miércoles, 29 de mayo de 2013

1980-ÉRASE UNA VEZ EN EL FUTURO - Carlos Giménez

 
Jack London y Stanislaw Lem son dos escritores que tienen muy poco en común. Ni su origen, ni sus vidas, ni su estilo ni los temas que trataron en sus obras se parecen. Pero en lo que sí se asemejan es en que ambos dejaron para la posteridad una colección de relatos que en justicia pueden calificarse como clásicos: no sólo han superado la prueba del tiempo pudiendo ser disfrutados y comprendidos por generaciones de lectores, sino que su actualización y adaptación a otros lenguajes narrativos mantiene su fuerza y mensaje originales. Esto último, claro está, siempre que lo realice alguien con el talento necesario.

sábado, 25 de mayo de 2013

1963-EL PLANETA DE LOS SIMIOS - Pierre Boulle




 En la década de los sesenta del siglo pasado, Europa produjo un buen número de magníficas obras de ciencia ficción. Ello tuvo lugar antes de que el género experimentara un creciente proceso de comercialización masiva y, especialmente, antes de acabar fundiéndose en buena medida con otros medios de comunicación de masas dominados por los norteamericanos, concretamente el cine y la televisión. Ese fenómeno diluyó la difusión y el impacto de aquellas novelas firmadas por autores no anglosajones.

Así, conforme la cultura estadounidense extendía sus ramificaciones por todo el planeta en un fenómeno sin precedentes, un importante volumen de ciencia ficción de gran calidad no producida en inglés acabó oscurecida por el chauvinismo anglosajón que hacía que cada vez menos de sus ciudadanos se sintieran inclinados a aprender otro idioma. La consecuencia obvia es que las únicas obras a las que acababan prestando atención eran aquellas escritas –o rodadas- en su propia lengua. Tal fenómeno mantiene hoy su vigencia.

sábado, 18 de mayo de 2013

1936- LA VIDA FUTURA - William Cameron Menzies






Las películas de Fritz Lang marcaron el paso de los primeros filmes de ciencia ficción de acuerdo a una perspectiva netamente europea. Enfatizando las supuestas capacidades predictivas del género e introduciendo un comentario social, los cineastas como Lang buscaban erosionar la inconsciente autosatisfacción de la sociedad, exponiendo la poco edificante verdad que se escondía bajo su superficie.

La ciencia ficción norteamericana de este mismo periodo, por el contrario, era mucho menos reivindicativa y se ajustaba al canon “pulp” de aventura ligera. Los seriales cinematográficos de Flash Gordon que aparecieron a partir de 1936 eran un ejemplo perfecto de esa aproximación centrada en la pura evasión y que era producto de la necesidad de toda una nación de escapar de las realidades aún latentes de la Gran Depresión.

miércoles, 15 de mayo de 2013

1986-STAR TREK IV: MISIÓN SALVAR LA TIERRA - Leonard Nimoy






"Misión Salvar la Tierra" fue la cuarta entrega cinematográfica de la serie basada en el programa televisivo de "Star Trek" (1966-69). La primera de ellas, "Star Trek: La Película" (1979) había sido una cara extravagancia que había decepcionado a los aficionados; la segunda, "La Ira de Khan" (1982), bajo la batuta del director Nicholas Meyer, supuso una muy considerable mejora en cuanto al argumento y los personajes, logrando reconciliar a éstos con su ya madura edad. La tercera, "En busca de Spock" (1984), significó la desviación de la franquicia hacia el terreno exclusivo de los fans, lo que acabó comprometiendo el potencial creativo de ese universo de ficción.

jueves, 9 de mayo de 2013

1977- HOM - Carlos Giménez





En 1975, “Dani Futuro”, la serie de ciencia ficción que contaba con guiones de Víctor Mora, se había quedado pequeña para las necesidades expresivas de su dibujante, Carlos Giménez. El franquismo daba sus últimas boqueadas y la liberación creativa de la historieta se respiraba ya próxima. Giménez se había unido a Luis García y Adolfo Usero en el breve proyecto “Premiá 3”, en cuyo seno se habló de la edición de una posible revista autogestionada (que vería la luz años más tarde como “Trocha”), se charló de arte, de política, se intercambiaron trucos y experiencias historietísticas…
 
Giménez decide abandonar los poco estimulantes trabajos de agencia e iniciar, a sus treinta y cuatro años de edad, un proyecto de incierto futuro, una obra personal para la que no tenía comprador. Para un dibujante, invertir su tiempo y su esfuerzo en páginas y más páginas sin saber si interesarán a algún editor es un riesgo muy considerable que puede llegar a ponerle en serias dificultades. Pero Giménez no sólo tenía fe en su trabajo y seguridad en su capacitación profesional, sino la necesidad espiritual de satisfacer su ansia creativa, de realizar un trabajo personal al tiempo que responsable.

martes, 7 de mayo de 2013

1935- JUAN RARO - Olaf Stapledon





 A finales de los años treinta y principios de los cuarenta, la cultura popular se vio sorprendida por el auge de lo que iba a convertirse en un género nuevo, hijo legítimo de la ciencia ficción, la fantasía, la aventura y el folletín: el superheróico, protagonizado por justicieros con vistosos uniformes y en posesión de capacidades sobrehumanas. Pero el tema del superhombre precedía en unos cuantos años a ese fenómeno todavía hoy vigente. Fue tratado en primer lugar en la literatura de ciencia ficción y con una profundidad y lucidez que el comic tardaría décadas en alcanzar.

La idea del posthumano ha fascinado a la ciencia ficción moderna desde sus comienzos, suscitando cuestiones sobre el destino del hombre, la vida en el Universo y el sentido de ambas. Desde que Darwin enunciara su famosa y controvertida teoría, los autores más audaces se han apoyado en los dos puntales de la biología, la evolución y la genética, para desarrollar sus especulaciones.

domingo, 5 de mayo de 2013

2002-FIREFLY - SERENITY - Joss Whedon (y 2)

(Viene de la entrada anterior)



La historia principal se centra en la constante lucha de todos ellos como equipo para encontrar y llevar a cabo trabajos que les permitan sobrevivir sin llamar la atención de la Alianza. Son, generalmente, variaciones de lugares comunes en el género western: asaltos a trenes, robos a bancos, traiciones, duelos al amanecer, huidas de las fuerzas de la ley… todo ello en los márgenes habitados del sistema solar que habitan, el equivalente a la mítica Frontera de la que hablábamos al principio. En esos mundos, la tecnología juega un papel marginal, la gente vive al límite y no hay fuerzas de la ley que intervengan en caso de conflicto. Son mundos duros en los que cada uno depende de sus propios recursos.

sábado, 4 de mayo de 2013

2002-FIREFLY - SERENITY - Joss Whedon (1)


Si el espíritu americano pudiera asociarse a un paisaje, éste sería probablemente el Oeste. En la mitología americana, el Oeste representa un lugar de inmensos paisajes, cielos interminables y una moral clara y sencilla. Hay pocos grises en el mito del Oeste. Los buenos llevan sombreros blancos y los malos negros. Históricamente, el Oeste era un lugar al que cualquier hombre se podía dirigir para emprender un nuevo comienzo sin importar lo humildes que fueran sus orígenes. La tierra era barata, fértil y estaba ahí para ser reclamada. Este concepto aún sigue vivo aunque aquellos días –si alguna vez existieron- hace tiempo que terminaron. Cuando el historiador Frederick Jackson Turner propuso su “tesis de la frontera” en 1893, el público americano acogió con entusiasmo la idea. Dicha tesis afirma que los hombres podían ir al oeste y buscar su lugar en el mundo, pero debían hacerlo en un “lugar donde los ideales americanos de democracia, igualitarismo y confianza en sí mismos no sólo pudieran sino que debieran ponerse en práctica”. Por desgracia, expuso esa teoría tres años después de que el gobierno de su país declarara la frontera oficialmente cerrada.