“El Chip Prodigioso” tenía a priori todas las cartas ganadoras: un estreno veraniego, el nombre de Steven Spielberg en el poster, el director de “Gremlins” como responsable y una premisa prometedora que incluía miniaturización, un expiloto carismático y un hipocondríaco. Pero cuando la película llegó a las salas el 1 de julio de aquel año, se topó con una sorprendente indiferencia. Aunque muchos de los que la vieron entonces guardaron un buen recuerdo de ella y que con el tiempo se convirtió en un título de culto, en su momento ni siquiera consiguió recuperar el presupuesto de 26 millones de dólares. El público estadounidense se sintió más atraído por otra comedia veraniega, “Aventuras en la Gran Ciudad”, el debut de Chris Columbus.