Libros, películas, comics... una galaxia de visiones sobre lo que nos espera en el mañana
domingo, 25 de agosto de 2013
1978- APOCALIPSIS - Stephen King
Las clasificaciones son con frecuencia engañosas, volubles, inexactas y, sobre todo, subjetivas. Ello es así porque los autores no suelen –o no deberían- concebir sus obras deliberadamente ajustadas a unos parámetros de género. La creación sigue su propio camino; ya se encargarán los críticos y aficionados de pelearse por la etiqueta que deba colgar de ellas.
Sí existe un consenso más o menos general acerca de que el terror, como la ciencia ficción o la fantasía, se engloba dentro de lo que podríamos llamar ficción no realista. Pero más allá de eso, resulta difícil clasificar algunas obras, digamos, “fronterizas”. De forma genérica podríamos decir que una novela pertenece al género de terror cuando su propósito sea el de provocar desasosiego en el lector recurriendo a elementos sobrenaturales, místicos o mágicos, es decir, fenómenos no explicables por la ciencia actual. Pero también nuestro racional y científico plano de existencia contiene suficientes posibilidades como para aterrorizar a cualquiera. Stephen King es un reconocido maestro en despertar la ansiedad introduciendo tópicos propios de la ciencia ficción, como los poderes mentales en “Carrie” o “La Zona Muerta”, las sociedades distópicas en “El Fugitivo” o “La Larga marcha” o el fin de la civilización humana en “Apocalipsis”.
jueves, 22 de agosto de 2013
1993- BABYLON 5 (y 5)
(Viene de la entrada anterior)
“Babylon 5” fue especial por muchas cosas, entre ellas el conseguir superar enormes problemas al final de cada temporada y lograr la renovación por un año más; y también por haber sido capaz de reunir a un nutrido grupo de fans que construyeron toda una comunidad virtual en Internet. Asimismo, fijó muy alto el listón en lo que se refiere a efectos especiales, técnicas de producción eficientes con un presupuesto ajustado, una visión amplia en cuanto a la historia a narrar y la introducción en ella de temas profundos y complejos.
lunes, 19 de agosto de 2013
1993-BABYLON 5 (4)
(Continúa de la entrada anterior)
Las incertidumbres respecto a la continuidad del programa volvieron a aflorar debido a la bancarrota y disolución de PTEN. Sin embargo, mientras se encontraba en Blackpool, Inglaterra, Straczynki leyó un telegrama a los leales aficionados asegurando que “Babylon 5” había sido renovado. El rodaje se retomó en agosto de 1996.
A la vista de cómo habían ido las cosas, no existían garantías de que el proyecto de cinco años previsto inicialmente pudiera completarse, por lo que Straczynski aceleró el ritmo previendo el peor de los escenarios: que la serie no fuera renovada para su temporada final.
domingo, 18 de agosto de 2013
1993-BABYLON 5 (3)
(Viene de la entrada anterior)
Aunque la serie iba ganando popularidad, los actores de B5 eran todavía una colección de desconocidos. Por mutuo acuerdo con los productores, Michael O´Hare abandonó la serie. Sus intereses se dirigían hacia el teatro y quería regresar a ese medio, aunque luego retornara brevemente al programa para encarnar de nuevo a su personaje. Aunque a los fans les gustaba el comandante Sinclair, no todo el mundo estaba de acuerdo en cuanto a la personalidad del actor. Su abandono fue motivo de abundante polémica entre los aficionados en los foros de internet.
sábado, 17 de agosto de 2013
1993-BABYLON 5 (2)
(Viene de la entrada anterior)
La primera temporada se centra principalmente en presentar a la estación y los personajes que la habitan. Conocemos así al comandante Jeffrey Sinclair (Michael O´Hare) y los cuatro embajadores alienígenas: Kosh, del Imperio Vorlon; Londo Mollari (Peter Jurasik), del Imperio Centauri; Delenn (Mira Furlan), de los Minbari; y G´Kar (Andreas Katsulas), de Narn. Todos ellos tienen sus propias culturas, costumbres, creencias y marcadas personalidades. Es éste uno de los muchos aspectos que distanció a “Babylon 5” de otras space operas televisivas anteriores y posteriores: los alienígenas son retratados como seres complejos, individuos claramente diferenciados unos de otros en lugar de servir de representantes genéricos de sus razas. Éstas, por otra parte, son más complejas y variadas cultural y socialmente que, por ejemplo, en Star Trek.
viernes, 16 de agosto de 2013
1993-BABYLON 5 (1)
El éxito cosechado por “Star Trek: La Nueva Generación” (1987-1994) supuso a la hora de la verdad poco impulso en lo que se refiere a la producción de nuevas series televisivas de ciencia ficción. De hecho, muchas cadenas seguían pensando que el género era veneno para las cifras de audiencia. “Star Trek” no era más que la excepción que confirmaba la regla. A medida que transcurría la década de los noventa, los éxitos de “Star Trek: Espacio Profundo Nueve” (1993-1999) y “Star Trek: Voyager” (1995-2001) hicieron poco por cambiar la situación. Su adhesión a la franquicia de Gene Roddenberry los seguía convirtiendo en casos especiales.
Sin embargo, para cuando “La Nueva Generación” finalizó su recorrido en la primavera de 1994, ya se habían comenzado a emitir dos de las series de ciencia ficción más importantes de la historia televisiva del género. “Expediente X”, de la Fox, registró cifras de audiencia record, mayores aún que las conseguidas por cualquier serie de Star Trek. La segunda fue “Babylon 5”, aclamada por la crítica y adorada por los fans desde su primera temporada y cuya original propuesta consiguió atraer los suficientes espectadores como para que se completara su proyectado recorrido de cinco años. Estas dos series junto a la franquicia de Star Trek, hicieron de la década de los noventa la mejor de la historia hasta el momento para la ciencia ficción televisiva.
viernes, 2 de agosto de 2013
1937- HACEDOR DE ESTRELLAS - Olaf Stapledon
Giordano Bruno (1548-1600) fue un pensador italiano que, inspirado por el modelo copernicano del Sistema Solar, impartió clases por diversos países europeos, especialmente en las naciones protestantes del norte. Cuando llegó a Venecia en 1591, fue arrestado por la Inquisición, interrogado y finalmente ejecutado en 1600. Ciertamente, la magia y el misticismo jugaban un papel tan importante en el pensamiento de Bruno como la ciencia, pero en el fondo, sus ingeniosas especulaciones sobre la naturaleza del universo eran pura ciencia ficción. Su obra “Sobre el Universo Infinito y los Mundos” (1584) imagina al cosmos como una infinita pluralidad de mundos, cada uno de los cuales puede asimilarse a un organismo vivo. El propio Universo, por tanto, estaba vivo.
Tres siglos después, un escritor y profesor de Filosofía de la Universidad de Liverpool, Olaf Stapledon, tuvo conocimiento de esa maravillosa interpretación del universo (aunque no a través de los textos del propio Bruno, sino mediante los filósofos idealistas alemanes del siglo XIX) y decidió escribir un libro basado en ella. A Bruno lo quemaron por enseñar tales herejías. A Stapledon se le considera un clásico imprescindible de la ciencia ficción, un autor de gran profundidad intelectual y, según muchos, la principal mente imaginativa del siglo XX.