De alguna forma, escapando al limbo gris en el que se había convertido la ciencia ficción televisiva y a pesar de su salud en rápido declive, Gene Roddenberry demostró a sus críticos que estaban equivocados. Podía hacerlo otra vez, y lo hizo. “Star Trek: La Nueva Generación” dejó una profunda huella en la ciencia ficción y elevó la franquicia por encima de los logros de su augusta predecesora de los sesenta. Así que cuando se filtró que iba a producirse un tercer programa de “Star Trek”, la cuestión que se discutió profusamente entre los fans era si podría funcionar dado que en esta ocasión su creación y desarrollo eran totalmente ajenos a Roddenberry, quien había fallecido en 1991. Su título: “Espacio Profundo Nueve” o, en lo sucesivo, “EPN”
En su quinta temporada, “La Nueva Generación” obtuvo niveles de audiencia impensables no

Pero entonces, se produjo un cambio en la jerarquía corporativa. Brandon Tartikoff, antiguo presidente de la NBC, fue nombrado director de Paramount y se llevó consigo para encargarse del departamento de televisión a Kerry

Corría el verano de 1991 cuando Berman se reunió con Piller para empezar a preparar el proyecto. Ambos tuvieron claro que la propuesta de Tartikoff no era exactamente el tipo de historia que querían contar pero sí acabaron tomando ideas de ella que trasplantarían al nuevo programa, como la dinámica entre el comandante Benjamin Sisko y su hijo Jake. Ambos tenían claro que sólo había tres tipos de series que podían transcurrir en el espacio: a bordo de una nave, en una estación espacial o en un planeta. Esta última opción fue la que se barajó inicialmente, una especie de ciudad del Salvaje Oeste,

Berman y Piller sabían que debían crear una serie distinta a la Nueva Generación, ya que ambas iban a compartir emisión durante tres años. No podían volver a contar las aventuras de siete personas a bordo de una nave que va explorando el espacio. Una estación espacial, un lugar al que la aventura acudiera en lugar de que los personajes tuvieran que salir a buscarla, no sólo era una premisa diferente sino que permitía centrarse más en los propios personajes. De hecho, esta serie sería argumentalmente más densa que su coetánea, con más personajes, más acción y efectos especiales. Aún no lo

Pues bien, ¿dónde situar la estación Espacio Profundo Nueve? Pues en algún punto de la galaxia que fuera peligroso y, por tanto, con potencial dramático. Piller y Berman bebieron de lo ya construido en La Nueva Generación. En el episodio de la cuarta temporada “Los Heridos”, se había presentado a los Cardasianos. Más tarde, “Alférez Ro” introducía a la actriz Michelle Forbes en el papel de la oficial de la Flota Ro Laren, originaria del planeta Bajor. La temperamental alférez permaneció a bordo de la Enterprise varios episodios y sirvió para dar más contexto a las penurias por las que había pasado su planeta durante la ocupación por parte de los

Pues bien, EPN estaba localizado cerca de un agujero de gusano que conectaba el Cuadrante Alfa con el Gamma y que se hallaba no lejos de Bajor. Los habitantes de éste, como ya se había contado en la Nueva Generación, eran gente pacífica y religiosa, mientras que los Cardasianos, humanoides con ciertos rasgos reptilianos que habían ocupado ese mundo durante décadas haciendo uso de una extrema crueldad, eran una especie arrogante e imperialista. La ocupación había terminado hacía poco y Espacio Profundo Nueve era una estación orbital cardasiana abandonada y que

La nueva serie surgió de un plano conceptual del Universo Star Trek que su creador, Gene Roddenberry, siempre se negó a reconocer. Éste tenía una visión del futuro como un tiempo pleno de armonía, paz y prosperidad, libre de intrigas y rencillas y poblado por aseados y heroicos oficiales de la Flota Estelar que convivían en concordia y cumplían su deber a bordo de inmaculadas astronaves al servicio de una Federación benevolente. Aunque “La Nueva Generación” había empezado a explorar temas más oscuros e introdujo en algunos personajes rasgos menos ejemplarizantes, no abandonó ni mucho menos su sustrato optimista. En no pocas ocasiones la censura ejercida por Roddenberry a muchas historias había sido fuente de frustración para los guionistas de “La Nueva Generación”.
Para la nueva serie, ni Berman ni Piller querían romper las reglas establecidas por Roddenberry pero al mismo tiempo y para dar gancho a las historias, necesitaban conflictos. Así que tomaron el camino intermedio: no había muchos roces entre los oficiales de la estación, pero sí en todo aquello que los rodeaba.Había problemas con el espacio físico en que tenían que


¿Y qué opinó Rodenberry del proyecto? Aquí las declaraciones de unos y otros difieren pero lo mejor que se puede encontrar revisándolas es que se mostró indiferente. Susan Sackett, ayudante de Roddenberry, dijo que éste odiaba el concepto de “EPN” y que no quería que se llevase a término. Al fin y al cabo la civilización

El caso es que menos de un mes después de que muriera Roddenberry, en octubre de 1991, Paramount le dio luz verde a la serie y Berman y Piller se pusieron manos a la obra para escribir lo que se conoce como la “biblia” (básicamente una guía de personajes, lugares, razas, interrelaciones políticas, tecnología… todo lo que sirve de trasfondo al desarrollo de la serie y que los guionistas deberán tomar como referencia) así como el piloto de dos horas de duración en el que se establecían los parámetros principales sobre los que iba a girar la serie, su escenario, los personajes y las relaciones existentes entre ellos. Invirtieron varios meses en esta tarea, aprovechando la experiencia acumulada en “La Nueva Generación” y sabiendo lo que era posible llevar a la pantalla y lo que no lo era, lo que podía funcionar y lo que no.

Pero por el momento, estaba solo en un despacho, esperando a que Berman y Piller, atascados con el piloto durante semanas, terminaran de reescribirlo una y otra vez. Después de que


Durante algunas semanas y sin saber todavía cómo iba a ser la serie, Behr y Fields se dedicaron a ir apuntando ideas para posibles episodios y tratar de discernir cuál había de ser la dirección a tomar. Porque, al fin y al cabo, Berman y Piller “sólo” estaban escribiendo un piloto pero no tenían ni idea de, por ejemplo, lo que era el Cuadrante Gamma o lo que éste significaba o cómo iba a estructurarse la serie. De lo que sí estaba seguro Behr es de que iba a ser diferente a lo visto hasta ese momento en Star Trek y que no iba a sentirse atado por todo lo contado anteriormente en las otras series. Era un empeño muy atrevido, incluso inquietante para los guardianes de la franquicia, pero hasta donde fue posible sin desbaratar ésta Piller y Berman lo apoyaron.
Al mismo tiempo, buscaban guionistas autónomos que quisieran escribir los primeros capítulos.

El equipo técnico también estaba ya trabajando. Muchos de sus componentes provenían de La Nueva Generación, como el diseñador de producción Herman Zimmerman, los diseñadores Michael Okuda y Rick Sternbach, el compositor Dennis McCarthy o el maquillador Michael Westmore.

Zimmerman se pasó varias semanas elaborando bocetos y diseños sin mucho sobre lo que apoyarse, ya que el episodio piloto aún estaba escribiéndose y el final de la quinta temporada de La Nueva Generación absorbía toda la atención de los productores. Al final, el exterior de la miniatura que serviría para las tomas generales quedó compuesto de tres anillos horizontales y concéntricos. El exterior es el de amaraje de las naves; el intermedio, el de viviendas y almacenes; y el interior alberga el núcleo energético y la Promenade o espacio comercial y de restauración, el equivalente a un centro comercial en el que todo el mundo se encuentra en su tiempo de ocio. El centro de operaciones está en un resalte unido al centro del núcleo. A esta estructura se superponen tres pilones verticales que también sirven para atracar las naves. En el extremo de cada uno de esos pilones se hallan las baterías de armas defensivas.
La configuración básica fue obra de Zimmerman y a partir de ahí los diseñadores Nathan Crowley y Joe Hodges sentaron las bases de lo que iba a ser la arquitectura cardasiana, una mezcla de formas crustáceas (ya creadas para el vestuario de esa raza en La Nueva Generación) y colosalismo fascista. Construida, como dije, por los Cardasianos, EPN es un lugar que no exhibe las pulidas líneas y brillante luminosidad de las naves de la Flota Estelar con las que

Tras la retirada de los Cardasianos, EPN pasó a manos de Bajor pero dado que se trata de un planeta relativamente poco avanzado y arrasado por décadas de ocupación y resistencia, son incapaces de defenderse a sí mismos. Es por ello que piden ayuda a la Federación, que accede enviar personal de la Flota Estelar para dirigir,

El personal de la estación nunca llega a controlar totalmente la tecnología de la misma, como le pasó a O´Brien cuando desencadenó involuntariamente un programa automático que casi

(Continúa en la siguiente entrada)
Hola. Gracias por la info.
ResponderEliminarMe encanta todo lo que dicen en este blog, Juan Pablo Uhrich tambien comparte informacion muy importante sobre la ciencia Ficción.
ResponderEliminarSaludos, y sumo admiración por el brillante trabajo expuesto y el nivelazo de criterio de este blog. Y porque me importa lo que hay escrito y expuesto, le presto atención y señalo un error: que la fotografía nº star11.jpg de este artículo corresponde al músico Peter Gabriel, no al guionista Peter Allan Fields. Y muchas gracias Manuel
ResponderEliminarPues tienes razón! Vaya plancha...en cuanto pueda lo arreglo. Grcias por la puntualización!!
EliminarMuy buen artículo. La estoy viendo actualmente esta serie y me sorprende lo buena que es. De hecho me parece infinitamente mejor que "La nueva generación" (aquella siempre me pareció demasiado pulcra y todos los personajes parecían santos inmaculados)
ResponderEliminarDS9 difiere ampliamente de la supuesta visión "utópica" de Rodenberry, pero gana en todos los demás aspectos, incluso hasta en el elenco. Los personajes son los más memorables y queribles desde la serie original y el enfoque en sus personalidades, sus miedos, sus pasados es algo que destaca ampliamente.
Además desde lo interpretativo brillan mucho más, algo que no sé si se pueda decir de TNG (sacando los capítulos centrados en Picard y algunos de Data, el resto del elenco flojea bastante)
Realmente, gran sorpresa fue esta serie, ya que luego de ver TNG no esperaba mucho.