viernes, 14 de junio de 2024

1986- LOIS MCMASTER BUJOLD Y LA SAGA DE MILES VORKOSIGAN (2)



(Viene de la entrada anterior)

 

La primera venta profesional de Bujold fue un cuento, "Barter" (Regateo), que se publicó en "Twilight Zone Magazine" en la primavera de 1985. Posteriormente, fue comprado, adaptado y mutilado casi hasta quedar irreconocible por la serie de televisión "Tales from the Darkside". El capítulo fue efectivamente producido y emitido, aunque Bujold se considera afortunada de no haberlo visto nunca (no se pudo ver en el área de Marion donde ella residía); Lillian Carl sí lo vio en Texas y no pudo reconocerlo como obra de Bujold.

 

"Barter" refleja la lucha constante de Bujold como madre de dos hijos por conseguir un poco de paz y tranquilidad para escribir. La historia cuenta cómo un extraterrestre toca el timbre de una ama de casa agobiada por niños ruidosos y gatos que vomitan. El visitante necesita desesperadamente amoníaco, que para su metabolismo es más o menos lo que el agua para el nuestro. A cambio, le ofrece un campo de biostasis controlado remotamente y un estimulador focal: el primero provoca una parálisis temporal y el segundo sustituye la pereza por una actividad enérgica. Sin pensarlo dos veces, la mujer utiliza el primero con sus gatos y sus hijos, y el segundo con su marido.

 

En el otoño de 1984, Bujold terminó su segunda novela, "El Aprendiz de Guerrero", y mientras escribía la tercera envió los dos primeros manuscritos a varias editoriales de Nueva York sólo para verlos rechazados. A finales de agosto de 1985, en la LoneStarCon I, la Convención Norteamericana de Ciencia Ficción en Austin, Texas, Lillian Carl coincidió con Betsy Mitchell (entonces de Baen Books) y le dijo que podría gustarle el trabajo de Bujold. A las pocas semanas, Jim Baen, el propietario, había leído "El Aprendiz de Guerrero" y llamó a Bujold para preguntarle sobre los otros dos libros que tenía en su haber. Terminó haciendo una oferta por los tres: "Fragmentos de Honor", "El Aprendiz de Guerrero" y "Ethan de Athos". Bujold se llevó tal sorpresa que luego recordaría estar tirada en el suelo de la cocina hiperventilando mientras le pedía prudentemente a Lillian que comprobara las credenciales de las personas implicadas.

 

Baen Books, fundada por Jim Baen en 1983, era una editorial todavía bastante joven en ese momento y nadie sensato vendería tres libros a una empresa que podría cerrar una semana después. Pero le dieron garantías y, efectivamente, los libros aparecieron, en edición de bolsillo, en junio, agosto y diciembre de 1986, "dejando a los no iniciados imaginar que escribí un libro cada tres meses". Desde entonces Baen Books no sólo floreció sino que prosperó mucho: sobrevivió a la muerte de sus fundadores en 2006 y se convirtió en líder de la promoción de sus escritores a través de formatos digitales

 

Bujold conoció a Jim Baen en persona mientras esperaba un ascensor en el Atlanta Marriott, en la Worldcon de 1986. Bujold recuerda que mientras la multitud lo arrastraba hacia el ascensor, él gritó "algo como: "Si escribes tres libros al año durante siete años, ¡puedo ponerte en el mapa!" A lo que mi quejumbrosa respuesta fue -y ahora no recuerdo si lo dije en voz alta o no- "¿No puedo escribir un libro al año durante veinte años?" Bujold se había quedado aterrorizada por el comentario de Baen. Lillian recordaría: "Se pasó toda esa convención como un ciervo ante los faros". Bujold tenía miedo de no lograr establecerse en la industria; de hecho, cometió algunos errores básicos. Había firmado contratos para sus primeros siete libros antes de conseguir un agente. Según fueron las cosas, la única ventaja de esperar tanto a ponerse en manos de un profesional fue que, para cuando llegó ese momento, ya era lo suficientemente conocida como para contratar a una figura respetable y de primer nivel en el medio, Eleanor Wood , fundadora de Spectrum Literary Agency, en cuya cartera tenía autores como Leigh Brackett, Hal Clement, L.Sprague de Camp, Robert Heinlein, Larry Niven, Cordwainer Smith, Jerry Pournelle o Jack Williamson. Una de las primeras cosas que hizo Wood fue redactar nuevos contratos con Baen para "recomprar" algunos de los derechos que se habían perdido en los primeros acuerdos.

 

Por supuesto, publicar tres novelas en formato bolsillo es sólo el primer paso para establecer una carrera. Cada uno de los tres primeros libros de Bujold tuvo una tirada inicial de entre treinta y cinco mil y cuarenta y cinco mil copias. "El Aprendiz de Guerrero", por ejemplo, tuvo una tirada de 37.113 ejemplares a finales de diciembre de 1989, pero en junio de 1991 ya se habían impreso 58.764. "En Caída Libre", publicado en abril de 1988, tuvo una distribución de 43.884 ejemplares en diciembre de ese año, y 72.590 en diciembre de 1994. "Mi fondo estaba empezando a mostrar cierta fortaleza". Aun así, Bujold no se enriqueció de la noche a la mañana: no recibió su pago inicial de 5.000 dólares por "Fragmentos de Honor" hasta finales de 1989 (tres años después de su publicación); y su primer pago de regalías, en diciembre de 1989, fue de 106,28 dólares. "Probablemente, con ello pagué mi factura de agua".

 

A cualquier editorial le resulta difícil conseguir que uno de sus nuevos escritores atraiga la atención de un público ante el que se abre una oferta tan variada y abundante. La revista "Locus" estimó que en 1986 se publicaron en Estados Unidos 294 nuevos libros de ciencia ficción (y 263 novelas nuevas de fantasía) -nuevos, es decir, no reimpresiones-. Construirse una base leal de fans, algo en lo que Bujold demostró tener un gran éxito, es un proceso lento e incierto.

 

Quizás el avance más importante para la carrera de Bujold fue su aparición en "Analog". En 1987, seguía siendo una de las tres principales publicaciones de ciencia ficción y ficción fantástica en el mundo de habla inglesa, con una circulación declarada aquel año de 97.209 ejemplares al mes. En diciembre de 1987, “Analog” comenzó a publicar en cuatro partes "En Caída Libre". Con su héroe ingeniero y sus desafíos técnicos, es una historia que responde perfectamente a las tradicionales exigencias de “Analog” y la propia Bujold la había planificado de esa manera, planteándosela como un ejercicio de marketing. Stanley Schmidt, el editor de la revista, le había enviado algunas notas sobre los requisitos para ver serializada una novela allí, y Bujold intentó satisfacer todos sus puntos. Aparentemente, lo logró.

 

Los suscriptores de "Analog" pronto conocerían también a Miles Vorkosigan: "Las Montañas de la Aflicción" se publicó en mayo de 1989; "Laberinto" en agosto del mismo año; y la primera parte de "El Juego de los Vor", "Weatherman", en febrero de 1990. "Analog" también publicó por entregas "Barrayar" en 1991 y "Cetaganda" en 1995. Es difícil mensurar el efecto que estas publicaciones en "Analog" tuvieron en la creación de la base de fans de Bujold, pero probablemente fue considerable. Las tres novelas en particular, muy diferentes entre sí, destacaron eficazmente a Miles Vorkosigan y alertaron a los lectores de "Analog" sobre la existencia de los seis libros sobre él publicados en el momento de aparecer la última historia de "Analog".

 

Bujold apareció en "Analog" siete veces, según mis cálculos. Es decir, con la portada de la revista destacando su nombre en tipografía más grande y la ilustración referida a su historia. La portada de su primera aparición en la revista, con la primera entrega de "En Caída Libre", fue de Vincent Di Fate y presentaba una estación espacial bastante genérica, pero las ilustraciones posteriores mostraban aspectos mucho más específicos del mundo Vorkosigan: una mujer quaddie (especie de humanos alterados genéticamente para vivir en gravedad cero en naves y estaciones espaciales) flotando en el espacio aparentemente desprotegida (por Vincent Di Fate, febrero de 1988); un oficial uniformado blanco, claramente de menos de metro y medio de altura, de pie entre soldados uniformados de verde (Alan Gutiérrez, mayo de 1989); Nicol, una quaddie de pelo negro que toca su dulcémele (Kelly Freas, agosto de 1989); un soldado de baja estatura (con la leyenda “M. Vorkosigan” en su placa de identificación) equipado para condiciones climáticas severas (Dell Harris, febrero de 1990); Cordelia, con pistola, junto a un soldado (presumiblemente Bothari) (Ron y Val Lakey Lindham, octubre de 1991); y Miles presentando la Gran Llave a una mujer en una burbuja flotante (Terri Czeczko, octubre de 1995).

 

Uno de los puntos fuertes de las novelas de Bujold es su capacidad para atraer a los lectores de "Analog", percibidos como mayoritariamente masculinos, y (al menos en los primeros años de la carrera de Miles Vorkosigan) a aquellos interesados en el subgénero de la ciencia ficción militar y la space opera. Pero también supo hacerse con un gran número de lectoras. Los fans más entusiastas de Bujold, y, desde luego, la mayoría de los que escriben fan fiction sobre su universo y contribuyen a los foros de discusión en internet, son mujeres, pero mi apreciación personal (que no está respaldada por estadísticas de ningún tipo) es que la autora parece haber sido capaz de conservar la lealtad de muchos de aquellos primeros lectores, independientemente de su género. La propia impresión de Bujold, a juzgar por el público con el que interactúa en diferentes ámbitos, es que sus lectores se dividen aproximadamente por igual entre hombres y mujeres (mientras que se calcula que el número de lectores de ciencia ficción en su conjunto está más cerca del 60% de hombres y el 40% de mujeres).

 

El resto de la carrera de Bujold ha sido un encadenamiento de triunfos. Hay tres premios principales en el campo de la Ciencia Ficción y la Fantasía. El más prestigioso es el Premio Hugo, votado por aquellos que han sido acreditados como miembros de la Convención Mundial de Ciencia Ficción que se celebra todos los años y otorgado en una ceremonia durante el propio evento. Sin embargo, el premio Nebula puede ser más apreciado por el autor, ya que se falla mediante votos de otros escritores, los miembros de la SFWA, los escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos. Y, por último, está el Premio Locus, que se basa en los resultados de una encuesta realizada por la revista del mismo nombre entre sus lectores (aficionados, escritores, críticos, editores, libreros). Estos premios, por supuesto, no son por "excelencia", independientemente de cómo se interprete ésta. Estos galardones son muestra del reconocimiento de muchos lectores a un escritor al que consideran como uno de sus favoritos.

 

Estos tres premios se dividen en varias categorías: el de Mejor Novela generalmente se considera la más prestigiosa (aunque "Locus" la separa en Mejor novela de Ciencia Ficción y Mejor novela de Fantasía), pero también hay premios para otros formatos: novella (entre 17.500 y 40.000 palabras), novelette (entre 7.500 y 17.500 palabras) y cuento (menos de 7.500 palabras). Pues bien, en la década de 1990, Bujold ganó cada uno de estos premios más de una vez, y fue también nominada para todos más de una vez.

 

Fue su cuarta novela, "En Caída Libre", la que le valió el primer Nébula a Mejor Novela en 1989, así como una nominación al Hugo en la misma categoría. Al año siguiente, su historia sobre el viaje de Miles Vorkosigan a las montañas Dendarii, "Las Montañas de la Aflicción", ganó tanto el Nebula como el Hugo en la categoría de novela corta. Un año después, en 1991, "El Juego de los Vor" le proporcionó un Hugo a la Mejor Novela; le siguió el mismo premio por "Barrayar" en 1992.

 

En 1993, su primera novela de fantasía, "El Anillo del Espíritu", quedó en segundo lugar en la encuesta de Locus a la mejor novela fantástica del año. En 1994, ese libro ganó los premios Hugo y Locus a la mejor novela. "Paladín de Almas" ganó la categoría de Mejor Novela en los premios Hugo y Nebula, y encabezó la encuesta Locus a la Mejor Novela Fantástica de 2003. Esta lista no cuenta las nominaciones a estos importantes premios en otras ocasiones ni en otros países o premios de menos categoría en Estados Unidos.

 

Su palmarés hasta la fecha en los tres grandes premios, es de un total de nueve a la Mejor Novela: cuatro premios Hugo, dos Nebulas y tres Locus. El único otro escritor que ganó cuatro Hugos en la categoría de Mejor Novela fue el generalmente considerado como uno de los padres fundadores de la ciencia ficción moderna, el propio Robert A. Heinlein. Bujold escribió que se sintió aliviada de conseguir el cuarto Hugo, por "Paladín de Almas", "porque, finalmente, silenció a la gente que me volvía loca diciendo eufórica: "¡Solo uno más e igualarás a Heinlein!" No es una carrera, maldita sea". Agregó que no tenía ni idea de por qué algunos de sus libros ganaron premios y otros no, excepto que aquéllos en los que menos le preocupaba la respuesta de otras personas parecían tener mejores resultados.

 

La otra forma de reconocimiento que se puede cuantificar son las asistencias a convenciones como invitado de honor. La primera invitación de este tipo a una convención importante le llegó en 1993, cuando fue así honrada por Wiscon, la convención anual feminista de ciencia ficción. En 1994 fue invitada de honor en Confabulation, la convención de la Semana Santa de ese año en Londres. A partir de entonces las invitaciones ya no pararon: fue invitada de honor en tres convenciones de Estados Unidos en 1996, y en 1998 añadió a su lista de honores una invitación a la principal convención de ciencia ficción de Australia Occidental, Swancon, así como al mayor encuentro de académicos y escritores en los campos de la Ciencia Ficción y la Fantasía, la Conferencia Internacional del Fantástico en las Artes, que se reúne cada mes de marzo en Florida.

 

Desde entonces, Bujold ha sido invitada de honor en convenciones de todo el mundo, incluida la más prestigiosa de todas, la Convención Mundial de Ciencia Ficción (Denver, 2008). La primera convención dedicada íntegramente a sus obras se celebró en abril de 2002 bajo el nombre VorCon. Curiosamente (dado el trasfondo ruso de sus novelas de Barrayar), tuvo lugar en Moscú, Rusia, pero Bujold no pudo asistir. Para muchos autores con agendas repletas, por supuesto, las convenciones, si bien son una buena oportunidad para conocer fans, colegas escritores, editores y agentes, son también una distracción de la labor de escritura. Bujold estima que pierde "una o dos semanas de tiempo/atención/energía para escribir" por cada convención de tres días.

 

Hay partes de su vida a las que Bujold rara vez se refiere. En 1986, murió su padre mientras ella escribía "En Caída Libre", novela cuya escritura tuvo que interrumpir por un tiempo. En diciembre de 1992 se concretó el divorcio de su marido, "más apremiante que amargo", según declaró. Después de la separación se quedó en Marion, Ohio, hasta 1995, cuando ella y sus hijos se mudaron a Minneapolis, Minnesota, cerca de donde vivía su buena amiga Patricia Wrede y donde ha residido desde entonces. Finalmente, estuvo el difícil año de 2003, marcado por la muerte de su madre a los 91 años. Por entonces, se centró en leer una gran cantidad de fanfics publicados en internet, no de los que desarrollan su universo Volkosigan -de los cuales hay una cantidad considerable- sino los de otros fandoms. No publicó nuevos libros de Vorkosigan durante siete años después de eso, sino que comenzó a explorar un tipo de fantasía muy diferente a todo lo que ella (o cualquier otra persona) había hecho antes.

 

(Continúa en la siguiente entrada)


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