El autor e ilustrador Keith Roberts comenzó a destacar en la ciencia ficción británica en los años sesenta. Sus historias, siempre escritas en un estilo culto y elaborado, aparecieron en revistas como “Science Fantasy” y “New Worlds” mientras que sus expresivas ilustraciones adornaron sus portadas y, ocasionalmente, las páginas interiores. También trabajó como ayudante de editor para “Science Fantasy” desde 1965 a 1966 y como editor de la publicación sucesora de aquella, “SF Impulse” durante el año que duró su recorrido.
La primera novela de Roberts fue “Las Furias” (1966), un relato ambientado en una Inglaterra post apocalíptica en la que mutaciones genéticas dan como resultado una plaga de avispas asesinas. Fue un trabajo de tono rutinario y en nada destacable respecto a buena parte de la ciencia ficción que se producía por entonces.
Sin embargo, su segundo libro, “Pavana”, continua siendo su mejor novela y según algunos una de las mejores historias de ciencia ficción inglesas de la década. Su origen se encuentra en una serie de relatos independientes publicados en “SF Impulse” desde 1966, recopilados en forma de novela “fix-up” en 1968 bajo el título “Pavana” y cuya acción comparte el mismo mundo alternativo.
A primera vista, las novelas de Historia Alternativa parecerían más cercanas al relato histórico

Las Historias Alternativas no siempre versan sobre los momentos divergentes de nuestra propia línea temporal (los llamados “puntos dumbar”). Muy a menudo, la narración comienza muchos años después de que ese momento haya tenido lugar. El lector es arrastrado inmediatamente a un mundo diferente y el placer de la lectura consiste en descubrir no sólo lo que pasará, sino también lo que ya ha sucedido para que ese mundo se haya convertido en lo que es.
En 1588, en vísperas del ataque de la Armada Invencible española, un fanático católico asesina a la monarca británica Isabel I. La confusión subsiguiente impide cualquier defensa contra el invasor español y Felipe II se hace sin dificultades con el trono inglés. Habiendo perdido tan poderoso aliado, los protestantes holandeses y los rebeldes príncipes alemanes no tardan en volver al redil de una Iglesia católica más fuerte y poderosa que nunca.
Ese trascendental cambio en la Historia hace que el año 1968, momento en el que transcurre la acción del libro, sea muy diferente del que nosotros hemos conocido. La estrategia urdida por Roma para Inglaterra ha sido la de “divide y vencerás”: divide las lenguas, divide las clases sociales, divide los territorios… y le ha dado resultado. La Revolución Industrial y el consiguiente avance tecnológico se han visto ralentizados a causa de la castrante intervención de la Iglesia y el poder de una nobleza en nada dispuesta a permitir el ascenso de la burguesía. El reciente descubrimiento del petróleo como fuente de energía, por ejemplo, está sujeto a restricciones en su uso y el transporte sigue realizándose mediante grandes vehículos, híbridos de camiones y trenes impulsados por vapor.
Iglesia y Estado son uno y un catolicismo rígido, dogmático y supersticioso es impuesto a la fuerza por toda la nación, no sólo por los sacerdotes, sino por los soldados e inquisidores. La economía está dominada por gremios de corte medieval y la capital aún es conocida como Londinium.
Keith Roberts presenta este extraño mundo a través de los ojos de los personajes que protagonizan los diferentes relatos. Porque no hay un protagonista principal ni una línea narrativa identificable, aunque en tres de ellos intervienen miembros de sucesivas generaciones de una misma familia.

“El Señalero”, uno de los mejores relatos del libro, es una historia sobre la persecución de un sueño, los costes que ello conlleva y la convivencia secreta de dos mundos. Si el primer cuento nos introducía en el mundo de los transportes, éste nos describe con detalle el sistema de telecomunicaciones de esa Inglaterra alternativa: una red de estaciones señaliizadoras emplazadas en altozanos que retransmiten mensajes visuales accionando un mecanismo de brazos móviles. Rafe Bigland es un joven que aspira a entrar en el prestigioso cuerpo de élite que controla el sistema, los Señaleros. Se trata de un relato que discurre de forma bastante clara y lineal hasta su extraña conclusión, en la que se plantea un misterio que haya continuidad en los episodios siguientes.
Siguen a continuación dos relatos más opacos. “Hermano John” nos presenta al monje del


Que “Pavana” sea una novela de Historia alternativa está generalmente admitido; que sea Ciencia Ficción es más discutible. Muchos escritores de CF han firmado obras de este subgénero y muchas revistas especializadas los han publicado, pero no se trata de algo exclusivo de la Ciencia Ficción. Muchos sociólogos y académicos han publicado ensayos e historias “contrafactuales” en el ámbito universitario que no han llegado al mundo editorial de la ciencia ficción. Tanto la Ciencia Ficción como la Historia Alternativa son literaturas del cambio, de posibilidades, de incertidumbre… que nos dicen que no hay ningún resultado histórico y social inevitable.
Por otra parte, desde un punto de vista literario no importa que el planteamiento histórico de

Decía que la verosimilitud histórica de la Historia Alternativa no importa tanto como su coherencia interna. Y en eso radica la capacidad de pervivencia de esta novela, que hoy sigue siendo alabada por buena parte de los críticos especializados –que, también, son anglosajones-. La estructura social y la tecnología están bien planteadas en el marco histórico imaginado por el autor y su nítida y cariñosa evocación del mundo rural de Dorset contribuye a dar consistencia a aquél.

Por otra parte existen en las narraciones toda una serie de elementos nunca totalmente explicados y que situarían a la novela con un pie en la Fantasía. Hay múltiples referencias a las Hadas y los Antiguos y a los grandes poderes y habilidades de éstos. ¿Son verdaderamente seres mágicos? ¿O sucede simplemente que los habitantes de ese tiempo eran incapaces de comprender lo que veían y así lo explicaban? Los personajes encuentran restos de tecnología aparentemente avanzada, pero Roberts no los describe claramente, quizá porque ninguno de los que entonces vivieron podrían haberlos entendido.
La pavana fue un baile renacentista de ritmo lento que constaba de seis pasos y una coda y

Y, por último, el título halla también su reflejo en la estructura y ritmo de su prosa. La novela está fragmentada en una serie de “pasos”: un prólogo, un cuerpo central de relatos y una coda. Además, Roberts imprime una cadencia muy pausada a cada uno de ellos, deteniéndose en detalladas y líricas descripciones de procedimientos, entornos y sueños, dando rodeos a lo que realmente quiere transmitir con el fin de formar en el lector una idea en lugar de exponer aceleradamente los momentos de mayor tensión narrativa.

Es más, en todos los relatos trata de mostrar que, bajo la aparente solidez de esa sociedad y a pesar del control ejercido por la jerarquía eclesiástica, existe un fermento de rebelión. A veces se manifiesta en la forma de la intervención –no se sabe si real u onírica- del Pueblo del Brezal, adoradores de los viejos dioses nórdicos; otras como el abandono de la fe del Hermano John; a veces, de forma más indirecta: Jesse Strange, tras ser rechazado por Margaret, canaliza su furia hacia la creación de un gran imperio comercial que, en último término, servirá para que sus descendientes financien un alzamiento contra Roma.
Vehículos a vapor que dejan su estela por las campiñas y los páramos, castillos que se recortan

“Pavana” nunca alcanzó la aceptación y la altura de otras novelas de Historia Alternativa. Puede que fuera porque su punto de divergencia es más específico y menos conocido que los elegidos por otros autores; puede que su denso estilo literario tenga algo que ver; o quizá por su espíritu y ambientación profundamente británicos. Pero todo ello no es razón para ignorar lo que el tiempo ha ido convirtiendo en uno de los ejemplos más desafiantes y preciosistas de ficción sobre mundos alternativos.
Hermoso y muy completo trabajo sobre este maravilloso texto que hace años tuve el gusto de disfrutar. Por otro lado, me encantó tu blog, así que me hice seguidor para leerlo con frecuencia; a su vez te recomendaré en mi propio blog http://elcubildelciclope.blogspot.com/
ResponderEliminarGracias por visitarme Elwin. Por mi parte, he incluido también tu blog entre mis enlaces (yo también soy un enamorado de los comics). Espero verte por aquí a menudo.
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