"Un mundo devastado" transcurre en el futuro de nuestro planeta, un planeta, como reza el título español (el original inglés es "Earthworks"), arrasado por la superpoblación y la degradación medioambiental. La necesidad de alimentar a un número creciente de personas ha llevado a una expansión agrícola destructiva en la que se utilizan masivamente productos químicos que agotan el suelo y convierten las labores del campo en un trabajo tóxico realizado mayormente por robots. De hecho, las máquinas han pasado a ser más valiosas que la gente. Con el colapso del sistema social, los fieles abandonan las antiguas religiones para echarse en brazos de extraños y retorcidos cultos; ocupados en sobrevivir, la educación y el simple alfabetismo se convierten en un lujo al alcance de unos pocos.
Toda la población se concentra ahora en enormes megalópolis edificadas sobre plataformas para

En ese futuro, África, aunque dividida en naciones inmersas en continuas rencillas, es el continente más rico y próspero, mientras que Europa, Estados Unidos y China se han sumido en la miseria económica y el vacío intelectual.
Con lo apuntado hasta aquí ya podemos tener claro que la visión que nos ofrece Aldiss de una sociedad colapsada y un planeta marchito es aguda y brutal. Hay pasajes de un expresionismo visceral: una enfermedad que provoca la caída masiva de la piel y la carne como si fueran hojas desprendidas de un árbol; labradores recorriendo los campos embutidos en trajes protectores; cadáveres flotando a la deriva impulsados por dispositivos antigravedad...

El protagonista y narrador del relato, Knowle Nolan, es el capitán de un enorme carguero mayormente automatizado cuya misión es cargar arena de la peligrosa Costa de los Esqueletos, en Namibia, para transportarla a Europa. La arena de playas y desiertos se ha convertido en un bien preciado que los Granjeros importan para enriquecerla químicamente y reponer el agotado suelo europeo.
Nolan, que aprendió a leer y escribir aunque no practica esas habilidades a menudo, relata su vida en

Tras el naufragio del carguero en la traicionera costa africana, un malentendido le vale ser capturado y acusado de espionaje. A partir de ese momento y de forma involuntaria, se encuentra participando en una intriga política de altos vuelos en la que se mezclan deseos, temores, obsesiones, ilusión y realidad.
Por otro lado, el propio Nolan sufre de una enfermedad mental que le provoca visiones recurrentes y extravagantes alucinaciones, por lo que él mismo admite que sus recuerdos podrían no ajustarse a la realidad. Esas ensoñaciones, a menudo terroríficas, ocupan una parte sustancial de la novela, dándole un aire de irrealidad que sólo contribuye a dispersar todavía más un relato ya de por sí carente de dirección clara.

Aldiss es, en general, un escritor brillante, pero, como él mismo admitió, esta no es una de sus mejores novelas. Como suele ocurrir en su obra, las ideas e imágenes que evoca tienen más atractivo que la historia que las une. En concreto, sus elucubraciones acerca de las consecuencias de la superpoblación son intrigantes y pioneras de la novela de catástrofes ecológicas provocadas por el hombre. Recordemos que tan solo un año después, otro autor preocupado por ese mismo problema, Harry Harrison, publicará el clásico "¡Hagan Sitio, Hagan Sitio!", sentando las bases de toda una corriente de la ciencia ficción cinematográfica de los setenta.
Afortunadamente, "El mundo devastado" no es una novela larga. Así que, si se dispone de una tarde libre podría recomendarse su lectura en base a su detallada -aunque deprimente- visión del futuro y sus incómodos paralelismos con la realidad que hoy nos toca vivir. Ciertamente, no parece verosímil un resurgir próximo del continente africano habida cuenta de los problemas que lo infestan, y el mundo de Aldiss no refleja la complejidad derivada de la globalización. No se le puede culpar por ello. Al fin y al cabo, nosotros contamos con la perspectiva que da el tiempo. Pero sí anima a reflexionar sobre a dónde nos puede conducir el incesante aumento de la población, la sobreexplotación insensata del suelo y la despreocupación por el medio ambiente.
Aldiss fabula que el deterioro ecológico provocará el colapso de la civilización occidental. Más vale que empecemos a trabajar para que su futuro jamás pase de ser ciencia ficción.
Me gustaria que comenten non stop que me gusto mucho, aldiss hace cosas muy buenas o muy malass algunos cuentos como el dia del rey predestinado, o uno del dios enorme son muy buenos lls podrian analizar, gracias.
ResponderEliminarHola, la novela Non-Stop, que aquí se publicó como La Nave Estelar, la tienes comentada en este mismo blog. También hay reseñas de otra novelas de Aldiss así como de un par de recopilaciones de relatos cortos. Un saludo y gracias por el comentario.
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