De nuevo nos encontramos aquí a vueltas con la antigravedad. Ya comentamos en la entrada correspondiente a “De la Tierra a la Luna” cómo la solución “balística” de Julio Verne a la hora de enfrentarse al campo gravitatorio terrestre fue bastante peculiar y no compartida por la mayor parte de los escritores de CF, prefiriendo éstos inventarse elementos o inventos antigravitatorios. Aquí tenemos un ejemplo.
Thonias Hewlings Stockton (1834-1902) fue un clérigo, escritor y humorista americano cuyo nombre artístico, Frank Richard Stockton, ha pervivido hasta hoy gracias sobre todo a una serie de cuentos de fantasía para niños enormemente populares a finales del siglo XIX. Pero su obra no se restringió sólo al mundo infantil. Como tantos autores de la época, escribió novelas para adultos tocando diferentes géneros, entre ellos, aunque él no lo sabía entonces porque aún nadie había acuñado su nombre, la Ciencia Ficción.
En este cuento, un inventor americano crea una mochila antigravedad con la que sube montañas y levanta pesados objetos. Acaba desmontándola por el miedo de que su invento acabe con la felicidad de su esposa debido a la fama que le granjearía el que se hiciese público.
Su papel de pionero en la CF no debe ocultar otro hecho relevante de su biografía: durante algún tiempo antes de dedicarse a escribir con éxito, se ganó la vida como campeón comedor de perritos calientes, batiendo el récord mundial al zamparse 2,5 perritos y sus panecillos en 60 segundos.
El relato apareció incluido en el titulo “Lo Mejor de la Ciencia Ficción del siglo XIX”, editado por Martínez Roca en 1983. Probablemente se pueda encontrar de segunda mano a través de algún portal de internet. Para quien prefiera leer el libro online puede hacerlo aquí ; también se puede descargar para ebook aquí.
Thonias Hewlings Stockton (1834-1902) fue un clérigo, escritor y humorista americano cuyo nombre artístico, Frank Richard Stockton, ha pervivido hasta hoy gracias sobre todo a una serie de cuentos de fantasía para niños enormemente populares a finales del siglo XIX. Pero su obra no se restringió sólo al mundo infantil. Como tantos autores de la época, escribió novelas para adultos tocando diferentes géneros, entre ellos, aunque él no lo sabía entonces porque aún nadie había acuñado su nombre, la Ciencia Ficción.
En este cuento, un inventor americano crea una mochila antigravedad con la que sube montañas y levanta pesados objetos. Acaba desmontándola por el miedo de que su invento acabe con la felicidad de su esposa debido a la fama que le granjearía el que se hiciese público.
Su papel de pionero en la CF no debe ocultar otro hecho relevante de su biografía: durante algún tiempo antes de dedicarse a escribir con éxito, se ganó la vida como campeón comedor de perritos calientes, batiendo el récord mundial al zamparse 2,5 perritos y sus panecillos en 60 segundos.
El relato apareció incluido en el titulo “Lo Mejor de la Ciencia Ficción del siglo XIX”, editado por Martínez Roca en 1983. Probablemente se pueda encontrar de segunda mano a través de algún portal de internet. Para quien prefiera leer el libro online puede hacerlo aquí ; también se puede descargar para ebook aquí.
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