La ficción histórica es un género espinoso para un escritor porque resulta muy fácil terminar convirtiendo a personajes reales de nuestro pasado en títeres ficcionalizados al servicio de la narración, y los acontecimientos clave de la Historia en meros puntos focales de un thriller o un drama romántico. Podría pensarse que la Historia Alternativa ofrece mayor grado de libertad, esto es, imaginar un pasado que ha discurrido por sendas diferentes al que conocemos a consecuencia de algún evento que no tuvo lugar o transcurrió de forma diferente, o quizá la invención de una nueva arma, el retraso en el descubrimiento de tal o cual ley científica o la muerte prematura de un personaje antes de dejar su huella en la Historia.