
Parte del problema residía en que, cuando se estrenó, la oveja Dolly era aún una novedad y todavía faltaban varios años para que el proyecto Genoma Humano terminara de descifrar nuestro ADN, por lo que el tema central de la película (una historia sobre gente cuyas vidas están totalmente condicionadas por su herencia genética, independientemente de sus verdaderas capacidades) resultaba todavía extraño, abstracto y exagerado para gran parte de la audiencia. Hoy, en cambio, cualquier hijo de vecino está familiarizado con esa cadena de aminoácidos: no sólo películas sino teleseries policiacas o culebrones sudamericanos recurren a él con frecuencia en sus argumentos. En poco tiempo, una perspectiva nebulosa y amenazadora se había convertido en un coloso, la industria biogenética, que movía enormes cantidades de dinero levantando unas expectativas que aún tardarán muchos años en materializarse.
"Gattaca" (título compuesto a partir de las cuatro letras que definen las bases nitrogenadas del


Porque Vincent no se resigna al destino que para él ha reservado esta sociedad eugenésica regida por prejuicios. Alienado social y familiarmente, opta por recurrir a la ilegalidad: contrata a un intermediario (Tony Shahloub) que, por un precio, transforma su identidad legal y virtual. Vincent se somete a cirugía para alargar sus piernas, utiliza lentes de contacto para disfrazar su deficiencia visual y contrata a Eugene (Jude Law), un “espécimen” perfecto, medallista olímpico en natación, que en un desgraciado accidente quedó inválido de cintura para abajo (la naturaleza puede haber quedado sometida por la ciencia en “Gattaca”, pero el destino, la suerte o el azar todavía juegan un papel fundamental). La misión de Eugene según el acuerdo entre ambos es

La idea subyacente de la película no es nueva. Estamos familiarizados con la vieja historia de la persona que trata de esconder su raza, su sexo o su estatus social para hacerse pasar por otro individuo diferente e integrarse en una mayoría privilegiada. Aquellas historias trataban de exponer la falsedad moral de las élites y someterla a la indignación del espectador, que se da cuenta de que él también podría haber quedado marginado. No importa lo sano o inteligente que se sea, si se es portador de la marca “errónea” ya no hay más que hablar. La brillantez del director Andrew Niccol consiste en situar ese esquema en un nuevo contexto definido por la fría ciencia.


En contraste con la fuerza de voluntad de Vincent/Jerome, Eugene (cuyo nombre remite al término "eugenesia") es un “superhombre” amargado, roto física y espiritualmente. Sabe que debería disfrutar de la mejor de las vidas: dinero, belleza, fama, salud... pero que en lugar de ello la mala suerte lo ha condenado a una silla de ruedas, frustrando el brillante porvenir que le prometían sus genes. Su acuerdo con Vincent no sólo le permite sostener un lujoso tren de vida, sino, más importante aún, vivir y sentir los éxitos de aquél como si, al menos en parte, fueran suyos. Cuando Vincent termina su trabajo en Gattaca, Eugene entiende que su propia vida ha dejado de tener sentido y actúa en consecuencia.
Igualmente interesante es el personaje de Irene (Uma Thurman), una compañera de “Jerome"


Efectivamente, "Gattaca" exhibe una estética retro-futurista que complementaba perfectamente


El director Andrew Niccol consigue una película de fría y sofisticada elegancia que enmascara con destreza su falta de presupuesto. Su interés por las distopias no finalizó con "Gattaca". En 1998 estrenó "El show de Truman" y hace poco, en 2011, pudimos ver la interesante "In Time", otra visión de un futuro poco deseable. Y esta preferencia es especialmente destacable en un momento en el que el género distópico ha sido prácticamente abandonado por la ciencia-ficción de aventuras, que puede utilizar para la acción un marco estético oscuro o directa

Aunque nadie –incluyendo a Niccol- creyó entonces que la sociedad de "Gattaca" pudiera materializarse en nuestro futuro, algunos aspectos de la misma sí parecen estar ya cobrando forma. ¿Se fragmentará la raza humana en dos castas diferenciadas por su riqueza genética? No sucederá mañana, claro, pero hay signos inquietantes. Los cada vez más generalizados test en escuelas y puestos de trabajo a la búsqueda de drogas son supuestamente para nuestro bien, pero abren la puerta a cualquier tipo de intrusión en nuestra intimidad biológica.

El cuento de un gobierno represor que diseña genéticamente a sus clases dirigentes parece tener


Hay muchas razones para recomendar "Gattaca": es una película inteligente, humanista, emocionante y visualmente lograda, pero además y sobre todo, es una excelente muestra de que el cine de ciencia-ficción es tan capaz de tratar temas complejos no sólo como otros géneros del séptimo arte, sino como la propia literatura.