El veterano periodista y director de periódico de Cleveland William Ritt estaba fascinado por las posibilidades que ofrecía el medio historietístico. Sus primeras incursiones en él no tuvieron demasiado éxito y duraron poco: “Chip Collin´s Adventures” (con ilustraciones de Jack Wilhelm) y más tarde “Gabby” (dibujado por Joe King). Pero a la tercera fue la vencida.
“Brick Bradford” debutó el 21 de agosto de 1933 como tira diaria dibujada por Clarence Gray y distribuida por Central Press Association, una subsidiaria de la poderosa King Features Syndicate, propiedad de William Randolph Hearst. Éste deseaba encontrar un personaje que contrarrestara el éxito obtenido por la competencia con “Buck Rogers” y aunque la serie que conseguiría tal hazaña no apareció hasta un año más tarde (“Flash Gordon”), “Brick Bradford” fue un primer intento cuyo resultado, a tenor de su longevidad, no puede sino calificarse de rentable. Además, lejos de ser una mera imitación de Buck Rogers, sus autores crearon a un héroe cuyas directrices diferían bastante –al menos inicialmente- de la space opera cultivada por aquél.
En su concepción original, Brick era un pelirrojo aviador aventurero siempre listo para embarcarse en


El 24 de noviembre de 1934, a la tira diaria se le añadió una página dominical y fue en este formato más amplio donde Gray pudo dar rienda suelta a su talento. Inspirado por los cuentos de corte mitológico que escribía Ritt, situó a su héroe en escenarios espectaculares propios de la fantasía heroica, como ciudades de fábula, reinos escondidos en el centro de la Tierra o junglas primitivas pobladas por razas perdidas, brujos, princesas y monstruos legendarios, a los que el añadido del color dotó de una elegancia añadida.
Durante un tiempo ambos autores se habían circunscrito básicamente al género de la aventura fantástica. Pero el Syndicate, deseoso de repetir el éxito cosechado por Flash Gordon, decidió recortar el espacio dominical de Brick Bradford añadiendo una tira adicional, “The Time Top”, cuya vida se prolongó durante unos cuantos meses en 1935. En ella se presentaba la “Cronoesfera”, una invención claramente inspirada en la Máquina del Tiempo de H.G.Wells y supuestamente construida por el científico Horatio Southern con el objetivo de viajar por el tiempo y el espacio.
Cuando “The Time Top” se canceló, sus personajes y la Cronoesfera pasaron a integrarse en la

“Brick Bradford” era una tira cuyo exclusivo protagonista era el héroe, sin nadie que le hiciera

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, “Brick Bradford” fue una de las pocas series de aventuras que sobrevivieron al conflicto. Las dominicales se dedicaron a contar historias de viajes por el tiempo, mientras que en las tiras diarias el héroe era enviado a un interminable viaje que comenzaba en 1940 en la Antártida y finalizaba en la Luna en 1946. Con la firma de la paz, William Ritt pareció recobrar su entusiasmo, pero duró poco tiempo. Cansado y desencantado, fue delegando las tareas de guionista en su colaborador hasta que finalmente, en 1949, el sindicato decidió prescindir de él ante su aparente incapacidad para cumplir los plazos de entrega.

Como hemos mencionado y ya de vuelta al ámbito de la historieta, en 1949, ante el abandono de Ritt, Clarence Gray se convirtió en el único responsable de la serie. Trató de concentrarse en historias más breves, pero nunca pudo llegar a cumplir sus ambiciones: a finales de aquel mismo año se le diagnosticó un cáncer de garganta e, inevitablemente, su trabajo comenzó a acusar también la enfermedad. En 1952 hubo de dejar los guiones y el dibujo de la tira diaria en manos de su ayudante, Paul Norris (que ya se había encargado ocasionalmente del personaje en los momentos en que Gray se hallaba demasiado enfermo como para trabajar).
Quedándose sólo con la página dominical, en su última etapa Gray convirtió a Brick Bradford en una serie de cuentos fantásticos y de ciencia ficción. Había destellos de brillantez en algunas páginas, pero la magia se había esfumado. Tercamente aferrado a su mesa de dibujo, continuó trabajando en su héroe hasta su muerte en 1957, si bien hacía ya tiempo que las planchas no eran sino pálidos reflejos de lo que una vez fueron.
Paul Norris pasó entonces a firmar la serie en solitario. Pero su estilo gráfico carecía del brío de su

Siempre quise viajar en su "trompo del tiempo". Esta historieta era mi favorita y los dibujos de Clarence Gray fueron inolvidables.
ResponderEliminarGenial pertenecienete a ese grupo de 4 grande de la ciencia ficcion pulp
ResponderEliminarAhora me recordé tras 50 años que no la veía
ResponderEliminarRecuerdo una historia en un planeta con dinosaurios.
ResponderEliminarNací en 1951 y disfrute de este personaje que te llevaba al futuro , pasado , mundos pequeños , gigantes , estímulo mí imaginación , cuando la tecnología no alcanzaba el desarrollo actual , gracias Brick
ResponderEliminarGracias admirable trabajo de investigacion ,saludos desde Bordeaux
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