de 1930, y le regaló a Lois su propia suscripción cuando cumplió 13 años. En ese momento, el veterano editor de la publicación, John W.Campbell Jr., acababa de rebautizarla como "Analog". Poco podía imaginar la joven Lois que un día esas páginas acabarían publicando sus cuentos y novelas. Su ejemplar mensual de “Analog” era claramente importante para la joven Lois, porque una o dos veces su madre cogió la copia del buzón y la guardó hasta que Lois hubo limpiado su habitación.

 

McMaster también era escritor: editó el "Manual de Pruebas no Destructivas", que se convirtió en un libro de referencia estándar en todo el mundo: el McMaster de Materiales. Supuso un enorme trabajo, que realizó en su casa, en el despacho que tenía en el piso superior: "Los recuerdos de mi padre se centran en el ruido de su IBM Selectric, el aroma del humo de la pipa y los constantes acordes de música clásica en su equipo de alta fidelidad". No es casualidad que, al menos dos de los protagonistas de Lois, Miles Vorkosigan y Fiamettan, aprendan (y hasta cierto punto sufran) de la experiencia de crecer como hijos de un gran hombre.

 

Lois pronto se convirtió en una voraz lectora. Comenzó a leer ciencia ficción cuando tenía nueve años. Sus escritores favoritos del género incluían a Poul Anderson (sus historias de Van Rijn) y James H. Schmitz (mejor conocido probablemente por su secuencia "Federation of the Hub": ópera espacial que destacaba por presentar a tres mujeres jóvenes inteligentes y aventureras). Bujold leyó las novelas juveniles de Robert A. Heinlein (publicadas anualmente por Scribner's entre 1947 y 1958), que siguió siendo durante mucho tiempo el único producto de ciencia ficción escrito específicamente para adolescentes. Ahora bien, en la década de 1950 había muy poca ciencia ficción para adultos que no fuera fácilmente accesible también para los adolescentes (una razón, por supuesto, era que la categoría editorial de “Adolescente” todavía no existía), y Lois leía mucho sin que le importaran las categorías.

 

Bujold mencionó entre sus grandes referentes de aquella época: Isaac Asimov, Fritz Leiber, L. Sprague de Camp, Mack Reynolds, los escritores británicos Arthur C. Clarke y Eric Frank Russell, y una de las primeras y mas prolíficas escritoras, Zenna Henderson. Más tarde descubrió a Anne McCaffrey (que comenzó a publicar novelas a finales de los años 60), Randall Garrett, Roger Zelazny, Cordwainer Smith y J.R.R. Tolkien. Dependía principalmente de las bibliotecas públicas, lo que, hasta que empezó a conducir a los 16 años, y aparte de una época en la que andaba en bicicleta, significaba que dependía de su madre para cubrir los 15 o 20 kilómetros que la separaban de las bibliotecas más cercanas.

 

Lois, como muchos otros adolescentes de los años 60, quedó enormemente impresionada por las obras de Tolkien. Compró el primer volumen de “El Señor de los Anillos” en la edición de bolsillo pirateada de Ace mientras estaba de vacaciones en Italia con sus padres en 1965. Seis meses después, "con una alegría abrumadora", encontró el segundo y el tercer volumen. Añadió que el libro "se ha imbricado como un hilo a lo largo de mi vida desde aquel día hasta hoy, lo he leído de diversas maneras, con diferentes percepciones en diferentes edades". Puede que sea un libro defectuoso, como lo son todos, pero "está en mi corazón; ata el tiempo para mí, y sana las heridas del tiempo". Tras citar el capítulo "Los Campos de Cormallen" en "El Retorno del Rey", en el que se cantan las hazañas de Frodo y Sam, comenta: "Podría arrastrarme de rodillas sobre cristales rotos con tal de tener el don de palabras tan penetrantes como esas". A la luz de tal homenaje, no sorprende en absoluto que Bujold escribiera varias novelas fantásticas; y cabe señalar que dos de ellas ("La Maldición de Chalion" y "Paladín de Almas") se cuentan entre las mejores de las muchas fantasías medievalizantes de la era post-Tolkien. Eso sí, tal vez debamos agradecer que la epopeya tolkienesca que escribió cuando tenía quince años no haya sido publicada.

 

En el verano de 1966, Lois pasó tres semanas en Gran Bretaña haciendo autostop con su hermano mayor Jim, lo que, según ella, fue el punto culminante de sus años de secundaria. Ella tenía quince años y él veintiuno. Quizá por suerte, sus padres no sabían que Jim estaba siendo tan ahorrativo que, cuando llegaron a Oxford, saltaron el muro del Worcester College (con la ayuda de un amable policía) y pasaron la noche en sus jardines. Para Lois, lo más destacado fue la visita a Stratford-upon-Avon: la representación de “Trabajos de Amor Perdidos” en el Royal Shakespeare Threatre, escribe, "simplemente me dejó atónita".

 

Como muchos lectores de ciencia ficción antes y después de ella, a Lois no le resultó fácil adaptarse a las exigencias de la vida escolar, que es sin duda la razón por la que estableció una amistad muy estrecha con Lilian Stewart desde que la conoció en el Instituto Hastings, en Upper Arlington. El padre de Lillian era profesor de ingeniería agrícola en la universidad. Que Lois y Lillian decidieran participar en el concurso de talentos del instituto cantando "Poisoning Pigeons in the Park" (Envenenando Palomas en el Parque) de Tom Lehrer dice mucho sobre ellas. "El silencio después de que terminamos podría haberse tragado un planeta", dice Lillian.

 

Veían juntas la televisión y les gustaba especialmente "El Agente de CIPOL" (serie emitida originalmente entre 1964 y 1968). David McCallum, que interpretaba al agente secreto de origen ruso Illya Kuryakin, fue una de las razones por las que Bujold eligió la cultura rusa como inspiración para el Barrayar de Miles Vorkosigan, mientras que el propio Illya se transmutó en uno de los personajes más interesantes de Bujold, Simon Illyan, el jefe de ImpSec. Durante una temporada, ambas vieron y amaron "The Wackiest Ship in the Army”, una serie cómica de ambiente militar. Lois introdujo a Lillian a la ciencia ficción y la fantasía; Lillian introdujo a Lois en la historia y la mitología. Las dos descubrieron juntas a Arthur Conan Doyle y C.S. Forester. Ambas leyeron "Forastero en Tierra Extraña", de Heinlein, cuando se publicó en 1961 y, recuerda Lillian, "quedaron tremendamente impresionadas por esta primera exposición al contenido "para adultos" de la ciencia ficción".

 

Un año, Lillian regresó a casa después de sus vacaciones y, entusiasmada, le habló a Lois de su nuevo descubrimiento: una serie de televisión, "Star Trek", que había comenzado su emisión inicial de tres años en septiembre de 1966. Comenzaron a verla juntas e invitaron a otros amigos a compartir la experiencia; incluso utilizaron la grabadora del padre de Lois para registrar las bandas sonoras. En una de las cintas que se ha conservado puede escucharse a la madre de Lois diciendo: "Niñas, cuando crezcáis y recordéis cómo actuaron con esta serie, os sentiréis muy avergonzadas". Para muchas personas en los años 60 y 70, “Star Trek” fue la puerta de entrada a una vida con la ciencia ficción, como fan, profesional o ambos; y pocos se sintieron tan avergonzados como sus padres habían predicho.

 

Lois y Lillian comenzaron a escribir historias ambientadas en el universo de Star Trek, una actividad ampliamente practicada en el mundo anglófono y generalmente considerada como el origen del fanfiction moderno. Finalmente, encontraron limitante tener que encajar todas sus ideas en el marco del universo de Star Trek, por lo que comenzaron a compilar juntas una Historia del Futuro. Pero su amor por Star Trek no murió. Las palabras de su madre cuando las niñas amenazaron con no ir a su propia graduación de secundaria porque era jueves -es decir, noche de Star Trek- no quedaron registradas por grabadora alguna.

 

Lois no descubrió el fandom de la ciencia ficción hasta unos meses después. Estaba trabajando en la sección de libros de unos grandes almacenes del centro y conoció a un joven de la COSFS, la Sociedad de Ciencia Ficción del Centro de Ohio. Cuando Lillian regresó de la universidad, Lois era ya un miembro bien asentado en esa asociación. Las dos vieron juntas la película de Kubrick "2001: UnaOdisea en el Espacio", que se estrenó en abril de 1968.

 

Lois y Lillian no eran los únicos miembros del grupo interesados en escribir. Algunos de ellos solían reunirse en la casa de Lloyd Kropp, un estudiante de posgrado en Lengua Inglesa de la Ohio State University. Kropp se convertiría en un novelista de cierta reputación; su novela más famosa fue probablemente "Greencastle" (1987), una historia sobre el paso a la madurez ambientada en Nueva Jersey a principios de la década de 1950, protagonizada por tres niños que aman la ciencia ficción y que fundan un club llamado The Denizens of the Sacred Crypt. Por entonces, Lois escribió una historia sobre un hermafrodita, un precursor de su personaje Bel Thorne e indicación temprana de su futuro interés en la especulación sobre el género.

 

Lois y Lillian anunciaron al grupo que iban a hacer un fanzine centrado en Star Trek llamado “StarDate”. Para ello, tuvieron que ignorar la reacción poco entusiasta de sus compañeros, que les dijeron que no existía un fanzine de ciencia ficción dedicado a un programa de televisión, ni, ya puestos, un fanzine exclusivamente de ficción. En realidad, “Spockanalia” había salido poco antes de “StarDate” y eso inspiró a Lois y Lillian a perseverar. Escribieron la mayor parte del contenido ellas mismas, mientras que algunas de las ilustraciones fueron realizadas por un estudiante del Columbus College of Art and Design, Ron Miller, quien en la actualidad está considerado como uno de los mejores artistas espaciales y astronómicos del mundo. El fanzine se produjo en el mimeógrafo de un miembro de COSFS, John Ayotte, que tenía su propio fanzine. Y, por fin, Lois y Lillian vieron por primera vez sus propias "palabras en letras blancas y negras. Dispuestas a airear nuestras psiques ante el mundo. Estábamos mareadas y no solo por los vapores del corflu". (El “corflu” era el “correction fluid” o “líquido corrector” que se usaba en la impresión mimeografiada, una técnica muy común para hacer fanzines antes del abaratamiento de las fotocopias).

 

Lois y Lillian llevaron sus copias de “StarDate” a Midwestcon, en Cincinnati, su primera convención de ciencia ficción. Nunca hubo un segundo número: la familia de Lillian se mudó a Texas, donde ella vivió desde entonces.

 

Lois asistió a otras convenciones locales durante sus años universitarios (1968-1972) y a dos Convenciones Mundiales de Ciencia Ficción (Worldcons): Bay Con (San Francisco, 1968) y St Louiscon (St.Louis, Missouri, 1969). Inicialmente, se especializó en inglés en la Universidad, pero pronto cambió a Ciencias. Su interés tanto por la vida salvaje como por la fotografía la llevó a embarcarse en un viaje de seis semanas por el este de África, del que regresó con 800 diapositivas de insectos y una fascinación por esos animales que mucho más tarde canalizaría en "Una Campaña Civil" (1999), una de las novelas de Vorkosigan.

 

No fue mucho después de ese viaje a África cuando le contó a Lillian, mientras su hijo pequeño gateaba entre sus pies, una historia a la que había estado dando vueltas, ambientada en el universo de Star Trek, en la que una científica pelirroja de la Federación y un oficial klingon se quedan varados en un planeta muy similar al este de África. La hipotética novela nunca se escribió y, como señala Bujold, "la leyenda urbana de que "Fragmentos de Honor" comenzó como una novela de Star Trek con los números de serie borrados es falsa y, aparentemente, imposible de anular”.

 

En 1971, Lois se casó con John Bujold, a quien había conocido en una convención de ciencia ficción dos años antes (Marcon IV, en Columbus). A pesar de su posterior divorcio, conservaría su apellido de casada, con el que siempre ha publicado, y de ahora en adelante me referiré a ella con él. Al finalizar la universidad, trabajó durante varios años (de 1972 a 1978) como técnica en administración de medicamentos en los hospitales de la Universidad Estatal de Ohio. Esto le dio acceso a un carnet para la biblioteca de la universidad y allí comenzó a leer todo lo que le parecía interesante. En parte como resultado de esto, no escribió mucho, aunque su fanfiction de Sherlock Holmes "The Adventure of the Lady on the Embankment” data de finales de este período.

 

Sin embargo, desde el punto de vista de su futura carrera, el papel que jugó la biblioteca probablemente fue lo de menos: Bujold ha calculado que, durante su estancia en el hospital, debió haber conocido a unos 14.000 pacientes, así como a muchos empleados, lo que supuso una valiosa introducción a la inmensa variedad de la experiencia humana. Dejó su trabajo, como había hecho su madre antes que ella, para cuidar de sus dos hijos: Anne, nacida en 1979, y Paul, nacido en 1981. En 1980, la familia se mudó a Marion, Ohio, y pasó por un periodo difícil: la empresa de John quebró y él estuvo sin trabajo durante algún tiempo.

 

Mientras tanto, Lillian había vendido algunas historias, lo que inspiró a Bujold a perseverar en la escritura: "Me pareció que esta podría ser una forma de ganar algo de dinero y poder quedarme en casa con mis hijos". El comienzo de su carrera como escritora data del Día de Acción de Gracias de 1982, cuando probó la nueva computadora Kaypro II de su padre, que venía con un software procesador de textos. Trabajó en un pasaje que había presentado en un grupo local de escritores y que se convirtió, un mes después, en una novela corta titulada "Dreamweaver Dilemma", el punto de partida del Universo Vorkosigan. Recibió comentarios favorables de la esposa del pastor de la iglesia a la que pertenecían sus padres y se asoció con Lillian y otra escritora aficionada a quien su amiga había conocido en la Worldcon de Chicago de 1982, Patricia C.Wrede. "Las tres formamos una especie de taller de escritoras por correo, enviándonos entre nosotras capítulos de nuestras novelas para criticarlas”.

 

Una de esas novelas se convertiría más tarde en "Fragmentos de Honor" (1986), en la que una oficial pelirroja, Cordelia Naismith, recorre un planeta alienígena –parecido a África Oriental- en compañía de su militar captor, Aral Vorkosigan. Bujold tuvo la idea de que los dos personajes tuvieran un hijo, que se inclinaría por el ejército a pesar de sus discapacidades físicas. Lillian recordaría luego que se volcaron allí muchas otras influencias: Aral, por ejemplo, sería una amalgama de Ignacio de Loyola, Winston Churchill y el Oliver Reed que interpretó a Athos en "Los Tres Mosqueteros" (1973); Bujold halló también inspiración en otras de sus lecturas sobre la historia rusa y japonesa, los libros de “Horatio Hornblower” de C.S. Forester y los numerosos volúmenes sobre la Segunda Guerra Mundial que había devorado en su infancia.

 

(Continúa en la siguiente entrada)

 


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