Cuando en 1988, tras el estreno de la segunda película de la saga cinematográfica de Alien, la editorial Dark Horse consiguió los derechos de adaptación al comic de lo que ya se había convertido en una franquicia, sin duda lo hizo teniendo bien presentes las excelentes posibilidades comerciales que brindaba la criatura salida de la imaginación de Giger y Scott. Lo que posiblemente no pudieron prever es que el monstruo les reportaría tantos beneficios y durante tanto tiempo.
En buena medida ello se debió a la política editorial que se decidió adoptar en la nueva línea: una sucesión de series limitadas, volúmenes únicos e historias cortas en vez de la más tradicional serie regular. De esta forma se podía dar entrada a una variedad de autores que pudieran aportar libremente sus personales interpretaciones de este universo de ficción, evitando la presión derivada de las fechas de entrega y la fosilización creativa. Por desgracia, por acertada que pudiera ser esa política en un principio, si se deja pasar el suficiente tiempo, aquellos elementos negativos acabarán siempre por aparecer.
Efectivamente, "Alien", como su primo "Predator" o la veterana "Star Trek", se ha convertido en una

Desafortunadamente, suele ocurrir que la firma de un guionista o dibujante consagrados no conlleve automáticamente la calidad que podría esperarse a la vista del currículo previo de sus reputados autores. Y es que las limitaciones a las que se tienen que ajustar, las directrices que deben seguir o el propio formato de la obra impiden a menudo que el proyecto sea algo más que un trabajo alimenticio que se acepta por su jugosa remuneración y se solventa con oficio pero sin entusiasmo. Este es el caso de "Aliens: Alchemy".

Eso cambió a mediados de los noventa, cuando Corben abandonó en gran medida los proyectos propios (sus intentos de autoedición se habían saldado con fracasos) para aceptar encargos bien pagados de las grandes editoriales de comic-books, Marvel y DC, encantadas de tener a un autor de la talla de Corben en sus catálogos. Así, en 1996, colabora con una historia corta en "Batman: Black& White". Más tarde seguirían miniseries de "Hulk", "Hellblazer", "Punisher" o "Powerman", pero entremedio dibujó una miniserie de "Alien" de tres números para Dark Horse en colaboración con el guionista John Arcudi -quien ya había firmado anteriormente otra miniserie de la criatura.
En la aislada colonia de Emerson, emplazada en un planeta árido y hostil, tiene lugar un

La criatura no tarda en sembrar el caos en la colonia. El sacerdote anuncia que se trata de una plaga mutante consecuencia de la contaminación, intentando de esta forma atraer aterrados conversos a su bando. Sólo dos mujeres de indomable personalidad lograrán vencer el pánico para tratar de acabar con el alien y descubrir el misterio que se esconde tras él.

Para no ser completamente negativos, digamos que la historia que relata el origen de la pequeña comunidad de Emerson resulta interesante aunque merecedora de un mayor desarrollo (se solventa en seis páginas). Arcudi es también capaz de ir articulando la narración de forma ascendente, aumentando su complejidad y suspense conforme se alcanza el clímax y añadiendo información que clarifica paulatinamente el pasado de la colonia y las relaciones entre los personajes.
En cuanto al aspecto gráfico, incluso una obra menor y alimenticia de un gran autor suele superar a

En resumen, una obra para incondicionales de la saga "Alien" y seguidores de la carrera de Richard Corben. El resto podrá encontrar comics de ciencia ficción mucho más merecedores de emplear en ellos tiempo y dinero.
Richard Corben sumpre es una buena opcion simplemente para disfrutar de su arte , las portadas de este comic son muy buenas....saludos
ResponderEliminarMuy buen análisis!
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