Desde hace más de un siglo, el cine de Frankenstein ha sido uno de los pilares del género de terror, aunque su relevancia ha disminuido bastante desde los años 2010. La primera película que se rodó sobre esa criatura fue “Frankenstein” (1910), de Thomas Edison, pero su auténtica elevación a icono de la cultura popular se lo debe a la versión que realizaron los estudios Universal en 1931, protagonizada por Boris Karloff y con un éxito que propició la aparición de varias secuelas y popularizó el tropo del científico loco. La productora británica Hammer Films también tuvo mucho éxito con su propia versión, comenzando con “La Maldición de Frankenstein” (1957), protagonizada por Peter Cushing y que también generó una larga lista de secuelas. Desde entonces, han ido apareciendo periódicamente muchas adaptaciones de la clásica historia de Mary Shelley (1818), ya fueran traslaciones fieles, parodias, versiones cómicas e incluso eróticas.