(Viene de la entrada anterior)
Después del largo preámbulo situando la “Fundación” en el contexto de la vida y carrera de Asimov ha llegado el momento de examinar algo más de cerca la obra misma.
Libros, películas, comics... una galaxia de visiones sobre lo que nos espera en el mañana
Después del largo preámbulo situando la “Fundación” en el contexto de la vida y carrera de Asimov ha llegado el momento de examinar algo más de cerca la obra misma.
Priorizando la aventura sobre la caracterización, en lugar de entrar a explorar las psicologías y personalidades de los personajes ya desde el principio, se optó por dejar que sus actos hablaran por ellos y que vivieran diversas aventuras juntos que sirvieran para establecer lazos de compañerismo, lealtad y amistad. Pero antes había que encontrar actores para dar vida a esos personajes y así, Berman, Taylor y Piller junto con el director del episodio piloto, Winrich Kolbe, acometieron una de las más delicadas fases de toda serie de Star Trek.
Ya a mediados de los setenta, Paramount había tratado de lanzar una cuarta cadena de televisión apoyándose en una serie de Star Trek titulada “Fase II”. Pero ese programa nunca llegó a materializarse dado que, ante la avalancha de “Star Wars” (1977) y la necesidad que sintieron los estudios de Hollywood de aprovechar la ola que levantó la película de Lucas, se metamorfoseó en “Star Trek: La Película” (1979). Asimismo, el proyecto de aquella nueva cadena quedó en el limbo durante veinte años hasta que, en enero de 1995, se presentó al mundo tanto United Paramount Network (UPN) como “Star Trek: Voyager”, la tercera serie de acción real derivada del programa original de los sesenta y que vino sustentada por las ideas y conceptos de Rick Berman, Jeri Taylor y Michael Piller, todos ellos a esas alturas pilares de una franquicia que parecía no ir a agotarse nunca.