jueves, 12 de diciembre de 2019

1993-STAR TREK: ESPACIO PROFUNDO NUEVE (7)


(Viene de la entrada anterior)

En el verano previo al estreno de la quinta temporada, una nueva polémica empezó a gestarse cuando los actores de “Star Trek” acusaron a Paramount de no pagarles sus royalties por productos licenciados. La cuestión no era nueva y se remonta incluso a los tiempos de la serie original y las discusiones de William Shatner y Leonard Nimoy con el estudio. Cuando el segundo decidió demandar a Paramount, a punto estuvo de eliminarse el personaje de Spock de las películas de Star Trek. En cuanto a “Espacio Profundo Nueve”, Rick Berman afirmó al “Times” que nunca tuvo nada que ver con los contratos de licencia con los actores; y ejecutivos de Viacom Consumer Products declinaron discutir el asunto.


Mientras unos se distraían con temas financieros, legales y corporativos, Ronald Moore se encontró solo a la hora de defender la serie ante los fans y los medios especializados. Afirmó que las cifras de audiencia de EPN eran buenas, aunque no tanto como las de “Nueva Generación” o “Voyager”. Moore temía –y no era el único- que el mercado podía sobresaturarse de productos Star Trek: dos series, películas, un merchandising omnipresente, planes para una quinta serie… Ante las acusaciones de que una de las debilidades de EPN era la inclusión de demasiados personajes principales, contestó: “Creo que conseguimos dar a todos los personajes habituales su parte en el transcurso de una temporada y creo que la vida de la Estación mejora como resultado del gran número de personajes recurrentes. Hace que EPN parezca un lugar real, una comunidad viviente con muchos habitantes, en lugar de caer en la trampa de contar exclusivamente historias de siete personas en el puente de una nave ignorando a los cientos de nunca vistos tripulantes, como hicimos en La Nueva Generación”.

Con todo, un cierto sentimiento de pesimismo invadió a la serie al entrar en su quinta temporada, en septiembre de 1996. Pareció ponerse en marcha una cuenta atrás cuando René Auberjonois declaró que esa sería su última temporada. Incluso los fans creían que el programa sería cancelado al término de ese quinto año.

En ese ominoso panorama, sin embargo, brillaba un punto de esperanza: los planes para el trigésimo aniversario de la franquicia incluían un episodio aniversario, “Juicios y Problemas con Tribbles”, en el que los productores echaron la casa por la ventana, autorizando un presupuesto de 3 millones, el doble de lo habitual.

A pesar de las diferencias respecto a las series precedentes de Star Trek, EPN se preocupó
mucho de establecer abundantes lazos con ellas. Ya vimos que en el episodio piloto, Jean-Luc Picard se reúne con Sisko para ponerle al tanto de la situación. Jonathan Frakes apareció en el episodio “Defiant” de la tercera temporada encarnando a Tom Riker, el doble de Will Riker (creado en un fallo del transportador, tal y como se narró en el episodio “Segundas Oportunidades”, de “La Nueva Generación”). Frakes también dirigió varios episodios de EPN, así como LeVar Burton, que había interpretado a Geordi La Forge en “La Nueva Generación”.

Pues bien, en el episodio “Juicios y Problemas con Tribbles”, el Defiant retrocede en el tiempo permitiendo que el reparto de EPN interactuara (vestidos con viejos uniformes de la Flota) con el reparto de la serie original. Cuando los cardasianos que transportan el Orbe del Tiempo abordan el Defiant, un espía klingon disfrazado del humano Arne Darvin, que había sido atrapado 105 años antes por
James T.Kirk, utiliza el artefacto para transportar al Defiant al pasado, al preciso momento de su derrota. Los oficiales de EPN se infiltran en la Enterprise original y la estación espacial K7 para detener a Darvin antes de que asesine a Kirk y altere así la línea temporal. Es la oportunidad para Dax y Sisko de vivir la fantasía que cualquier fan ha soñado alguna vez: ver, conocer e interactuar con los míticos Kirk y Spock. Cuando vuelven a su propio tiempo, Sisko y sus hombres lo hacen con un problemático polizonte obtenido por Odo: un tribble.

Se trata de un excelente episodio producto del avance de las nuevas tecnologías digitales y del talento con que los técnicos de la serie los utilizaron. Por supuesto, había cosas difíciles de encajar: los protagonistas se encuentran con los klingons de aspecto más humano propios de la serie original y cuando le preguntan a Worf a
que se debe la diferente fisonomía que ahora exhibe su raza, éste, visiblemente incómodo, responde: “Es una larga historia. No hablamos de ello con extraños”.

Los magos visuales de la serie utilizaron la misma tecnología digital que “Forrest Gump” (1994) para insertar los actores contemporáneos en los fotogramas de la serie original, concretamente del legendario episodio “Los Tribbles y sus Tribulaciones” (1967). Charlie Brill, el actor que había interpretado en los sesenta al espía Darvin, regresó para encarnar al mismo personaje. Greg Jein construyó decorados exactamente iguales a los de la serie original, se fabricaron maquetas detalladas a partir de dibujos, fotografías y fotogramas antiguos; David Gerrold, el guionista de aquel episodio, hace varios cameos en el nuevo y Diane Carey escribió una novelización del mismo.

En la quinta temporada, Ira Steven Behr consiguió reencauzar la serie en la dirección que él había deseado antes de que la historia principal derivara hacia la guerra con los klingon, esto es: situar de nuevo al Dominio como formidable enemigo principal. Aprovechando el embarazo de Nana Visitor, se introdujo una subtrama en la que su personaje, la mayor Kyra Nerys, acababa gestando en su vientre al hijo de los O´Brien. También se exploró durante algunos episodios la pérdida del poder metamorfo de Odo y se continuó desarrollando el romance entre Worf y Dax. Se añadió otro personaje importante a la ya extensa galería de recurrentes: el carismático general klingon Martok, interpretado por J.G.Hertzler.

Este quinto año de EPN fue una temporada interesante en la que se colocó a los personajes en
situaciones difíciles y en los que los capítulos fueron de lo más variado. Conforme avanzaban los episodios, iba creciendo el sentimiento de pesimismo entre los protagonistas, de peligro inminente, de que la situación estaba empeorando sin que nadie pudiera evitarlo. Tanto es así que el penúltimo episodio de la temporada, “La Tarjeta”, comienza mostrándolos a todos en un estado de depresión, algo que no sólo demuestra lo mucho que había evolucionado la franquicia Star Trek sino la distancia que la separaba de la concepción original de Gene Roddenberry.

Algunos episodios destacados de esta temporada fueron “El Doctor Bashir, supongo”, en el que un médico llega a la estación con la intención de convertir a Bashir en el doctor holográfico modelo para el programa estándar de la Federación. Para ello, comienza una investigación
sobre él que acabará sacando a la luz el gran secreto de su pasado: que en su infancia fue manipulado genéticamente para aumentar su capacidad mental, lo que supone un delito grave en la Federación que lo inhabilitaría para el ejercicio de su profesión. En “El Nacimiento del Apocalipsis”, episodio de apertura, Sisko, Worf, O´Brien y Odo se someten a cirugía estética para infiltrarse en una ceremonia klingon y desenmascarar a Gowron ante el Gran Consejo de su raza como el cambiante que es. El episodio doble “A la sombra del Purgatorio” y “A la luz del Infierno” nos cuenta cómo Garak, Bashir y Worf, mientras investigan un mensaje codificado procedente del Cuadrante Gamma, son capturados por los Jem-Hadar y confinados en una prisión. Allí encuentran a Tain, mentor de Garak, el general klingon Martok y un personaje importante de EPN que ha sido sustituido por un cambiante. Mientras tanto, Dukat se une al Dominio, abre su imperio a la flota de éste y ocupa el poder en Cardasia en lo que supone un giro importante en la línea narrativa principal de la serie.

En “Lazos de Sangre y Agua”, Kira se reencuentra en EPN con Tekeny Ghemor, un disidente
cardasiano, esperando que lidere la oposición en el exilio. Sus esperanzas se ven frustradas cuando éste le revela que sufre de una enfermedad incurable y, además, se entera de que participó en pasadas atrocidades en Bajor. En “Llamarada de Gloria”, terroristas maquis inician un ataque masivo contra Cardasia, lo que podría llevar a una respuesta drástica por parte de sus ahora aliados, el Dominio.

La temporada ponía su broche final de forma dramática y con un giro radical en “Llamada a las Armas”: la líder de Bajor, Kai Winn, decide aliarse con Cardasia y el Dominio cuando Gul
Dukat le promete a cambio protección. La consecuencia inmediata es un ataque contra el puesto de avanzada orbital de la Federación en Bajor: Espacio Profundo Nueve. El comandante Sisko se ve así en la obligación de evacuar la estación de personal no bajoriano para salvaguardar sus vidas, dejando sólo atrás a Kira, Odo, Quark, Nog y Jake, este último decidido a desempeñar su papel de periodista. Esa fue el auténtico comienzo de la Guerra del Dominio.

Robert Hewitt Wolfe, que había sido una de las fuerzas creativas de la serie desde sus inicios escribiendo solo o en colaboración más de treinta episodios, se marchó tras la quinta temporada. Las razones fueron el agotamiento y la búsqueda de otros horizontes. Más tarde crearía a partir de las notas de Gene Roddenberry la serie “Andrómeda” (2000-2005).

(Finaliza en la siguiente entrada)

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